Vice Media, que en 2017 valía 6,000 millones de dólares, se declaró en quiebra el pasado 16 de marzo, pero no cayó sola. Durante las siguientes 48 horas, otras seis grandes empresas solicitaron la protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 de las leyes mercantiles en Estados Unidos. Según datos y análisis de Bloomberg, se trata del período más activo de quiebras desde la crisis inmobiliaria de 2008.
Las empresas ‘caídas’ en solo dos días son:
Antes de la racha de quiebras iniciada por Vice, empresas de renombre como Bed, Bath & Beyond y David’s Bridal cayeron en bancarrota. Mientras tanto, el gigante de los plásticos Tupperware advirtió en abril pasado que podría seguir el mismo camino.
“Las empresas de todos los sectores están luchando con costos de intereses más altos, lo que hace que sea más difícil refinanciar préstamos y bonos, mientras que los ejecutivos corporativos están siendo objeto de un mayor escrutinio por parte de inversores y acreedores”, explican desde Bloomberg.
El medio explica que la razón es el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal, diseñadas para controlar la inflación. La consecuencia es una crisis crediticia y de deuda: como los intereses subieron, las empresas no alcanzan a cubrir los pagos sus deudas y caen en impago. Justo eso podría pasarle a Estados Unidos como país si no logra reunir los fondos para pagar su deuda antes del 1 de junio de 2023.
Y, como pasa con cualquier crédito que no pagas en tiempo y forma, los intereses crecen hasta que se vuelve impagable, paralizando a las empresas con grandes cargas de deuda.
En este escenario, el deudor puede declararse en quiebra o buscar un refinanciamiento. ¿El problema? Las instituciones financieras no pueden prestar más dinero porque otros clientes tampoco han pagado sus créditos, así que los capitales dejan de circular y ocurren este tipo de situaciones.
“Una declaración de quiebra no es necesariamente una sentencia de muerte para una empresa. Las quiebras tienden a acabar con los accionistas y dan a las empresas la oportunidad de reestructurar su deuda y salir adelante con un balance más saludable. Aun así, un repunte en las solicitudes de quiebra demuestra claramente el aumento de la tensión económica”, señalan desde Business Insider.
De acuerdo con Moody’s y S&P Global sugieren que la racha de bancarrotas apenas empieza y podría durar todo el año. La primera predice que los incumplimientos de las empresas con deuda especulativa aumentarán al 4.9% para marzo del 2024. En el primer trimestre del 2023 fue de 2.9%.
A la par, S&P Global calcula que la tasa de incumplimiento para las empresas con calificación “basura” llegará al 4% para fin de año. Eso es más del doble que el 1.7% registrado a fines de marzo pasado.
En cuanto a los sectores más afectados, destaca el sector financiero, que está bajo presión tras el colapso de Silicon Valley Bank, First Republic Bank y otros. Más allá, ninguna industria parece estar a salvo de la crisis crediticia.
“Si una empresa se volvió demasiado agresiva cargando deuda durante la era de las tasas de interés bajas, es probable que pronto sienta el dolor”, subraya BI.
