Crean robot líquido capaz de separarse en gotas y reconstruirse para atravesar obstáculos
El asombroso robot líquido puede dividirse en pedazos diminutos, cambiar de forma y volver a unirse para llegar a zonas inaccesibles del cuerpo y transportar medicamentos.
La línea entre la ciencia ficción y la realidad cada vez es más delgada, como lo han demostrado los Xenobots (robots vivientes) o las ‘cucarachas cyborg‘. Un grupo de investigadores de la Universidad de Soochow en Taiwán creó un robot líquido que puede desarmarse y dividirse en diminutas gotas, moldearse a cualquier forma y luego volver a ensamblarse. Esto le permite pasar a través de cualquier conducto o grieta, por más estrecho que sea, y traspasar toda clase de obstáculos antes de reconstruirse.
El robot líquido está hecho de ‘ferrofluido’, una sustancia compuesta de nanopartículas de óxido de hierro magnético suspendidas en aceite de hidrocarburo. Cuando está unido, su tamaño es de solo un centímetro. Por ahora está en fase de pruebas dentro del laboratorio, según explica el estudio liderado por el investigador Xinjiian Fan y publicado en Science.
Su composición lo hace capaz de modificar su estructura para separarse en gotas de micrómetros y deformarse para atravesar espacios muy reducidos. Así, puede moverse en entornos estructurados y dirigirse al punto que se le indique, sorteando trabas en el camino para navegar en distintas superficies.
Para controlar su movimiento, los científicos usaron imanes esféricos giratorios que aplican fuerza sobre la sustancia. Estos le permiten desplazarse, ‘romperse’ en pedazos, cambiar de forma o dirigir cada gota de forma independiente, según lo requiera la situación.
En un video publicado por Science, se puede ver cómo el pequeño robot líquido se divide en forma de enjambre y se vuelve a ensamblar. En la prueba, los investigadores hicieron que su creación pasara por varios laberintos, desarmándose para superar barreras físicas justo cuando se le presentaban.
El enorme potencial del robot líquido
Este fluido abre la puerta para tener muchas aplicaciones, pero la que más entusiasma a los científicos es su uso en el campo médico.
Pietro Valdastri, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), dijo que la sustancia podría transportar medicamentos dentro del cuerpo si un paciente lo ingiere. El robot líquido circularía por el torrente sanguíneo, cambiando de forma o fragmentándose para adaptarse a las venas o atravesar tejidos, y llegar directamente a órganos o zonas específicas.
Un robot médico construido de esta manera, por ejemplo, podría circular por el torrente sanguíneo e ir cambiando de forma para adaptarse a las venas humanas y llegar a destino, donde aplicar alguna medicina o realizar alguna acción imposible de otra forma (bloquear un derrame, por ejemplo, o hacer un diagnóstico sobre una lesión).
“Otro uso puede ser eliminar los coágulos de sangre en el cerebro que causan accidentes cerebrovasculares. Aunque crear un campo magnético lo suficientemente fuerte para mover con precisión el robot dentro del cerebro sería un desafío”, señaló Bradley Nelson, del Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich.
También puede servir en investigaciones con virus o elementos microscópicos, para comprobar y crear reacciones químicas o durante las pruebas de laboratorio en ensayos clínicos.
Sin embargo, ya que aún está en fase de investigación y pruebas, el equipo todavía debe resolver varios problemas. Por ejemplo, aún es demasiado pequeño para transportar medicamentos y el sistema de imanes requiere mayor potencia para recorrer los tejidos del cuerpo humano. También está el reto de la autonomía, pues el fluido todavía debe ser controlado desde fuera por una persona.