En México solo se recicla el 0.5% de los textiles que se tiran al año, es decir, de cada kilogramo de ropa que se desecha, solo se recuperarían 5 g. A nivel global, solo el 1% de los materiales son reciclados. Teniendo eso en mente, el mexicano Eleazar Guevara y su hermana, Mónica Guevara, han transformado el “pequeño negocio familiar de telas”, en Novabori, una empresa de reciclaje textil enfocada en la sostenibilidad que ahora tiene como socios a dos tiburones de Shark Tank México.
La historia de esta empresa comienza en los trenes de la Revolución Mexicana, a principios del siglo XX. En entrevista para Emprendedor.com, Mónica explica que ella y su hermano crecieron entre telas, “rellenando cojines, viendo cobijas, con los telares. Es parte de nosotros”.
“Mi bisabuelo le vendía cobijas a los revolucionarios, a los pasajeros, y luego mi abuelo tuvo una fábrica de lana. Esos negocios desaparecieron, pero son parte de nosotros. Mi papá tuvo telares y luego se dedicó al reciclado, y es ahí donde entro yo. Estuve trabajando con él haciendo cobijas mucho tiempo”, relata Eleazar, socio fundador de Novabori.
A partir de 2013, tras el fallecimiento de su padre, los hermanos Guevara decidieron continuar el legado familiar. “De hecho, somos los únicos de la familia que seguimos haciendo esto”. Entonces, Eleazar se propuso “cambiar la industria del reciclaje de telas en México y la industria textil, en general”.
Esa idea lo impulsó para darle un giro al negocio familiar. Lo convertirlo en una empresa dedicada al reciclaje textil y la producción de artículos elaborados a partir de telas recicladas de las maquilas: mantas, servilletas, toallas y más.
Los hermanos describen a Novabori como “un cluster”, es decir, un grupo de pequeñas empresas que colaboran para tener beneficios comunes. Se propusieron diseñar telas más complejas, teniendo como objetivo “llenar la brecha entre el reciclaje y la moda”. También, buscaban tener un impacto positivo tanto en las otras empresas del clúster, como en la industria y la comunidad.
Entonces, tomaron su experiencia y la infraestructura que ya tenían, y lo llevaron al siguiente nivel. Poco a poco integraron al negocio las innovadoras ideas que adquirieron durante sus respectivas maestrías en el Tec de Monterrey: Eleazar enfocado en temas de sustentabilidad, y Mónica en negocios.
“El siguiente paso fue trabajar en la innovación y desarrollo. Al experimentar con los materiales y tener la técnica básica ya dominada, se abrieron las posibilidades de todos los productos en que se podría aplicar”, cuentan los Guevara.
Con una visión a 10 años, más pequeñas empresas se empezaron a sumar al ‘cluster’, expandiendo su capacidad y proyección hasta tener entre 9 y 12 unidades económicas. Estas empresas emplean a miles de personas para recabar, seleccionar y clasificar los ‘retazos’ de tela que sobran en las fábricas de ropa. “No es nada nuevo, es toda una industria en México”, destacan.
A la par, su proyecto contemplaba generar condiciones benéficas para sus asociados, los trabajadores y las comunidades. Han sido reconocidos por firmas como C&A y Levi’s, así como la Universidad Nacional Autónoma (UNAM), por sus esfuerzos para combatir el daño que causa la industria textil al medio ambiente.
“En 2016 mi hermano fue seleccionado globalmente entre los proyectos más innovadores en sostenibilidad textil en el mundo. En 2018 lo eligieron como uno de los 12 proyectos para combatir la crisis climática, y en 2021 la UNAM nos dio un reconocimiento como innovación del futuro y fuimos finalistas globales de un proyecto de cero basura”, relata Mónica, también socia fundadora.
Su primer desarrollo fue una cobija hecha con material reciclado y con diseño más “de moda”. Mediante ensayo y error, lograron mejorar la técnica y empezaron a hacer telas para moda. En 2019 constituyeron formalmente su nueva empresa, Novabori, sostenida en cinco pilares a los que Eleazar llama “las 5 P’s de la sostenibilidad”.
Explica que este modelo lo aprendió de uno de sus maestros y se refiere a un maestro Estas son, en inglés, “profit, people, planet, prosperity y peace”, que es español se traduce como ganancia, personas, planeta, prosperidad y paz.
“Cualquier modelo de sostenibilidad debe generar ganancias, buscar la prosperidad de las personas y el planeta, y generar paz”, explican. “Es complicado ‘cambiar el chip’ de un modelo corporativo, a uno más socialmente sostenible, con salarios justos y prácticas éticas, y a la vez integrar innovación, pero vale la pena”.
“No tenemos una planta propia como parte del del negocio. La estrategia fue darle trabajo a las plantas que ya existen, en colaboración con los mejores amigos de mi papá, que ayudan a nuestro proceso. Sin eso no existiríamos”, cuentan los hermanos Guevara.
Su proyecto los llevó a presentar su pitch ante los tiburones de Shark Tank México. Inicialmente, los hermanos buscaban una inversión de 2 millones de pesos a cambio del 15% de la empresa.
Mientras que Alejandra Ríos, Marcus Dantus y Marisa Lasso decidieron retirarse, Karla Berman y Mauri Vergara sí le apostaron. Tras negociar y revisar números y proyecciones, al final Novabori consiguió 1.5 millones de pesos cediendo el 20% de su empresa.
“Esta inversión estará destinada al posicionamiento de nuestros productos, el desarrollo de nuevos textiles e integrar tecnologías de inteligencia artificial. También queremos producir más y buscar más canales de venta, porque ahorita tenemos ventas de persona a persona, y de mayoreo para la industria hotelera”, detalla Eleazar.
