



Ninguna región está exenta de sufrir alguna catástrofe que no solo modifique a nivel estructural una ciudad o país, sino que, peor aún, tenga un impacto negativo en la vida de miles de personas que, derivado de un huracán, terremoto o guerra, pierdan su patrimonio o inclusive el acceso a recursos básico para sobrevivir.
Pero no solo podemos hablar de estas eventualidades. Diariamente hay necesidades, enfermedades, problemáticas y más causas que requieren de apoyos constantes. Es entonces que la solidaridad toma relevancia pues se requiere que todos los actores de la sociedad civil, incluidas las empresas, desde sus respectivas trincheras y en la medida de sus posibilidades, contribuyan a salir delante ante los diferentes escenarios.
Y es la palabra solidaridad la que se ha vuelto una constante en los últimos días tras el paso de Otis, el huracán categoría 5 que arrasó con todo a su paso y dejó a ciudades como Acapulco, Guerrero devastadas y a sus habitantes en un estado de vulnerabilidad. Este hecho ha motivado a diferentes empresas a tomar cartas en el asunto y apoyar de diferentes maneras, por ejemplo, a través de centros de acopio.
Si bien cada vez hay más conciencia sobre la relevancia que tiene el apoyar a quienes más lo necesitan, también es un hecho que el cambio climático se agrava, la hambruna incrementa, los desastres naturales son más frecuentes, la violencia de género no para, más animales sufren de abandono, las enfermedades siguen presentes y hay un sinfín de causas que necesitan manos y recursos para ser combatidas.
Y bajo este escenario, las empresas deben entrar en acción para contribuir a mejorar su entorno y devolver parte de lo que ellos han recibido. Situaciones como la generada por el huracán Otis son la oportunidad perfecta para poner en práctica la solidaridad, que más allá de ser un hecho aislado, deben volverse parte de los valores fundamentales de una compañía.
La solidaridad no solo debe ser vista desde una perspectiva reputacional, pues este valor puede dejar huella en la fuerza laboral y, más importante aún, en todos aquellos beneficiados quienes tendrán una nueva oportunidad.
Aunque parece fácil, el hacer de la solidaridad un atributo empresarial definitivo y no temporal requiere de un gran esfuerzo y compromiso. Estas son algunas de las acciones por las que puedes iniciar:
En el exterior, fuera de tu área de trabajo, hay muchas causas y organizaciones que necesitan de tu solidaridad. Encuentra algo que te apasione, elige cómo puedes apoyar y no desistas, las acciones que implemente tu empresa puede tener un impacto más grande del que piensas.