Hasta ahora se han lanzado cerca de 1,800 satélites de Starlink, más o menos el 15% de los 12,000 que planean poner en órbita. Sin embargo, la empresa de internet inalámbrico de Elon Musk no tomó en cuenta que podría causar algunos inconvenientes. Un reciente estudio reveló que los aparatos reducen la capacidad de los telescopios terrestres para detectar asteroides que se acercan al planeta y pueden representar un peligro para a Tierra.
El estudio fue realizado por el observatorio Zwicky Transient Facility (ZTF), dedicado a buscar el brillo temporal de estrellas en explosión y la aparición repentina de objetos fugaces. Según los astrónomos, el brillo de la constelación de Starlink afecta los resultados de sus escaneos del cielo.
“Existe una preocupación creciente por el impacto de las constelaciones de satélites de órbita terrestre baja (LEO) en las observaciones astronómicas terrestres”, explica la investigación publicada por The Astrophysical Journal Letters.
“Encontramos 5301 líneas de satélite que se pueden atribuir a los satélites de Starlink. Descubrimos que la cantidad de imágenes afectadas aumenta con el tiempo a medida que SpaceX despliega más satélites”, agregaron los científicos.
El análisis señala que en noviembre de 2019, año en que la empresa inició los lanzamientos, la proporción de imágenes afectadas fue de 0.5%. Para septiembre de 2021 la cantidad aumentó a 18%.
En sus últimos resultados, el observatorio detalló que los satélites de Starlink dejan unas “líneas” que alteran los análisis. Estas son más frecuentes en las observaciones del amanecer y el atardecer.
Lee también:
Actualmente, la empresa de Elon Musk tiene alrededor del 15% del total de satélites proyectados. Pero, tomando en cuenta que aún faltan muchos más, el problema podría ser más grave en los próximos años.
“Estimamos que una vez que el tamaño de la constelación Starlink alcance los 10,000 (satélites), prácticamente todas las imágenes tomadas por ZTF durante el crepúsculo pueden verse afectadas”, advirtió el observatorio. No obstante, señalan que a pesar de ello “las operaciones científicas actuales de ZTF aún no se ven fuertemente afectadas”.
La investigación también destaca que “en total, SpaceX recibió la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos para operar 12,000 satélites y presentó solicitudes para 30,000 satélites Starlink adicionales”. Estos se sumarían a los colocados por otras empresas “como OneWeb, Amazon, Samsung y agencias nacionales” que planean poner en órbita constelaciones similares.
“Si estos planes se pusieran en marcha por completo, se estima que se podrían lanzar hasta 100,000 satélites en LEO en la próxima década, contaminando el cielo nocturno y afectando potencialmente las observaciones astronómicas”, estima el observatorio.
La buena noticia es que la rama de internet inalámbrico de SpaceX decidió tomar medidas al respecto. Desde abril de 2020 han instalado parasoles o ‘sombrillas’ en sus satélites, que reducen hasta 5 veces el brillo que proyectan.
“Encontramos que el rediseño de los satélites de Starlink (mediante la instalación de visores destinados a bloquear la luz solar para que no llegue a las antenas de los satélites para evitar la reflexión) reduce su brillo en un factor de 4.6 ± 0.1 con respecto al diseño original”, explican.
A pesar de los cambios, aún es posible que los telescopios pasen por alto algún asteroide o evento cósmico de riesgo potencial para la Tierra. Sin embargo, los astrónomos aclaran que las probabilidades son muy pequeñas y que el clima afecta más las observaciones que las naves de Elon Musk.
