Luego de que un tribunal prohibió a Ford vender autos en Alemania, ahora otra gran automotriz enfrenta problemas legales con todo un país. La empresa Volkswagen Brasil se enfrenta a un juicio, acusada de implementar prácticas de esclavitud. De acuerdo con medios alemanes, los abusos habrían ocurrido entre 1974 y 1986, época en que el país sudamericano estaba bajo una dictadura militar.
La cadena de televisión pública ARD y el diario Süddeutsche Zeitung aseguraron que la justicia brasileña envió la notificación correspondiente el pasado 19 de mayo. Por este medio, se le comunicó a la filial brasileña del grupo alemán que deberá comparecer ante un tribunal laboral en Brasilia el próximo 14 de junio.
Un portavoz de Volkswagen dijo que la empresa tomaba “muy en serio” este caso y los “eventuales incidentes” que se habrían producido “y sobre las cuales se basan las investigaciones de las autoridades judiciales brasileñas”, según declaraciones para la agencia AFP. Por ahora, el segundo constructor de automóviles a nivel mundial se negó a dar más detalles “debido a un posible procedimiento judicial”.
Durante el período en que ocurrieron los hechos, la compañía tenía un ambicioso proyecto para construir una gran zona agrícola a orillas del Amazonas. Para deforestar las 70,000 hectáreas de terreno, Volkswagen Brasil habría consentido la contratación de cientos de jornaleros y trabajadores temporales a través de intermediarios.
Las denuncias examinadas por la justicia brasileña alegan que el fabricante de vehículos implementó prácticas equiparables a la esclavitud y tráfico de personas. También acusan al grupo de haber sido cómplice de “violaciones sistemáticas de los derechos humanos”, recogen medios alemanes.
Según los informes, los intermediarios y guardias armados son quienes habrían maltratado a los obreros en aquella época, bajo el consentimiento de la compañía. La agencia francesa cita testimonios sobre agresiones a trabajadores que intentaron escapar, desapariciones sospechosas e incluso violaciones y otros abusos.
El reporte habla también de condiciones de trabajo inhumanas, “con obreros que tenían malaria” y cuando morían eran enterrados en el mismo sitio sin infirmar a las familias.
“Era una forma moderna de esclavitud”, indicó a los medios alemanes el fiscal de Rio de Janeiro encargado de la investigación, Rafael García. “Aparentemente, VW no solo aceptó esta forma de esclavitud, sino que la fomentó, ya que era mano de obra barata”, agregó el funcionario.
Los exempleados del grupo que laboraron durante aquel período de dictadura llevan varios años exigiendo indemnizaciones, pero no han tenido éxito hasta ahora.
