Un niño británico de siete años estuvo a punto de perder sus vacaciones debido a que su solicitud de pasaporte fue rechazada. ¿La razón? Su segundo nombre, Skywalker, que está vinculado a los derechos de autor de Disney. Este incidente ha generado un debate sobre el uso de nombres inspirados en personajes ficticios.
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Loki Skywalker Mowbray, nacido en mayo de 2017, lleva un nombre que rinde homenaje a dos grandes universos: Marvel y Star Wars. Sin embargo, la Oficina de Pasaportes del Reino Unido inicialmente rechazó su solicitud por una posible infracción de derechos de autor.
Loki Skywalker Mowbray, hijo de una familia británica fanática de Star Wars, se encontró en una situación complicada cuando su solicitud de pasaporte fue rechazada. Su segundo nombre, Skywalker, pertenece a uno de los personajes más icónicos de la saga de Star Wars y está protegido por los derechos de autor de Disney. Esto llevó a que las autoridades solicitaran a la familia que cambiara el nombre del niño o consiguiera un permiso de la compañía.
El caso de Loki no es el primero en enfrentarse a problemas legales por derechos de autor en nombres. Otro incidente similar ocurrió con una niña llamada Khaleesi, en referencia a un personaje de Game of Thrones. La creciente tendencia de los padres a usar nombres inspirados en la cultura popular está creando conflictos con las leyes de propiedad intelectual. Aunque el nombre es parte de la identidad personal del niño, en muchos países, los nombres relacionados con marcas o personajes protegidos pueden generar restricciones.
Después de un intercambio entre la familia y la Oficina de Pasaportes del Reino Unido, las autoridades finalmente aprobaron la solicitud de pasaporte, permitiendo que la familia Mowbray disfrutara de sus vacaciones planificadas. Sin embargo, este caso ha dejado en evidencia la necesidad de revisar las normativas sobre el uso de nombres inspirados en personajes de ficción y cómo los derechos de autor interfieren en aspectos de la vida cotidiana.
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El caso de Loki Skywalker Mowbray abre una discusión sobre la interacción entre la identidad personal y las leyes de propiedad intelectual. Aunque el problema fue resuelto para la familia, esta situación subraya la importancia de comprender las implicaciones legales al elegir nombres basados en personajes populares. A medida que los nombres inspirados en la cultura pop se vuelven más comunes, será necesario equilibrar el respeto a los derechos de autor y el derecho de las personas a elegir los nombres de sus hijos.
