
El mundo del espectáculo en México está de luto. Este 4 de diciembre de 2025 falleció Eduardo Manzano, “El Polivoz”, a los 87 años, confirmó su familia a través de un sentido mensaje en redes sociales. Con su partida se va una de las voces más emblemáticas de la comedia nacional, cuyo legado marcó generaciones enteras.
La noticia del fallecimiento de Eduardo Manzano fue confirmada la mañana de este viernes por su hijo, mediante una publicación en redes sociales en la que expresó dolor y agradecimiento por las muestras de cariño recibidas.
Aunque aún no se han dado a conocer públicamente las causas de su muerte, la noticia conmovió al mundo del entretenimiento y a millones de fans, quienes destacan su talento, humanidad y trayectoria.
Eduardo Eugenio Manzano Balderas nació el 18 de julio de 1938 en la Ciudad de México. Sus primeros pasos artísticos los dio en radio y teatro como imitador de voces, inspirado en figuras de la época.
Fue en la década de 1960 cuando su carrera dio un giro decisivo. Junto a Enrique Cuenca, conformó el dúo cómico “Los Polivoces”, donde ambos presentaban sketches y personajes que se convirtieron en parte del imaginario colectivo mexicano.
Entre sus personajes más recordados figuraban el comandante Agallón Mafafas, Gordolfo Gelatino, Don Teofilito y el “Wash and Wear”. Su humor, a veces ácido, siempre punzante y cargado de sátira social, lo consolidó como un referente de la comedia nacional.
Tras su etapa con Los Polivoces, Manzano continuó su carrera con proyectos propios. Estelarizó su programa El Show de Eduardo II, transmitido entre 1976 y 1981, donde mantuvo su estilo cómico singular.
Ya en las nuevas generaciones, volvió a ponerse frente a la cámara y ganó una renovada popularidad al interpretar a Arnoldo López en la serie “Una Familia de Diez”. Esta producción acercó su humor a públicos más jóvenes y reafirmó su vigencia en el siglo XXI.
Además, incursionó en cine con títulos como la comedia que protagonizó junto a Roberto Gómez Bolaños en 1970, por mencionar solo un ejemplo de su versatilidad y capacidad de adaptación.
Con la muerte de Eduardo Manzano se cierra un capítulo fundamental de la comedia mexicana.
Su humor, talento y versatilidad trascendieron generaciones: desde los escenarios radiofónicos y teatrales hasta la televisión moderna.
Aunque no deja un legado empresarial formal, su trayectoria demuestra que reinventarse y mantenerse vigente en la industria es, en sí, un arte y un emprendimiento de vida. Su ausencia deja un enorme vacío, pero su memoria seguirá viva en las risas y los recuerdos de millones.
