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06-08-2014, 8:40:00 PM

Renueva tu flotilla con arrendamiento

Comprar ya no es la única opción disponible para hacerte de un vehículo para tu negocio. Opta por este esquema y deduce impuestos.

Para Jean Paul Getty, quien es considerado como el primer billonario en el mundo, una de las claves para ser exitoso en el plano de los negocios es comprar aquello que aumenta de valor y arrendar lo que se devalúa. Si estás por emprender o buscas ampliar los alcances de la empresa que ya tienes, debes tomar en cuenta el consejo del magnate petrolero, particularmente si lo que pretendes es adquirir un automóvil o una flotilla.

Para nadie es un secreto que un vehículo, a diferencia de una vivienda, pierde parte de su valor al paso de los años; por lo cual, en algunas ocasiones es mejor considerar un esquema de arrendamiento antes que uno de compra. Pero la depreciación de un vehículo no es lo único que debes analizar para tomar la decisión. Por ejemplo, si requieres unidades nuevas con cierta periodicidad para tener siempre la tecnología de punta, quizá lo que más te convenga es rentar.

Tal vez no cuentas con los recursos suficientes para comprar un auto de contado, o bien, quieres depositar en un tercero todo lo relacionado con los trámites administrativos y el equipamiento de tu vehículo. Si es el caso, tu mejor opción es el arrendamiento. No obstante, antes de salir a buscar alternativas, debes saber que existen dos modalidades: el puro, que también se le conoce como civil; y el financiero.

¿Cuál te conviene más? Ambos esquemas ofrecen beneficios atractivos a los clientes. Las diferencias más importantes radican en el término del contrato y en los aspectos fiscales. A continuación te presentamos las principales características de cada régimen.

Arrendamiento puro. Es un esquema mediante el cual el arrendador se obliga a comprar un bien (en este caso un vehículo) para otorgar su uso y goce a un cliente (arrendatario). Esto mediante el cobro de rentas en un periodo determinado (puede ser mensual o anual). En este caso, el pago convenido es únicamente por la renta de su uso, es decir, no incluye capital ni intereses del valor de la unidad. Ello implica que al final del contrato, el auto se tiene que devolver al arrendador.

Aquí, la propiedad legal y fiscal es de la arrendadora. Por lo tanto, el financiamiento no se incluye en el balance de la compañía y sólo se registra como gasto la renta de la unidad. Bajo este esquema no existe deducción fiscal vía depreciación. Sin embargo, el monto del arrendamiento es en un 100% deducible para el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y su correspondiente Impuesto al Valor Agregado (IVA), aunque tiene un límite de $200 diarios. Antes de la aprobación de la Reforma Fiscal de 2014, el monto máximo a deducir era de $250.

Arrendamiento financiero. El arrendador otorga el derecho de usar determinados bienes al arrendatario a cambio de una renta que cubre el valor de la adquisición, las cargas financieras y demás accesorios. Los plazos van de uno a cinco años. Y al final del contrato, quien opta por este esquema tiene dos opciones: por un lado, comprar la unidad a un precio simbólico preestablecido, que se conoce como costo de recuperación y que por lo general es del 1% del valor neto de la unidad; o bien, prorrogar el plazo pagando una renta inferior a la que venía erogando.

Aquí la propiedad legal y fiscal son del arrendatario. El bien forma parte de sus activos y pasivos, por tanto, se debe registrar en el balance de la empresa . La deducción fiscal en este caso se realiza por medio de la depreciación. Para el caso de vehículos es de 25% a cuatro años, pero con un límite de $130,000. Hasta antes de la aprobación de la Reforma Fiscal de este año, el monto máximo era de $175,000. La deducción en el pago mensual de las rentas sólo es en los intereses pagados, mas no en el capital.

De acuerdo con José Luis Pozos, presidente de la Asociación Mexicana de Sociedades Financieras de Arrendamiento, Crédito y Factoraje ( Amsofac ), ambos esquemas ofrecen bondades a los clientes, por lo que la decisión final debe tomarse con base en las necesidades del negocio.

Traje a la medida

Los requerimientos de cada compañía son distintos. Un establecimiento que comercializa alimentos, por ejemplo, demanda un vehículo con refrigeración a bordo, mientras que un negocio de estética canina móvil implica otro tipo de equipamiento, que va desde transportadoras hasta bañeras.

La buena noticias es que no importa cuál sea el giro de tu empresa, las arrendadoras te hacen un traje a la medida. Los contratos pueden ofrecer desde el seguro de la unidad, placas y tenencia, hasta sistemas GPS y todos los accesorios requeridos.

Claro, ten en cuenta que todo tiene un costo, por lo que éste será más elevado entre más elementos incorpores al contrato. No obstante, el precio final no depende sólo de dicha variable, igualmente está en función del periodo referido en el convenio y del propio cliente.

“La renta pura o financiera de un automóvil no es la misma en un contrato que dura un año a uno que tiene un plazo de cuatro. El primero tiende a ser más costoso”, dice Jorge Ovando, coordinador de Mercadotecnia de Arrendomóvil de México, quien agrega que el perfil del arrendatario también es de suma importancia. “Una persona que tiene un historial (de crédito) limpio y, además, es un cliente recurrente, tendrá tasas más bajas que un usuario sin antecedentes”, explica.

