Hoy en día la vida media de las habilidades es de cuatro años; hace dos décadas era de 15. Ante ese reto, las empresas están obligadas a ofrecer formación permanente a sus colaboradores, con el fin de estar al día de las necesidades del mercado laboral.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que 1,100 millones de puestos de trabajo pueden verse transformados por la tecnología en el 2030. Y el informe “Reskilling Revolución”, elaborado y difundido por el Foro Económico Mundial (WEF), señala que “los programas de aprendizaje obsoletos exacerbarán aún más el desajuste de habilidades en el futuro”.
En este contexto desafiante, con la transformación digital en marcha, urge proveer las herramientas a los colaboradores para desaprender, aprender y reaprender, a fin de garantizar la sobrevivencia del negocio. Las nuevas profesiones, como el Big Data o Machine Learning, o algo más específico como el Narrow Caster (la evolución natural del especialista en Relaciones Públicas, ahora enfocado en la difusión de contenidos para audiencias cada día más segmentadas), están creciendo como espuma, convirtiéndose en los perfiles más demandados del mercado.
Para evitar el robo de talento, las organizaciones deben optar por la formación de sus cuadros a través del Reskilling y el Upskilling. El Reskilling hace referencia al proceso de aprender nuevas habilidades para desempeñarse en un puesto distinto o reorientar nuestras carreras en otra dirección; Upskilling está relacionado con la adquisición de habilidades que nos ayuden a ser más competitivos en nuestra área; es decir, actualizarse para evitar el desfase.
En su libro 101 caminos para sobrevivir al mundo del trabajo (Ecoe Ediciones, 2019), Fernando Véliz Montero sostiene que la flexibilidad “en todo ser humano es una fortaleza para las múltiples etapas de la vida, esto obviamente resulta un acierto para el mundo del trabajo. El rol de la flexibilidad es acortar los tiempos de aprendizaje y movilidad para así aprender, desaprender y reaprender sin frenos y juicios previos. Ser flexible responde a una actitud dispuesta y empoderada frente al día a día laboral”.
Por otro lado, el Upskilling y Reskilling disminuyen los costos de reclutamiento, debido a que el know how se construye al interior de la organización. Para lograrlo se deben implementar aulas de aprendizaje a través del uso de las herramientas más actuales de e-learning, como la realidad virtual, gamificación, coaching digital o, incluso, el metaverso.
Entre los beneficios de integrar el Upskilling y Reskilling a la empresa se encuentran: mejora la productividad de los equipos, retiene al talento, incrementa el engagement, y promueve la adaptación al cambio.
Y, por último, pero no menos importante: produce un cambio de mindset, en el que el colaborador se hace responsable de su propio crecimiento, de su propio aprendizaje, lo que lo convierte en una persona más creativa, innovadora y resiliente.
*Esta colaboración fue escrita por Renata Maldonado, directora de Recursos Humanos para Natura &Co México.
