



Neuralink, la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, recibió autorización de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para iniciar sus primeras pruebas clínicas en humanos, según anunció la propia compañía.
Fundada por Musk en 2016, Neuralink comenzó a implantar sus dispositivos en animales dos años después, y desde entonces pronosticó que “pronto” podría hacerlo en cerebros humanos. Sin embargo, la biotecnológica del multimillonario buscó la aprobación para los ensayos con personas hasta principios de 2022.
En diciembre, el CEO de Tesla, Twitter y SpaceX dijo que Neuralink estaría “lista para comenzar a implementar los primeros implantes cerebrales en seis meses”, según recoge Hipertextual. No obstante, en marzo pasado la FDA rechazó su solicitud para realizar pruebas en humanos, señalando problemas como la posibilidad de que los cables se movieran o que el chip pueda sobrecalentarse.
Menos de tres meses después de aquella negativa, este jueves 25 de mayo la compañía anunció la decisión en sus redes sociales:
“¡Nos complace compartir que hemos recibido la aprobación de la FDA para lanzar nuestro primer estudio clínico en humanos!”, escribió Neuralink en Twitter.
De acuerdo con la publicación, “es el resultado de un trabajo increíble realizado por el equipo de Neuralink en estrecha colaboración con la FDA y representa un primer paso importante que algún día permitirá que nuestra tecnología ayude a muchas personas”.
La empresa agregó que “el reclutamiento aún no está abierto” para participar en el ensayo clínico, pero adelantaron que pronto darán más información.
Los implantes cerebrales podrían ayudar en el tratamiento de trastornos neuronales y otras afecciones médicas. Según Neuralink, podrán registrar la actividad cerebral para transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales, como el habla o el movimiento en manos, brazos y piernas.
Aunque existen otras interfaces cerebro-computadora, Neuralink busca ser el primero en mejorar el funcionamiento cognitivo.
Esto significa que los implantes podrían potenciar la capacidad del cerebro humano para que pueda competir, desde una posición más equitativa y en caso de ser necesario, con tecnologías como la inteligencia artificial y otras más avanzadas que surjan en el futuro.
¿Te apuntarías para probar el implante cerebral de Elon Musk?