
Perlas, trajes rosa y verde, videos virales “stroll to the polls” y miles de mujeres negras caminando juntas hacia las urnas: la sororidad Alpha Kappa Alpha (AKA) se convirtió en un fenómeno global cuando una de sus integrantes más destacadas, Kamala Harris, llegó a la Casa Blanca como primera mujer y primera vicepresidenta negra de Estados Unidos. Pero detrás de ese momento histórico hay más de 115 años de organización, activismo y redes de apoyo que han impulsado a generaciones de mujeres afroamericanas hacia el liderazgo político, profesional y comunitario.
Alpha Kappa Alpha Sorority, Incorporated fue fundada el 15 de enero de 1908 en la Universidad de Howard, en Washington D. C., como la primera organización griega de letras fundada por mujeres universitarias afroamericanas. En ese momento, menos de mil personas negras estaban inscritas en instituciones de educación superior en todo Estados Unidos, lo que subraya el carácter pionero de sus fundadoras.
@jordyn.jenae Congratulations to the newest members of Alpha Kappa Alpha Sorority, Inc. Beta Eta Chapter 🩷💚 welcome to our sisterhood pretty girls 🫶🏽 #alphakappaalpha #1908 #aka1908 #probate #probateseason #greeklife #d9greeks ♬ original sound – Jordyn JeNae
Desde sus inicios, AKA se definió como una organización internacional de servicio con el lema “Service to All Mankind” (Servicio a toda la humanidad), orientada a fortalecer la hermandad, impulsar la educación, apoyar a las familias, construir riqueza económica, defender la justicia social y mejorar el entorno. Hoy suma más de 1,074 capítulos en Estados Unidos y otros países, con programas alineados a objetivos como fortalecer la sororidad, empoderar familias, construir riqueza económica y abogar por la justicia social.
De acuerdo con datos de la propia organización y recuentos académicos, Alpha Kappa Alpha ha iniciado a más de 360,000 miembros en capítulos universitarios y de egresadas en al menos 12 países, y forma parte del llamado “Divine Nine”, el grupo de nueve fraternidades y sororidades históricamente negras fundadas entre 1906 y 1963.
Recientemente, los videos de las pledges o nuevos miembros se han vuelto tendencia en TikTok por sus cánticos y por representar la vida de las fraternidades en Estados unidos.
Kamala Harris se unió a Alpha Kappa Alpha a través del capítulo Alpha de la Universidad de Howard durante su etapa universitaria. Ella misma ha descrito la fundación de AKA como un esfuerzo de mujeres jóvenes que buscaban “crear el cambio social y legal que desesperadamente necesitaban” en un país marcado por el racismo y la segregación.
Durante la campaña presidencial de 2020, sus hermanas de sororidad se convirtieron en uno de sus apoyos más visibles. Medios como Zora y The Guardian documentan cómo las integrantes de AKA y otras organizaciones del Divine Nine organizaron campañas de movilización como “Stroll to the Polls”, en las que se grababan bailando y caminando juntas hacia los centros de votación para incentivar el voto anticipado y combatir la supresión de votantes.
La visibilidad de Alpha Kappa Alpha no es sólo institucional: también es estética y cultural. Sus colores oficiales, salmón-rosa y verde manzana, así como las perlas que lucen muchas de sus integrantes, se han convertido en un código visual que se reconoce de inmediato en Estados Unidos, especialmente entre la comunidad afroamericana.
En la elección de 2020, esa estética dio la vuelta al mundo a través de imágenes virales de mujeres negras, muchas de ellas integrantes del Divine Nine, que “desfilaban” hacia los centros de votación. El movimiento “Stroll to the Polls” se volvió tendencia en redes sociales como Instagram y TikTok con videos de sororidades como Alpha Kappa Alpha animando a votar con coreografías tradicionales de los campus universitarios.
Estos gestos visuales —perlas, colores y “strolls”— han llevado a AKA más allá del entorno universitario y la convirtieron en un símbolo global de sororidad negra, poder colectivo y representación política.
Aunque AKA como organización no puede apoyar formalmente a un partido o candidato específico por su carácter sin fines de lucro, su impacto colectivo es innegable. El “Divine Nine” de fraternidades y sororidades negras se estima en alrededor de cuatro millones de integrantes, una base de mujeres y hombres con altos niveles de educación y fuerte compromiso cívico.
@decorbynywele AKA probate show #UofM #AKA ♬ original sound – Cookie
En años recientes, Alpha Kappa Alpha ha participado en campañas para registrar nuevos votantes, organizar foros de educación cívica, apoyar iniciativas contra la supresión del voto y promover la participación en elecciones locales y federales. Estos esfuerzos se integran a sus programas estratégicos 2022–2026, que incluyen líneas de acción como “Empower Our Families”, “Build Our Economic Wealth” y “Advocate for Social Justice”.
Kamala Harris es hoy uno de los rostros más conocidos de Alpha Kappa Alpha, pero está lejos de ser la única figura influyente que ha salido de esta sororidad. Entre sus miembros y miembros honorarias se encuentran mujeres clave para la historia de los derechos civiles, la cultura y la política estadounidense.
Listas de miembros notables de AKA incluyen a figuras como Coretta Scott King y Rosa Parks, íconos del movimiento por los derechos civiles; la congresista Sheila Jackson Lee; la activista Bernice King; y científicas, empresarias y líderes comunitarias que han ocupado puestos de alto impacto en sus sectores.
En el mundo de las artes y el entretenimiento, la sororidad presume nombres como Phylicia Rashad, Loretta Devine, Maya Angelou, Ava DuVernay, Alicia Keys, Brandy Norwood y otras creadoras y artistas negras que han marcado la cultura popular contemporánea.
Ese listado de mujeres —abogadas, escritoras, cantantes, políticas, activistas— da una idea del papel de AKA como incubadora de liderazgo negro femenino. El peso de esta red no sólo se nota en las urnas, sino en el Congreso, en las cortes, en los medios y en la cultura.
Más de un siglo después de su fundación, Alpha Kappa Alpha se mantiene como una de las instituciones centrales de la vida universitaria y comunitaria afroamericana. Su historia como primera sororidad de mujeres negras, su expansión global y su capacidad para movilizar recursos, votos y atención mediática la convierten en un actor clave para entender el poder político de las mujeres negras en Estados Unidos.
La viralidad de sus campañas —de “Stroll to the Polls” a los hashtags de perlas y rosa por Kamala Harris— es la expresión digital de algo que lleva décadas ocurriendo fuera de cámaras: una red de sororidad que acompaña, forma, impulsa y protege a sus integrantes mientras ocupan espacios de poder.
@pagesix Zahara Jolie-Pitt became an official member of the Alpha Kappa Alpha organization — the first historically Black sorority — at Spelman College in Atlanta. Head to the link in our bio for more details.
♬ original sound – Page Six
En un contexto global donde la representación importa cada vez más, Alpha Kappa Alpha simboliza cómo una organización nacida en un campus segregado a inicios del siglo XX puede transformarse en un motor de liderazgo femenino negro en la política, la economía y la cultura del siglo XXI.
