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¿Eres una pera o una manzana? Los peligros de la grasa abdominal más allá de lo estético

Te explicamos los riesgos de la grasa abdominal, incluyendo tips para disminuir la grasa visceral y los peligros más allá de los estéticos.

Grasa abdominal: No todas las pancitas son creadas igual.
Grasa abdominal: No todas las pancitas son creadas igual. © Cortesía Hospital Houston Methodist

Todos sabemos que hacer ejercicio nos ayuda a mejorar la salud, pero lo cierto es que desde la pandemia hemos pasado más y más tiempo sentados en el escritorio. Esta vida sedentaria hace que se acumule grasa en el estómago y nos sintamos poco atractivos. Sin embargo, la mejor razón para querer perder esa grasa abdominal, también llamada visceral, es porque es muy peligrosa.

“La grasa visceral es un buen indicador del desarrollo de enfermedades metabólicas como la hipertensión, diabetes o condiciones cardiacas”, comenta el Dr. Garth Davis, cirujano bariátrico del Hospital Houston Methodist en un comunicado.

¿Por qué es peligrosa la grasa abdominal?

Se trata de la grasa que se acumula alrededor de la barriga y los órganos internos. Es peligrosa porque produce sustancias químicas que pueden dañar el cuerpo y aumentar el riesgo de enfermedades graves como la diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Además, la grasa abdominal también puede hacer que sea más difícil respirar y moverse cómodamente.

Desde luego que, al perder peso, se pierde en consecuencia esa grasa visceral también, que es justamente la que se encuentra debajo de las paredes del abdomen y que rodea a los intestinos. Comúnmente le llamamos “la panza”.

No toda la grasa es creada igual

Según explica el especialista del Hospital Houston Methodist, la mayor parte de la grasa que tenemos por debajo de la piel se le llama grasa subcutánea y la podemos tener rodeando los lados de la cadera, glúteos, muslos y brazos; y aunque pueda parecernos cosméticamente desagradable, no es un tipo de grasa particularmente dañina.

Por otro lado, la pancita (o panzota) es sumamente peligrosa. Se acumula de manera profunda en la cavidad abdominal y empuja hacia afuera al estómago. Se le llama grasa visceral porque rellena los espacios entre los órganos como el estómago y los intestinos.

“Entre más peso tenga una persona, las áreas estándar donde se acumula la grasa se saturan y se comienza entonces a depositar alrededor de los órganos abdominales y también alrededor del corazón. Cuando realizamos cirugías bariátricas notamos que el estómago de los pacientes está lleno de grasa, pero también lo están el hígado, los intestinos y todos los demás órganos”, indica el Dr. Davis.

Esta grasa secreta sustancias llamadas citoquinas que potencian las condiciones cardiacas y hacen que el cuerpo sea menos sensible a la insulina, lo que puede ocasionar diabetes. También producen un precursor de la angiotensina, una proteína que causa que los vasos sanguíneos se contraigan generando que la presión arterial suba.

La pancita (o panzota) es sumamente peligrosa / Imagen: Depositphotos.com

¿Eres una pera o una manzana?

La manera más precisa de determinar cuánta grasa visceral tienes es haciéndote una resonancia magnética o una tomografía computarizada. Sin embargo, hay formas más simples de saber si tienes más grasa visceral o subcutánea.

La primera es la forma de tu cuerpo.

  • Personas con “forma de pera”: se caracterizan por tener caderas más grandes y tienden a tener más grasa subcutánea.
  • Personas con “forma de manzana”: tienen cinturas más amplias y tienen mucha grasa visceral.

Con una cinta métrica puedes medir tu circunferencia de cintura y si es mayor de 88 cm en mujeres y de 102 en hombres, indica una cantidad alta y peligrosa de grasa visceral. Para hacer correctamente esta medición, coloca la cinta métrica a la altura del ombligo y no de la parte más angosta del torso. Recuerda no apretar la cinta al medirte, pero tampoco la pongas demasiado suelta.

Si tu cuerpo es demasiado largo, quizá esas medidas no sean significativas y lo mejor es estar consciente y monitorear con regularidad si la cintura está creciendo. Eso te puede dar una buena idea de si estás ganando grasa visceral.

Cómo puedes combatir la grasa abdominal

Primero lo primero: Todos tenemos alguna predisposición genética a depositar grasa de manera diferente. Las hormonas también juegan un papel importante, por eso se ve que los hombres de mediana edad depositan grasa mayormente en medio mientras que las mujeres la llevan en sus caderas y muslos.

Además, no existen medicamentos para bajar de peso que vayan dirigidos en específico a la grasa del estómago y la cirugía bariátrica está solo indicada para personas con obesidad mórbida que tienen un IMC (Índice de Masa Corporal) de al menos 40. La buena noticia es que la grasa del estómago se pierde fácilmente, solo se necesita trabajarlo.

El Dr. Davis explica qué hacer:

  • Dieta: No existe ninguna dieta especial que reduzca la grasa visceral únicamente. El Dr. Davies recomienda a sus pacientes comer una dieta predominantemente basada en plantas, frutas, verduras, legumbres y baja en azúcares, carne, leche, huevo y productos procesados.
  • Ejercicio: No es posible hacer ejercicio dirigido específicamente a perder grasa visceral pero cuando se pierde peso, habitualmente la grasa del estómago se va primero. El Dr. Davies sugiere a sus pacientes ser activos, pero no matarse con el ejercicio. Basta con 30 minutos a una hora de ejercicio 5 días a la semana y entre 8,000 a 10,000 pasos diarios, que harán una notable diferencia.
  • Sueño: Tener suficientes horas de sueño es fundamental. Se sabe que las personas que duermen entre 6 y 7 horas por noche ganaron menos grasa visceral que las que duermen menos de 5 horas o más de 8 por noche.
  • Estrés: Haz lo mejor que puedas para limitarlo. Reúnete con amigos y familia, relájate en la naturaleza, medita y haz ejercicio.

Alimentación Salud
autor El equipo editorial de EMPRENDEDOR.com, que por más de 27 años ha trabajado en impulsar el emprendimiento.