



Desde que organizó un simposio universitario en Guadalajara y conoció a los fundadores de CONTPAQi, Marlene García supo que su futuro estaría en la tecnología. Treinta años después, la ingeniera jalisciénse dirige una de las empresas de software administrativo más importantes del país, demostrando que el liderazgo femenino en STEM no solo es posible, sino indispensable para la innovación mexicana.
Marlene García estudió Ingeniería en Sistemas en Guadalajara en los años noventa, una época en que pocas mujeres se aventuraban en carreras tecnológicas. Desde entonces tuvo claro que su destino no sería el tradicional. “Mi papá, también ingeniero, me decía: ‘¿para qué estudias eso si te vas a casar?’ Y yo le respondí: ‘¿y si no me caso?’”, recuerda.
Fue durante la organización de un simposio estudiantil donde conoció a CONTPAQi, empresa mexicana de software administrativo fundada en Jalisco en 1984. Fascinada por la visión de sus creadores, tocó la puerta del entonces director José Luis de Alba… y así comenzó una carrera de más de tres décadas en la misma compañía.
García ingresó al área de desarrollo en 1993, justo antes del “efecto tequila”, una crisis que golpeó a toda Latinoamérica. En lugar de detener su crecimiento, esa coyuntura la llevó a Monterrey, donde conoció de cerca el área comercial y el servicio al cliente. Ese traslado sería clave para su formación:
“Pasé de programar a entender las necesidades reales del usuario”, relata.
A lo largo de los años, Marlene escaló por diversas áreas de la compañía: desarrollo, comercio exterior, recursos humanos, servicio al cliente y operaciones. En cada puesto, dejó huella. Bajo su liderazgo en desarrollo humano, consolidó la cultura corporativa conocida como “corazón azul”, un sello que promueve la empatía, la inclusión y la mejora continua. “No se trataba solo de nuestros colaboradores, sino también de nuestros distribuidores y socios”, explica.
Cuando asumió posiciones de liderazgo, García enfrentó los retos propios de ser mujer en una industria dominada por hombres. “Tienes que hacerte notar, competir igual y demostrar que sabes”, confiesa. Pero también reconoce que su crecimiento fue posible gracias a una cultura organizacional incluyente.
“Desde sus fundadores, CONTPAQi siempre ha impulsado a las mujeres”, dice.
Hoy, su comité directivo está conformado por 50 % de mujeres y 50 % de hombres, una decisión que, asegura, tomó con convicción y esfuerzo: “A veces cuesta encontrar mujeres, pero debemos impulsar a las que vienen detrás”.
La ejecutiva cree firmemente en la capacitación constante. Ha cursado diplomados en el IPADE y otras instituciones, y fomenta la educación continua entre su equipo. “No esperes a que alguien invierta en ti. Inviértele tú. Hoy tienes acceso a cursos, libros y diplomados en línea”, subraya. Ella misma lee de dos a tres libros al mes sobre liderazgo, empoderamiento e innovación tecnológica.
Su paso por la dirección de servicio marcó uno de sus aprendizajes más duros: “Tuve que hacer cambios fuertes, incluso despedir a gente amiga. Fue doloroso, pero necesario para el bien de la organización”. Ese episodio le enseñó que liderar también implica tomar decisiones difíciles con empatía y propósito.
Hoy, García dirige la estrategia de transformación digital de CONTPAQi, enfocada en inteligencia artificial y soluciones en la nube. “Estamos completando toda nuestra línea de productos con IA y agentes inteligentes”, explica. La empresa ya prepara nuevos lanzamientos para 2025 en el marco de su convención anual en Madrid.
Además, impulsa la capacitación interna y externa en IA: “No solo formamos a nuestros ingenieros, también a contadores y distribuidores. Todos deben entender cómo estas tecnologías pueden agregar valor”.
Bajo su dirección, la compañía apunta al mercado hispano de otros países, reforzando su posición como referente en software contable y fiscal. En México, productos como CONTPAQi Despachos, Tesorería en la Nube y Analyza integran funciones de inteligencia artificial diseñadas para apoyar a pymes y contadores en la toma de decisiones
Más allá de los logros profesionales, Marlene es madre y esposa. “No es sencillo, todos los días busco ese equilibrio. Mi esposo ha sido un gran apoyo”, reconoce. Hoy, con hijos adultos, sigue aprendiendo a conciliar ambas facetas. “Pido humildad y sabiduría todos los días para equilibrar lo personal y lo profesional”, confiesa.
Si pudiera hablar con su yo de hace 30 años, se daría dos consejos: “Disfruta más a tus hijos, porque el tiempo vuela. Y aprende de las personas que piensan distinto a ti, de ellas vienen las lecciones más valiosas”.
Esa filosofía define su liderazgo: humano, curioso y resiliente.
Marlene García es un ejemplo tangible de cómo la perseverancia, la educación continua y la empatía pueden transformar el liderazgo en la industria tecnológica mexicana. Desde su silla al frente de CONTPAQi, impulsa un modelo de gestión que combina innovación con valores humanos, y abre camino para las futuras generaciones de mujeres en STEM que, como ella, se atrevieron a tocar la puerta correcta.