El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), uno de los más transitados de América Latina -que tan solo de enero a agosto de este año recibió más de 30 millones de pasajeros comerciales– ha tomado nuevas medidas respecto al abordaje de taxis de aplicación. A mediados de septiembre de este año, se dieron a conocer los nuevos puntos donde la gente podrá abordar taxis de plataformas como Uber o Didi, fuera de la zona del Gobierno Federal del AICM.
Se dice que con el cambio se busca evitar conflictos con los taxistas autorizados y cumplir con las regulaciones de pasajeros. La polémica con los taxis de aplicaciones en el AICM ha sido recurrente. Esto bajo la premisa de que sus conductores no se sujetaban a los pagos u obligaciones que los operadores de taxi si respetaban.
Ahora en las puertas del aeropuerto solo hay taxis autorizados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Ellos están apegados a los estándares de seguridad y calidad del espacio de servicio aéreo. Sin embargo, si bien la medida fue diseñada para mejorar la movilidad de los usuarios, según las leyes aplicables y su acceso a estos servicios, muchas personas han manifestado su oposición.
Los costos excesivos -que llevan a pagar 340 pesos del AICM a la Terminal del Sur, por ejemplo- han causado malos comentarios. De la misma manera ha sido criticada la distancia que debe recorrerse para abordar el servicio de taxi vía app.
Para saber más: Uber invita a sus usuarios a seguir utilizando la app en el aeropuerto de la CDMX
En su reciente columna en Milenio, la analista de políticas públicas, Viri Ríos, señaló que mientras que en otros países tienen servicios “abiertos”, en México, éste deja mucho que desear. Así, explica que gracias a la deuda que tienen los corporativos de taxis del aeropuerto, se llevaron a cabo estos procedimientos. Estos son nada beneficiosos para los usuarios del AICM, ni para los taxistas de las corporaciones que ahí ofrecen sus servicios.
La también escritora dice que la medida fue llevada a cabo para que las empresas concesionarias de taxi, que tienen puntos de atención en el aeropuerto, puedan pagar sus deudas. “Las corporaciones no han pagado cuotas que deberían pagar al AICM por operar en sus instalaciones por años. Adeudan 131 millones de pesos.
Aunque las señales y la presencia de estas áreas ofrecen una alternativa a los taxis tradicionales, las condiciones detrás de ellos han generado quejas repetidamente.
La experiencia del usuario sigue siendo un tema en constante debate. Mientras tanto, empresas como Uber y Didi siguen operando bajo las restricciones; el desafío será cómo aumentar la accesibilidad sin infringir la ley.
Para abordar tu transporte:
Los funcionarios del AICM han defendido las medidas, diciendo que buscaban un equilibrio entre los diferentes medios de transporte y respetar a los taxistas tradicionales. Sin embargo, los pasajeros han notado que la fila de espera para abordar taxis oficiales es densa y que la inseguridad en los alrededores del aeropuerto aumenta por la noche, punto muy negativo en caso de que quisieran usar taxis de plataforma.
Estos cambios han llevado a un debate sobre la necesidad de proporcionar soluciones de viaje convenientes para los pasajeros que llegan a los aeropuertos, especialmente donde el turismo y las empresas internacionales dependen de operaciones de transporte eficientes. Para los empresarios de la industria de viajes, este es un ejemplo de cómo las regulaciones locales afectan la experiencia del cliente y cómo la tecnología en la industria de viajes puede cambiar drásticamente estos procesos.
