



MrBeast, el creador de contenido más rico del planeta, ha vuelto a ser tendencia en México, pero esta vez no solo por sus extravagantes retos en YouTube, sino por una serie de eventos que cruzan el entretenimiento digital, la cultura nacional y el negocio de la comida rápida. Mientras su marca de hamburguesas MrBeast Burger se expande en varias ciudades mexicanas bajo el modelo de ‘dark kitchen’, el influencer estadounidense enfrenta una demanda por grabar en sitios arqueológicos del país.
El material, titulado ‘Sobreviví 100 horas dentro de un templo antiguo’, ha generado controversia por mostrar escenas en zonas restringidas y manipulaciones de objetos patrimoniales. Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que se le otorgaron permisos para grabar, la Secretaría de Cultura ha señalado inconsistencias y posibles sanciones.
Y como si eso fuera poco, Jimmy Donaldson (nombre real del influencer) también protagoniza una disputa legal contra la empresa que produce sus hamburguesas. La demanda revela un conflicto serio por el control de calidad y los beneficios económicos del negocio. Así, México se convierte en un tablero clave para entender el impacto y los riesgos del fenómeno MrBeast.
A mediados de 2023, MrBeast inició una demanda contra Virtual Dining Concepts (VDC), la empresa encargada de preparar sus hamburguesas en EE.UU. y otros países. En la querella, el youtuber acusa a la compañía de dañar su reputación al no garantizar la calidad de los alimentos y de anteponer su propio crecimiento comercial sobre la experiencia del consumidor.
Según Donaldson, VDC se ha enfocado más en replicar el modelo con otras celebridades que en cuidar los estándares de MrBeast Burger. La empresa respondió que la demanda se originó porque no aceptaron un nuevo trato que Donaldson propuso para tener más control sobre la marca.
La disputa sacó a la luz un dato clave: entre el lanzamiento y julio de 2022, el negocio generó más de 100 millones de dólares, aunque MrBeast afirma que no ha recibido su parte justa.
La batalla legal pone en entredicho la viabilidad del modelo de cocinas fantasma cuando el control de calidad se diluye en alianzas masivas. Y México, al ser parte de esta red, también se ve afectado por los coletazos del pleito.
A pesar de la controversia, MrBeast también ha ganado terreno en el ámbito comercial. Su cadena de hamburguesas, lanzada en 2020 bajo un modelo de ‘ghost kitchens’, ya opera en siete entidades mexicanas según su página oficial:
Las MrBeast Burgers no se venden en locales físicos. Se preparan en cocinas de restaurantes aliados y se entregan únicamente por apps como Uber Eats, Rappi y Didi Food. El modelo se apoya en la economía on-demand y ha conectado especialmente con el público joven.
En México, estas cocinas ocultas son gestionadas por Foodology, una startup colombiana especializada en este formato que también reparte las tortas de ‘El Chavo del 8’. Este sistema permite escalar el negocio sin inversiones en infraestructura física, aunque también presenta desafíos serios en control de calidad.
Con precios promedio de $180 a $250 pesos mexicanos por combo, la marca busca posicionarse como una experiencia “viral” más que gourmet. Sin embargo, no todo es color de rosa detrás del éxito digital, pues también ha recibido olas de críticas por la mala relación calidad/precio.
El 10 de mayo de 2025, MrBeast publicó un video grabado en lugares como Chichén Itzá, Calakmul y las grutas de Balamcanché. El contenido muestra escenas de alto impacto visual: drones sobre templos, uso de helicópteros y supuestas pernoctas dentro de estructuras prehispánicas.
Aunque las autoridades mexicanas reconocieron que el influencer contaba con permisos, señalaron que varias escenas fueron recreadas y manipuladas digitalmente, dando pie a una representación ficticia de situaciones no autorizadas. La Secretaría de Cultura no descartó acciones legales, acusando uso indebido del material grabado y la difusión de información engañosa.
En redes sociales y foros académicos, las reacciones han sido intensas. Mientras arqueólogos denuncian un uso irresponsable del patrimonio, seguidores del youtuber defienden su contenido como una forma de visibilizar la riqueza cultural de México a escala global.
MrBeast no es solo un influencer. Es una figura con impacto global cuyas acciones pueden sacudir industrias enteras. En México, su historia nos deja dos lecciones: que el patrimonio cultural necesita reglas claras frente al show digital y que el negocio de la comida rápida virtual, aunque rentable, no está exento de riesgos legales y reputacionales.