Scarlett Johansson explicó en una entrevista reciente por qué decidió no prestar su voz a ChatGPT, a pesar de la insistencia de OpenAI.
La actriz ha expresado su sorpresa y enojo al descubrir que la compañía utilizó una voz en su asistente que sonaba extremadamente similar a la suya, después de haber rechazado colaborar.
En septiembre de 2023, Scarlett Johansson fue contactada por el CEO de OpenAI, Sam Altman, quien le propuso utilizar su voz para un nuevo asistente de ChatGPT. Altman pensó que la cálida y reconfortante voz de Johansson sería ideal para tranquilizar a las personas que se sienten incómodas con la tecnología de inteligencia artificial. Sin embargo, Johansson declinó la oferta por razones personales.
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A pesar de su negativa, Johansson quedó impactada cuando OpenAI lanzó una demo de ChatGPT con una voz que ella y sus allegados encontraron alarmantemente similar a la suya. Esto ocurrió en mayo de 2024, generando una inmediata reacción tanto de la actriz como de sus fans, que reconocieron la semejanza con su voz en la película “Her”.
Debido a la similitud, Johansson decidió contratar un equipo legal que envió dos cartas a OpenAI, exigiendo explicaciones sobre cómo se desarrolló la voz llamada “Sky”. Según WIRED, la presión ejercida por la actriz y sus abogados llevó a OpenAI a retirar la voz y publicar una disculpa, afirmando que la voz de “Sky” pertenecía a otra actriz y no estaba destinada a imitar a Johansson.
Sam Altman, CEO de OpenAI, admitió que la empresa debería haber comunicado mejor sus intenciones y aseguró que la voz de “Sky” fue seleccionada de entre más de 400 candidatas. Aunque la voz no estaba destinada a imitar a Johansson, la compañía decidió detener su uso para evitar más controversias y asegurar la privacidad de los actores involucrados.
Johansson señaló que en una época donde los deepfakes y la protección de la identidad son temas cruciales, es esencial tener claridad y transparencia en el uso de tecnologías que pueden replicar voces humanas. Esta situación resalta la necesidad de legislación adecuada para proteger los derechos individuales en la era digital.
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Este incidente no solo ha afectado a Johansson y OpenAI, sino que también ha puesto de relieve los desafíos y riesgos asociados con el uso de voces sintéticas y la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento. La capacidad de las IA para crear voces realistas plantea preguntas éticas sobre la imitación y la autorización,
Mientras OpenAI continúa desarrollando sus tecnologías, este caso subraya la importancia de la transparencia y la ética en la creación de voces sintéticas. Las empresas deberán navegar cuidadosamente estos desafíos para evitar conflictos legales y mantener la confianza del público.
La decisión de Scarlett Johansson de no prestar su voz a ChatGPT y la posterior controversia subrayan la necesidad de una mayor regulación y transparencia en el uso de tecnologías avanzadas de IA. Este incidente sirve como un recordatorio de los límites éticos que deben respetarse en la innovación tecnológica.