Por ejemplo, arrendar un auto compacto, como el Aveo de Chevrolet, uno de los modelos más comercializados hoy en día en México, implica un pago mensual por aproximadamente $4,000, si el arrendatario tiene un historial favorable y el contrato está en un plazo de cuatro años. Ese monto se puede elevar a entre $7,000 y $8,000 si el periodo es un año o menos y si no tiene antecedentes como cliente.

Actualmente, refiere José Luis Pozos, el arrendamiento puro es el más empleado tanto por personas morales como físicas. De cada 100 operaciones, 60 son bajo ese esquema, mientras que 40 son de renta financiera. El arrendamiento puro tiene la característica de que la propiedad es del arrendador y el arrendatario hace uso de él. “Esta opción es para aquellas personas que requieran hacer una renovación con cierta periodicidad, de tal manera que siempre tienen la tecnología de punta en sus manos”, comenta.

Rentar bajo el esquema financiero se recomienda más para aquellos proyectos que están pensados para el largo plazo, es decir, al menos tres años. Sin embargo, es necesario considerar que el acceso a ese régimen se dificulta para las empresas de reciente creación.

Ovando, de Arrendomóvil , señala que cerca del 90% de las arrendadoras que operan en la República Mexicana pide al menos dos años de operación para autorizar un contrato de esas características, o bien, una carta de una institución financiera que garantice el pago convenido. “En ese sentido, se puede decir que el arrendamiento puro es más práctico, porque finalmente la unidad sigue siendo propiedad del arrendador”, agrega.

Las tasas de interés que manejan las arrendadoras son un poco más elevadas respecto a las que cobran los bancos en un financiamiento automotriz. Una arrendadora puede ofrecer una tasa de entre un 8 y 20%, dependiendo de factores como el cliente y el plazo, mientras que a nivel bancario pueden rondar entre el 5 y 15%. Sin embargo, acceder a este último esquema puede implicar más requisitos.

Según los especialistas, una arrendadora demora menos tiempo en aprobar este tipo de arrendamiento (y en general los dos esquemas). El tiempo de espera va de uno a cinco días, en tanto que un banco tarda hasta un par de semanas.

Para el director de la Licenciatura en Administración Financiera del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm), Oliver Ambía López, rentar un bien inmueble, cualquiera que éste sea, es una práctica que va en ascenso.

Este esquema no sólo es empleado cuando se inicia un negocio, sino también cuando una empresa ya está en operaciones y consolidada. Tal es el caso de la cadena de almacenes Liverpool, que de acuerdo a sus reportes enviados a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), arrienda una parte importante de los terrenos donde se encuentran ubicadas sus unidades.

Para una persona que recién inicia un negocio, el modelo de arrendamiento ofrece una gran ventaja: reduce el monto de la inversión requerida, lo que da mayores oportunidades de éxito. “Una de las causas por la que une empresa nueva quiebra es la falta de planeación, sobre todo, en lo que se refiere al capital inicial”, comenta el experto del Itesm. “Y es que inyectan muchos recursos que a la larga no son sostenibles”, añade.

Como puedes observar, el esquema de arrendamiento puede ser una herramienta sumamente útil para impulsar tu negocio y fortalecer su infraestructura. Lo ideal es que te acerques a un asesor para que te ayude a seleccionar la mejor opción. En México existen asociaciones, como la Amsofac , que agrupa a varias arrendadoras que ofrecen esos servicios.

Ojo con las letras chiquitas

Antes de firmar un contrato es necesario poner especial atención en las letras chiquitas y en algunos puntos clave. La Amsofac recomienda no perder de vista cuatro temas a la hora de cerrar un trato.

Cláusulas de responsabilidad. Todos estamos expuestos a sufrir un accidente. Si ese terrible momento ocurre, hay que conocer los derechos y obligaciones correspondientes para exigir lo establecido conforme a la ley.

Fechas de pago. Olvidar los días de corte y pago es una práctica recurrente que termina por generar una multa o sobrecosto. Lo ideal es registrar en la agenda el día de vencimiento para evitar un mal momento y consecuencias innecesarias.

Cláusulas de precio. Sin duda, es uno de los puntos más importantes en el convenio. Es necesario que verifiques que esté claramente establecido el monto de la renta que acordaste, tanto en número como en letra. Ello evitará problemas futuros.

Fecha de terminación. Si no quieres ser acreedor a una sanción por faltas al contrato de arrendamiento, no pierdas de vista cuándo culmina éste. Sobre todo, si el esquema es puro, ya que debes devolver el vehículo a la arrendadora.

Algunos contactos

Arfinsa
(81) 8004 8500
Nuevo León

Arrendomóvil de México
(55) 5063 2807
Distrito Federal

Ald Automotive
Distrito Federal

BMW Leasing de México
(55) 9140 8600
Distrito Federal

Clear Leasing
(444) 833 1176
San Luis Potosí

Credicam
(55) 1102 2625
Distrito Federal

Finagil
(722) 214 5533
Estado de México

Leaseplan
(55) 5249 1260
Distrito Federal

Moraleasing
(55) 5567 0249
Distrito Federal

Unirenta
(55) 5668 0850
Distrito Federal

Value Grupo Financiero
(55) 9177 7800
Distrito Federal

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autor El equipo editorial de EMPRENDEDOR.com, que por más de 27 años ha trabajado en impulsar el emprendimiento.