Mrs. Fields, ni su esposo creía en ella, pero creó la franquicia de galletas más famosa del mundo
Al igual que millones de emprendedoras en el mundo, Debbi se enfrentó con problemas para capitalizar su negocio, pues es justamente este uno de los principales retos para ellas.
Detrás de Mrs. Fields, exitosa compañía dedicada a la repostería, se encuentra Debra Jane Sivyer, mejor conocida como Debbi Fields, una mujer que se convirtió en una fuente de inspiración para la comunidad emprendedora, especialmente para las mujeres, quienes, al igual que ella, han tenido que superar diferentes obstáculos en el camino a materializar sus sueños.
Debbie, al igual que millones de emprendedoras en el mundo, se enfrentó con problemas para capitalizar su negocio, pues es justamente este uno de los principales retos para ellas. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la brecha de financiación de las microempresas y las pymes lideradas por mujeres asciende a 1.7 billones de dólares.
Conoce esta inspiradora historia empresarial alrededor de la mujer que creó una exitosa compañía, así como las claves para triunfar en el mundo de los negocios.
Una mujer apasionada por la repostería
Debra Jane Sivyer nació un 18 de septiembre de 1957 en Oakland, California. Desde pequeña mostró interés por la repostería, y a sus 13 años ya dominaba el arte de hornear galletas, mismas que ofrecía a su familia y amigos de quienes recibía, por lo general, reacciones positivas.
Era tal su interés en esta labor que, con ayuda de una de sus hermanas, encontró un trabajo como ball girl, (niña que recogían las pelotas de foul durante un partido de béisbol) que le pagaba 5 dólares por hora. Ese dinero lo invertía en ingredientes para seguir horneando.
Su paso por la escuela no fue el más sobresaliente y, bajo la crianza que recibió de ser una ama de casa ejemplar, a los 19 años, tras terminar la educación media superior, se casó con Randall Fields, un graduado de Stanford 10 años mayor que ella.
Aunque disfrutaba de su vida en el hogar en donde tenía oportunidad de seguir haciendo lo que más le gustaba: hornear e incluso perfeccionar su receta, un encuentro con un cliente de su esposo quien la humilló por no decir correctamente una palabra, fue lo que la hizo darse cuenta de que quería algo más para su vida.
Tras ese momento, Debbi comenzó la búsqueda para encontrar un nuevo propósito. En su mente resonaba la voz de su padre quien le inculcó que la riqueza no se trataba de dinero sino de hacer lo que te apasiona, fue así como llegó la idea: llevar su pasión por las galletas a un nuevo nivel a través de un negocio propio.
El nacimiento de las galletas Mrs. Fields
Así, en 1977, a un año de haber contraído matrimonio, Sivyer abrió su primera tienda de repostería, “Mrs. Fields Cookies”, en un centro comercial de Palo Alto. Para llegar a esto, tuvo que enfrentarse a sus primeros obstáculos empresariales: problemas para financiarse siendo mujer y el que las personas, incluso su círculo más cercano como su esposo y familia, no creyeran en ella.
Nada de esto la detuvo pues tocó la puerta de varios bancos para obtener el capital que necesitaba, aún si esto significara aceptar una tasa de interés superior al 21%; por el otro lado, hizo oídos sordos a los cuestionamientos de sus familiares y les demostró que sí podría… y así fue.
Pronto, su tienda se convirtió en todo un éxito empresarial pues sus galletas hechas con ingredientes de la más alta calidad, su receta especial y la capacidad de relacionarse con los clientes, le permitieron tener un crecimiento extraordinario.
Una expansión que enterró cualquier cuestionamiento
De 1977, cuando inició su vida empresarial, a 1988, pasó de tener una sola tienda en una plaza comercial a ser líder de una empresa con más de 275 sucursales en diversas sedes, tanto de Estados Unidos como en cinco países más.
Para la propia Debbi Fields, su modelo de negocio basado en la calidad por encima del dinero fue clave del éxito. La empresaria estableció una política en sus sucursales para que sus galletas siempre estuvieran frescas y calientes al momento de servirse, y si pasaban dos horas de haber salido del horno, el producto se entregaba a la Cruz Roja para fuera regalado a los donadores de sangre.
El éxito de Mrs. Fields Cookies no paraba por lo que, en 1990, decidió vender la empresa a una compañía de inversiones, quien le dio a la aclamada repostera $100 millones de dólares. Esto contribuyó a reforzar la expansión y para 1993, ya contaba con cerca de 780 tiendas. Aunque ya no está al mando de la compañía, sigue colaborando como consultora y portavoz.
Debbi Fields también creó una sólida marca personal que le permitió escribir libros bestsellers sobre repostería y su misma autobiografía para inspirar a más personas. También tuvo apariciones en TV como en el show “Debbi Fields’ Great American Desserts”.
Lecciones de Debbie Fields que podrías replicar
Debbi Fields y su empresa Mrs. Fields Cookies son una fuente de inspiración para las mujeres emprendedoras. Si al igual que ella quieres comenzar tu propio negocio, estas son algunas de las lecciones que nos deja su historia:
El fracaso es señal de que algo no está funcionando correctamente y hay que intentar algo nuevo, asegura Sivyer, y esto lo comprobó cuando inauguró su tienda.
El primer día de operaciones, su entonces esposo le apostó que no vendería ni $50 dólares. El tiempo transcurría y no había conseguido ni un solo cliente, pero ella estaba decidida a demostrarle a su pareja y a sí misma que su proyecto triunfaría, por lo que decidió salir del local a ofrecer pruebas gratuitas a los visitantes de la plaza, el resultado: atrajo comensales y ese día ganó $75 dólares.
No desistir a pesar de recibir uno o varios “no” por respuesta
Aunque la empresaria recurrió a varias instituciones bancarias para obtener los fondos que necesitaba, lo único que escuchaba eran negativas a financiar su proyecto. Pese a que pudo haber desistido, decidió no bajar los brazos y seguir tocando cuantas puertas fueran necesarias pues sabía que, en algún lado, alguien confiaría en ella y su negocio.
Crea un plan de negocios sólido
Previo a iniciar su búsqueda de financiamiento, Debbi desarrolló un documento con la descripción detallada de su proyecto, mismo que la acompañaría a cada banco. Incluso llevó su producto como parte de sus argumentos.
La calidad es fundamental, si una decisión económica puede afectarla, considera si realmente vale la pena
Así como cuando tuvo la oportunidad de cambiar de pasas por unas más baratas pero que tenían menos sabor, la dueña de Mrs. Fields Cookies decidió no sacrificar la calidad de su producto que era lo que más valoraban sus clientes.
El caso de Debbie Fields es un claro ejemplo de que el emprendimiento femenino puede llegar a ser tan exitoso como se desee. Las limitantes siguen existiendo, pero esto no es impedimento para que una emprendedora logre materializar sus sueños a base de inteligencia, esfuerzo, resiliencia y creatividad.