De las grandes crisis surgen las grandes oportunidades. Fue el caso de Nekutli, que nació en 1998 cuando Manuel Cruz produjo tequila que no pudo vender pues las tequileras no quisieron comprarle. Él perdió dos casas y sus socios sus ranchos.
¿Qué hacemos con la siembra de agave?, era la pregunta. Manuel empezó a buscar otras opciones y encontró una tesis de 1955 del Instituto Politécnico Nacional que exponía que la planta también produce un tipo de azúcar: jarabe de agave.
El hoy CEO de Nekutli desarrolló un proceso tecnológico para hacer su primer producto: Vivente, jarabe de agave orgánico. Esto lo logró gracias a una asociación con una comunidad Ñähñu (otomí) del Valle de Mezquital, que también ya no sabía qué hacer con cerca de 700 hectáreas de agave porque ya no se consumía pulque.
Hoy, Nekutli tiene 90 productos terminados; 25 años en el mercado, dos patentes; certificaciones orgánicas a nivel internacional y exporta el 88% de su producción a 23 países. A sus productores orgánicos les paga con comercio justo. En 2021 ganaron dos Goula Awards, hoy Premios Goula, que son los premios que reconocen empresas en la industria alimentaria por sus buenas prácticas sociales, nutricionales y ambientales.
Cuando Manuel supo que la planta de agave es rica en fructanos (prebióticos que estimulan el crecimiento de bacterias benéficas para el organismo), comenzó a producir otras dos cosas: inulina de agave orgánico y endulzante.
“Tiempo después empezamos a hacer productos terminados porque las empresas a las que les vendíamos materias primas nos apretaban mucho con el precio”, explica Manuel.
Nekutli hacía la investigación y el desarrollo y otras compañías eran las que sacaban beneficio. Entonces, en 2006 decidieron empezar a crear sus productos y marcas propias. Entre ellas: Vital Ice que son helados orgánicos recomendados por la Asociación Mexicana de Diabetes. También producen mermelada orgánica de fresa y chía; cereales, chocolates, miel de maguey, amaranto y quinoa.
Manuel Cruz, CEO de la empresa Nekutli y ganador de la 2a. edición de Premios Goula con el reconocimiento de:
CATEGORÍA TRANSPARENCIA E IMAGEN
Es el único helado que cumple con la Ley de Productos Orgánicos en México. Sin colorantes, saborizantes o ingredientes artificiales, adicionados con fibra soluble orgánica de agave y endulzados con fibra de jarabe orgánico.
NEKUTLI: Helados orgánicos VITAL ICE
CATEGORÍA: IMPACTO SOCIAL NUTRICIÓN
Rescata la actividad económica de dos comunidades que perdieron su fuente de ingresos ante la prohibición del pulque por razones sanitarias.
NEKUTLI: Jarabe de agave Viviente.
El próximo 12 de julio se llevará a cabo la premiación de los Premios Goula en su tercera edición en la Universidad Centro de la Ciudad de México. Estos reconocimientos son para empresas y proyectos sostenibles y conscientes de la industria alimentaria en México.
El 12 de julio se dará a conocer los finalistas y ganadores de la tercera edición de los Premios Goula. Este año hubo 236 empresas inscritas de 25 estados de la República, un incremento de 81.5% con respecto a la entrega pasada.
Para David Roldán, director general de Goula, lo más importante es cultivar la consciencia alimentaria. “Si somos conscientes del impacto social y ambiental que debe tener nuestra empresa vamos a cambiar”, asegura.
Karina Paucic, directora de Premios Goula, señala que este galardón es para las empresas que realmente están haciendo las cosas bien.
La transformación de tu emprendimiento en la industria de alimentos y bebidas es posible si generas consciencia alimentaria fortaleciendo la cultura de las prácticas conscientes. Si educas al público y avivas la conversación sobre sostenibilidad. Y si sumas cada vez más actores y proyectos”.
Karina Paucic, directora de Premios Goula.
“La sostenibilidad dentro de las empresas no es natural. Tiene que haber un proceso de consciencia para que eso empiece a ser algo relevante. Luego accionas y te pones a investigar quién lo está haciendo bien. La sustentabilidad no son transacciones, sino transformaciones a largo plazo”, afirma Gustavo Pérez, director de responsabilidad social y sustentabilidad en Grupo Restaurantero Gigante México.
Daniela Mijares, presidenta ejecutiva de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), señala que el sector restaurantero genera 2.1 millones de empleos. Uno de cada cinco jóvenes trabaja en un restaurante y dos de cada cinco emprendimientos en el país son de la industria restaurantera.
“Hoy para las generaciones más jóvenes sí es determinante conocer la historia del producto. No importa el lujo o la sofisticación, si la historia de fondo no es honesta, no me lleva al origen, no es responsable con la comunidad y el medio ambiente, la gente no va a consumir ese producto”, asegura Daniela.
Aline Molina, coordinadora de campaña en el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca), comenta que, para poder generar consciencia alimentaria hay que visibilizar al pescador y productor del campo a través de contar historias que sensibilicen al consumidor sobre los productos sostenibles.
Majo Rosas, analista de sustentabilidad de Grupo Presidente, afirma que para provocar un cambio real en las empresas es necesario generar una cadena de valor sustentable. ¿Cómo? Administrando y mejorando el desempeño ambiental, económico y social de tu cadena de suministro.
Así que, si todo emprendedor y emprendedora de la industria de alimentos y bebidas, vive el día a día en su empresa las prácticas sustentables y responsables tendrá grandes beneficios como mitigar riesgos reputacionales, ahorrar recursos, optimizar procesos, generar innovación, incrementar la productividad y promover valores corporativos.
