Los creadores de ChatGPT advierten sobre los posibles cambios en las normas sociales debido a los vínculos emocionales que los usuarios podrían desarrollar con el bot de inteligencia artificial.
A medida que la inteligencia artificial avanza y se vuelve más sofisticada, OpenAI ha expresado su preocupación por el impacto que ChatGPT podría tener en las relaciones humanas, especialmente si los usuarios desarrollan una dependencia emocional hacia el bot.
OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, ha lanzado recientemente una advertencia sobre los riesgos asociados con su última función, el Voice Mode, que permite a la IA responder con un tono y una emoción casi humanos. Según la compañía, esta capacidad podría llevar a los usuarios a formar lazos emocionales con el chatbot, un fenómeno conocido como antropomorfización. Esto significa que las personas podrían empezar a ver a ChatGPT como algo más que un simple programa, lo que podría alterar sus interacciones con otras personas.
La preocupación principal es que estos vínculos emocionales puedan reducir la necesidad de interacción humana, especialmente en individuos que ya se sienten solos o aislados. OpenAI señala que, aunque esta tecnología podría ofrecer consuelo a algunos, también podría perjudicar las relaciones saludables y cambiar la forma en que las personas se comunican entre sí.
Uno de los aspectos más alarmantes de esta situación es cómo podría afectar las normas sociales. OpenAI ha señalado que los usuarios pueden interrumpir y redirigir la conversación con ChatGPT en cualquier momento, algo que es aceptable en las interacciones con IA, pero considerado descortés en la comunicación humana. Con el tiempo, esta costumbre podría trasladarse a las interacciones reales, alterando las normas de cortesía y respeto.
Además, OpenAI ha observado que algunos usuarios han comenzado a expresar sentimientos de apego hacia ChatGPT, como si estuvieran conversando con un amigo o confidente. Esto plantea preocupaciones sobre la posibilidad de que las personas se vuelvan emocionalmente dependientes de la IA, lo que podría tener consecuencias negativas para su bienestar mental y emocional.
Aunque OpenAI ha implementado medidas para evitar que el chatbot imite voces humanas de manera indebida, aún no ha encontrado una solución clara para evitar la dependencia emocional de los usuarios. La compañía planea seguir investigando este fenómeno y su impacto a largo plazo en las interacciones humanas y sociales.
