En un mundo cada vez más enfocado en la competencia y el individualismo, las historias de sororidad entre mujeres emprendedoras destacan como un recordatorio de la fuerza que surge cuando se apoya y se potencia a otras. Te damos cinco ejemplos inspiradores de mujeres que, más allá de la rivalidad, han decidido unirse, colaborar y crecer juntas en el mundo empresarial. Estas historias no solo celebran el éxito colectivo, sino que también demuestran cómo el apoyo mutuo puede ser el catalizador de proyectos innovadores y transformadores. La sororidad, como valor fundamental, se convierte así en un motor de cambio y empoderamiento en el mundo del emprendimiento femenino.

La sororidad es un motor de cambio para el éxito colectivo e individual, que rompe barreras de género. Así, redes de apoyo, mentorías y alianzas entre mujeres son hoy pilares importantes para sortear cualquier eventualidad de forma estratégica y abrir camino hacia un liderazgo femenino sólido, el cual no solo impulse a más mujeres, sino también a todas esas minorías que necesitan unirse para saltar con más fuerza en el gigantesco y sinuoso mundo del emprendimiento.

Cada vez hay más redes empresariales de mujeres que a través de su esfuerzo colectivo, ayudan a desmantelar de a poco las desigualdades estructurales que frenan su desarrollo. A continuación, exploramos cinco historias de sororidad entre empresarias de la región que son ejemplo de colaboración, solidaridad y éxito compartido.

1. Victoria147: empoderando a las emprendedoras

Fundada por la mexicana Ana Victoria García, es una plataforma enfocada en capacitar, conectar y empoderar a mujeres emprendedoras. A través de mentorías, talleres y redes de colaboración, la organización ha visto crecer a muchas empresarias. Recientemente, lanzó el libro “Nosotras en el surf de los negocios”, donde ilustra la vida de 10 emprendedoras y, por supuesto, está hecho totalmente por chicas.

Su éxito se basa en el intercambio de conocimientos y en el apoyo mutuo para superar obstáculos como el acceso a financiamiento y la logística de distribución.

2. SheWorks: trabajo remoto para mujeres

Fundada por la argentina Silvina Moschini, SheWorks es una plataforma que conecta a mujeres con empleos remotos, permitiéndoles alcanzar independencia financiera. En octubre del pandémico 2020, esta plataforma confirmó haber alcanzado el estatus de unicornio, emprendimiento que logra una valoración de mil millones de dólares.

3. Blancos y bancos: oficios para la autonomía financiera

Ubicado en la región suroeste de México, este emprendimiento fue montado en 2017 por la oaxaqueña Guadalupe Jiménez en su comunidad, Santa Lucía, explica Bloomberg. Producen sábanas, edredones, colchas, cojines y diversos tipos de bancos, además le enseña el oficio a las mujeres que quieren generar su propio dinero, para no depender de alguien  económicamente.

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4. Proyecto Moms, conectando a profesionistas con ofertas laborales flexibles:

Las chilenas, Cristina y Belén Muñoz, que no son hermanas, pero sí comparten el mismo apellido y emprendimiento, llevaban trabajando juntas muchos años, pero ambas tenían la ilusión de tener algo propio y poder ver crecer a sus hijos, compartieron con Bloomberg. Con su conocimiento en áreas como la psicología y los negocios, desarrollaron en el 2019, una plataforma que ofrece trabajos con jornadas flexibles o de medio tiempo.

5. Consejo Comunitario Sachamates, agricultura con toque femenino

En Colombia, se lleva a cabo este proyecto de mujeres que se dedican a sembrar limones tahití. Ahora son empresarias agrícolas que impulsan la economía local de Nariño, localidad de la que son parte. El movimiento inició hace 15 años, según relata la ONU, quien añade que la asociación pasó de vender a intermediarios a crear acuerdos comerciales directamente con empresas minorista de gran talla.

Estas historias son solo una muestra del impacto que tiene la sororidad en el mundo empresarial. Desde redes como Victoria147 hasta iniciativas como SheWorks, el apoyo entre mujeres no solo impulsa el éxito individual, sino que también rompe barreras estructurales. La sororidad no es solo una tendencia, es un movimiento que está redefiniendo el panorama empresarial en el mundo.

Las historias de sororidad entre mujeres emprendedoras son testamentos poderosos de cómo la colaboración, la empatía y el apoyo mutuo pueden transformar el panorama empresarial. A lo largo de este recorrido, hemos visto cómo las mujeres no solo se enfrentan a los desafíos que impone un mundo de negocios predominantemente masculino, sino que, al unirse, logran superar barreras y abrir caminos hacia nuevas oportunidades. La sororidad no es solamente un concepto abstracto, sino una práctica concreta que tiene un impacto directo en el éxito de los emprendimientos.

Cada una de estas historias refleja que el verdadero espíritu de emprendimiento no se basa únicamente en la competencia feroz, sino en la capacidad de compartir conocimientos, recursos y experiencias. Al tender la mano a otras mujeres, estas emprendedoras no solo contribuyen al crecimiento de sus propias iniciativas, sino que, de manera colectiva, están derribando las estructuras de exclusión que han predominado históricamente. La sororidad entre mujeres emprendedoras no es una moda pasajera, sino un movimiento con el poder de redefinir las dinámicas de los negocios y de crear una red sólida de apoyo en la que el éxito de una es el éxito de todas.

Este tipo de apoyo tiene efectos que van más allá del ámbito empresarial. Al empoderarse mutuamente, las mujeres pueden inspirar a generaciones futuras, demostrar que el verdadero liderazgo no depende de ser el único en la cima, sino de ser capaz de elevar a otras personas junto a uno mismo. Las emprendedoras que practican la sororidad se convierten en modelos a seguir y líderes que construyen un legado basado en la colaboración, la inclusión y el respeto mutuo.

Así, al mirar hacia el futuro, la sororidad seguirá siendo un pilar fundamental en la construcción de un ecosistema de emprendimiento más justo, equitativo y diverso. En lugar de enfocarse en las diferencias, estas mujeres eligen fortalecer sus lazos, compartiendo tanto sus victorias como sus fracasos, y enseñando que el verdadero éxito radica en el apoyo constante y en el trabajo en equipo. En última instancia, las historias de sororidad entre mujeres emprendedoras nos enseñan que, juntas, podemos alcanzar alturas más grandes, transformar la industria y, lo más importante, cambiar el mundo.

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Nicole Barandiarán Con interés por descubrir el mundo y retratar sus diferentes realidades a través de la palabra.