Hace solo un par de semanas, a fines de mayo, Neuralink obtuvo la autorización para probar sus polémicos chips cerebrales en humanos, una decisión clave para la empresa y los accionistas. La aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aceleró la valorización de la startup de Elon Musk, que alcanzó los 5,000 millones de dólares en tiempo récord y podría llegar a los 7,000 millones próximamente.
De acuerdo con un reporte de Reuters, hace 2 años Neuralink fue valorada en 2,000 millones de dólares, luego de recaudar 205 millones en una ronda de financiamiento.
Desde entonces, la compañía del multimillonario sudafricano ha sumado 3,000 mdd a su valoración estimada, cotizándose actualmente en unos 5,000 millones de dólares. Los informantes citados calculan que el valor de las acciones en poder de algunos de los empleados se ha disparado un 150% en éstos 2 años.
Neuralink tiene como objetivo introducir tecnología de interfaz neuronal que pueda estimular la actividad cerebral. Estos implantes cerebrales podrían ayudar en el tratamiento de trastornos neuronales y otras afecciones médicas.
La empresa asegura que sus chips podrán registrar la actividad cerebral para transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales, como el habla o el movimiento en manos, brazos y piernas; por ejemplo, en pacientes que sufeen parálisis parcial o total.
Aunque existen otras interfaces cerebro-computadora, Neuralink busca ser el primero en mejorar el funcionamiento cognitivo.
Esto significa que los implantes podrían potenciar la capacidad del cerebro humano para que pueda competir, desde una posición más equitativa y en caso de ser necesario, con tecnologías como la inteligencia artificial y otras más avanzadas que surjan en el futuro.
Por supuesto, el proyecto de Elon Musk va mucho más lejos. El magnate de casi 52 años ha dicho que, en un futuro, esta tecnología podría abrir la puerta al tratamiento integral de la salud mental e incluso a la telepatía. También representaría la máxima integración conexión cerebro-máquina, ya que permitiría acciones como manejar software y aparatos con la mente.
Neuralink había proyectado comenzar las pruebas en humanos para 2022, pero la FDA lo retrasó citando preocupaciones de seguridad, acusaciones de maltrato animal y otros conflictos de interés.
La agencia explica que este crecimiento se debe a “operaciones bursátiles secundarias ejecutadas de forma privada”, según varias fuentes cercanas a Neuralink.
Las operaciones secundarias son aquellas que realizan los accionistas existentes, como los empleados y primeros inversores. Estas tienen un volumen reducido, lo que puede distorsionar las estimaciones de valoración. En contraste, las rondas de recaudación de fondos o las ofertas públicas iniciales buscan atraer nuevos inversores en una escala más amplia.
Los intercambios secundarios y la valoración de 5 mdd tuvieron lugar antes de obtener la aprobación de la FDA para iniciar ensayos con cerebros humanos. Ahora, esa ‘luz verde’ de las autoridades estadounidenses, recibida el 25 de mayo, parece haber rewavivado el entusiasmo de los inversores y las transacciones privadas.
El reporte señala que, después del fallo de la FDA y en los últimos días, las acciones de Neuralink se han ofrecido a los inversores de forma privada por 55 dólares cada una, según un correo electrónico visto por Reuters. Calculan que este precio implica una valoración de 7,000 millones para la startup de Elon Musk, pero hasta ahora se desconoce si han encontrado compradores a ese precio.
