



Por más que Bill Gates , fundador de Microsoft y el segundo hombre más rico del mundo , está acostumbrado a dar entrevistas todos los días, hacer presentaciones, reunirse con líderes mundiales de todos los campos, elaborar videos y materiales para todo tipo de plataformas, reconoce que no es un predicador . “ He aprendido un poco a hablar en público”, admitió en una entrevista con el diario Wall Street Journal de Estados Unidos.
Y es justamente su dificultad con la oratoria por la que admiraba a su competidor Steve Jobs, el fundador de Apple . En una declaración que nadie esperaba, dijo: “He llegado a un nivel aceptable en cierto sentido para hablar en público, aunque debo reconocer que Steve siempre fue más natural en eso”.
Además, puso de relieve la capacidad del storytelling para conectar el mensaje con emociones que tenía Jobs: “Podía fascinar a las personas por completo que se encontraban en el auditorio”, agregó Bill Gates. Precisamente los dos magnates de la tecnología mantuvieron una gran rivalidad durante treinta años, ya que ambos luchaban literalmente por el liderazgo en tecnología mundial.
Ahora bien: ¿cómo es posible que alguien con tanta experiencia y trascendencia, que utiliza la oratoria cotidianamente, sienta limitaciones en este aspecto? La respuesta es: glofosobia , la fobia a hablar en público que padece más del 75% de las personas en el mundo. Se trata de la dificultad en grados variables de cualquier situación que implique afrontar a un auditorio, dar una entrevista en televisión, o exponerse públicamente.
Empieza por trabajar intensamente para desprogramar algunas creencias limitantes. En verdad son parte de las 10 fantasías frecuentes de quienes padecen de miedo a hablar en público. Se dicen internamente cosas como:
Como observarás hay mucho de absurdo y casi nada de realidad en estas afirmaciones. Para ayudarte, recuerda estos cinco consejos que todo buen orador necesita tener presentes para cualquier situación de exposición pública o interna en tu empresa:
He tenido la oportunidad de entrenar a miles de oradores; recuerdo un caso de una persona prácticamente tartamuda al hablar en público, y lo superó en corto tiempo. Así que, si eres de los que aún tienen miedo, o, peor aún, pánico escénico al hablar en público, el momento es hoy: cuanto más dejes pasar, peor te sentirás.
Hazlo paso a paso y pronto verás cómo aquel miedo “a lo Bill Gates” desaparecerá, y estarás más cerca de ser convincente, atractivo y atrapante como Steve Jobs.