



La inteligencia emocional se define como la capacidad de controlar y regular las emociones propias para resolver los problemas de manera efectiva, promoviendo el bienestar personal y relaciones sanas.
Por muchos años se seleccionaba a personas valorando la “inteligencia” tradicional, definida principalmente por el coeficiente intelectual. Sin embargo, esta idea se ha transformado en los últimos años, ya que cada vez más organizaciones se dan cuenta de que se necesita algo más para que alguien sea un buen líder.
Los líderes son el modelo de cómo los demás se comportarán. De esta forma, si manejan su papel con inteligencia emocional, las demás personas serán más propensas a hacer lo mismo y los beneficios para la empresa se multiplican.
Te comparto 10 características comunes a estas personas:
Estas características de un buen líder, con manejo adecuado de su inteligencia emocional, pueden proporcionar a la empresa un clima de aceptación y confort que incide en un mejor rendimiento de la persona en el trabajo y de las relaciones interpersonales.
Trabajando junto con las empresas, somos testigos del poder que tiene el ambiente laboral en la salud mental de los empleados y el impacto positivo que puede generar el trabajar en el fortalecimiento de la inteligencia emocional de las personas que la integran para que el trabajo sea una fuente de bienestar y salud.