Más del 80% de los trabajadores del hogar realizan sus labores bajo un esquema de contratación informal, un indicador que nos habla de la enorme oportunidad de disrupción que existe al interior de este sector.
México es uno de los países que mejor ha avanzado en este tema, poniendo disponible la opción de formalizar la relación laboral con quienes prestan estos servicios, pero la realidad es que sus procesos no sólo siguen siendo tediosos, sino también tardados, razón por la cual no se formalizan estas relaciones.
Adicionalmente, el desconocimiento es generalizado, tanto de las diferentes alternativas del mercado que facilitan los procesos para la formalización de manera virtual, como de las tasas, porcentajes y montos a devengar por el tipo de contratación existente. No hay suficiente información tanto para los empleadores como para los empleados.
Este es un tema sumamente preocupante, sobre todo si consideramos que esta situación afecta principalmente a las mujeres, quienes ocupan un 94% de estos puestos de trabajo que, en la mayoría de los casos, no cuentan con los beneficios de ley que aporta la contratación formal.
Por ejemplo, hay alrededor de 800,000 mujeres en Colombia que ofrecen estos servicios, en comparación con más de un millón de mujeres en México que tienen entre 16 y 46 años.
Esta gran mayoría de trabajadoras del hogar se ve afectada por la falta de beneficios que pueden incluir bonos de transporte o ahorros por despidos, así como beneficios adicionales al pago de salarios que mejoren su calidad de vida y la de sus familias.
Aunque en México el panorama aparenta ser mejor que el del mercado colombiano, el reto que se mantiene aún es amplio, por lo que es importante que los empleadores apuesten por formalizar a sus empleadas del hogar.
La tecnología es precisamente una aliada en este recorrido, ya que, a través de la innovación, se encuentra empujando modelos de negocio que buscan facilitar los procesos de formalización laboral en Latinoamérica, buscando adaptarse ellos a las diferentes necesidades y normativas vigentes en cada país.
Cambiar un modelo de informalidad tan arraigado en la sociedad latinoamericana no tiene el éxito asegurado, sin embargo, aún con ello es pertinente trabajar para hacerlo.
Ante este panorama, acciones como las realizadas por el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) se convierten en guías para un sector en plena construcción de formalidad.
Así mismo, negocios apoyados por Wayra como Hogarú son relevantes en el contexto actual, ya que tienen plenamente identificadas las soluciones que benefician a todos los involucrados y asumen los obstáculos con una base tecnológica.
¿Qué beneficios puede traer una plataforma de esta naturaleza? Los hay para empleadores y empleados.
Dicho lo anterior, hoy las empleadas y sus empleadores se pueden beneficiar de un modelo de negocio pensado para ambos con las mejores condiciones de por medio.
Las trabajadoras del hogar cumplen una función vital en el día a día, por lo que pasar de la informalidad, a las garantías y derechos necesarios para el desarrollo de una relación laboral óptima, mejorará el panorama para toda la cadena de valor que se genera por medio de estos servicios, impactando directamente la vida de miles de familias en México y Latinoamérica.
Por Nicolás Soto, Product Marketing Owner de Hogarú.
