



Johnnie Walker es una marca de whisky escocés ahora propiedad de Diageo que se originó en la ciudad escocesa de Kilmarnock, East Ayrshire. La marca fue establecida por primera vez por el tendero John Walker. Te contamos su historia.
La historia de la marca se remonta a 1805 con John Walker, quien luego de vender la granja de su padre compró una pequeña tienda de comestibles en Kilmarnock, al oeste de Escocia. El joven de 20 años comenzó a vender sus propios whiskys, mezclando whiskys de malta y de grano de diferentes destilerías.
En 1867 se lanzó ‘Old Highland Whisky’, la primera mezcla comercial de la marca y la cual llevó al nombre de Johnnie Walker a la fama y reconocimiento internacional.
Para potenciar su éxito, la familia Walker hizo uso de la tecnología de la época para promocionar su marca. Por ejemplo, en 1870, utilizaron el ferrocarril para transportar su whisky y además, lo promocionaron en carteles y periódicos de la época.
El fundador falleció en 1889, pero su hijo, Alexander Walker continuó mezclando whiskys y expandió el negocio a otras partes de Escocia. En 1909 se introdujo el icónico logo del caminante de Johnnie Walker y en 2009, el eslogan ‘Keep Walking’.
Los whiskys de Johnnie Walker se llaman Red, Black y Blue Label por el color de sus etiquetas. Este sistema de etiquetado se introdujo a principios del siglo XX, cuando los nietos de Johnnie Walker expandieron la gama de whisky de la marca.
El sistema de etiquetado por colores de Johnnie Walker es una forma sencilla de identificar los diferentes whiskys de la marca. Los colores están asociados con diferentes características de sabor, lo que ayuda a los consumidores a elegir el whisky adecuado para sus preferencias.