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19-04-2022, 8:34:00 AM

Los Simpsons, una buena escuela para emprendedores

En la serie creada por Matt Groening, Los Simpsons, hay muchas lecciones que pueden servir para quienes se encuentran en un proceso emprendedor. Analiza tres de ellas.

© Depositphotos.com

Nadie puede negar que Los Simpsons es una de las series más exitosas en la historia de la televisión. Desde su estreno en 1987 (formaba parte de otro programa al inicio) , al día de hoy, la serie cuenta con 33 temporadas, 722 episodios y una película. Y aunque algún día dejarán de escribir nuevos episodios (no sé si ese momento esté cerca) la realidad es que el legado que han creado nos brindará mucho tiempo de retransmisiones en la televisión.

Ha sido tan importante el impacto de esta serie animada en el mundo que desde 2017 cada 19 de abril se celebra el día Mundial de Los Simpsons, rememorando la fecha en el que se presentaron por primera vez en televisión, llegando este abril a 35 años de su existencia. Actualmente su valor valor mundial monetario alcanza los 12 billones de dólares.

La serie ha sido reconocida con el licenciamiento de marca más exitoso, entre los que destacan juguetes, juegos, libros, DVDs, calendarios; productos cuyo valor sobrepasan 8 billones de dólares.

Los originarios de Springfield bien pudieran servir de caso de estudio y encontrar grandes lecciones para quienes están emprendiendo o quieren emprender.

Aunque las historias románticas o de parodias de películas son las que guían los episodios, también hay historias de negocios y emprendimientos que son recurrentes en la serie y que se han vuelto memorables. Durante mi investigación para este artículo pude identificar al menos 33 episodios cuya temática central son los negocios.

Sin embargo, en Los Simpsons los negocios y el emprendimiento son una parte muy importante al contar con muchos emprendedores como personajes principales o recurrentes de la serie entre los que se encuentran el Señor Burns con la Planta Nuclear, Moe con la Taberna de Moe, Apu con el Kwik-e-mart, el Chico de las Historietas con el Calabozo del Robot, o bien marcas como la de Krusty (con hamburguesas, campamentos, cereales, etc.), la caricatura Tommy y Dali la cual cuenta con un parque de diversiones, la Baby Malibú, o la famosa cerveza Duff que es tan valiosa que hasta han existido peleas legales en el mundo real.

Elegí aquellos episodios que no sólo son memorables, sino que profundizan mucho en lecciones para quienes quieren emprender o están emprendiendo.

Imágenes del episodio 28 ¿Dónde estás hermano? de la temporada 2 de Los Simpsons.

El HomeroMóvil o cómo no ser custumer-centric

El hermano de Homero, Herbert, es un hombre de negocios. A él están dedicados dos episodios de emprendimiento y aunque ambos son muy buenos, me enfocaré en el episodio ¿Dónde estás hermano?, en él, Homero se da a la búsqueda de su medio hermano, descubriendo que es un empresario exitoso y millonario quien fundó y dirige una empresa automotriz.

Herbert, quien está muy contento de saber que tiene un hermano, recibe con gran gusto (y todas las comodidades) a Los Simpsons en su casa. Como dueño de la empresa Herbert le ofrece a Homero el auto que quiera. Entonces Homero va pidiendo ciertas características con las que no cuentan los autos y los ingenieros le dicen que no cuentan con ellas porque no es lo que los americanos quieren. Esto provoca que Herbert reviente diciendo: “En vez de escuchar lo que la gente quiere, les estén diciendo a la gente lo que quieren”.

Por eso, pone a Homero, una persona promedio a quien relaciona con la audiencia a la cual quiere llegar, al frente del equipo que diseñará su próximo auto. Homero al principio no se siente cómodo dirigiendo al equipo, pero después de consultar con su hermano –quien le recomienda mostrar su liderazgo- da rienda suelta a sus ideas y avanzar con su diseño. Al concluir con el proceso, y sin ninguna supervisión por su parte, pero sí muchas banderas rojas, Herbert hace todo un evento de gala en el cual se encuentran accionistas y miembros de la prensa (y hasta el papa al parecer) para presentar el HomeroMóvil: el auto para el hombre promedio.

La presentación termina en un rotundo fracaso y lleva a la venta de la empresa de Herbert, Powel Motors, a Kutmasu Motors y a Herbert en la calle. En su siguiente aparición es un vagabundo.

La lección: Aunque hoy en día se recomienda mucho escuchar al cliente y crear algo de acuerdo con sus intereses y necesidades (existen las empresas customer centric) haciéndolos participantes en procesos de cocreación, no debemos de tomar todo lo que dicen de manera “literal” o como una necesidad real.

La parte importante de escuchar a los clientes es obtener información de manera directa, pero toda esa información debemos de analizarla e interpretarla para entonces crear el valor para ellos. Henry Ford, quien también fabricó autos, lo definió en una frase: “Si les hubiera preguntado a mis clientes que querían, me hubieran respondido: caballos más rápidos”.

Imagen obtenida del episodio 68 “Don Barredora” de la temporada 4 de Los Simpsons.

Don Barredora o cómo no perder ante la competencia

Los negocios de temporada son una gran oportunidad para emprender. Esto lo podemos ver en el episodio de Don Barredora. Todo inicia cuando Homero está en una expo de autos y camiones y comienza a hablar con el vendedor de una barredora de nieve – fabricada por Kutmasu Motors la empresa que compró a la de su hermano. El vendedor le explica la oportunidad y la rentabilidad de tener una barredora con la frase “Esta maravilla se va a pagar sola”.

Convencido, Homero decide comprarla y comenzar así el negocio de Don Barredora. Para entrar al mercado, decide invertir en un anuncio de televisión (en Estados Unidos la televisión local permite ese tipo de publicidad) el cual, aunque era de bajo presupuesto, presentaba un jingle muy pegajoso y directo: “Me llama usted, entonces voy, Don Barredora es quien yo soy”.

Más allá de un esfuerzo de mercadotecnia, lo que es implícito en el programa es que no había otro servicio de limpieza de nieve en Springfield, por lo cual Don Barredora tenía todo el mercado. Sin embargo, Homero le cuenta a su mejor amigo Barney como es que hizo funcionar su negocio de barredora de nieve, lo que él aprovecha para comenzar un negocio igual, pero con una mejor barredora y marca: el Rey de las Barredoras.

De un día para otro Barney comienza a ganar mercado y Homero se queda sin clientes. En un acto desesperado Homero decide invertir en un anuncio más sofisticado, con mayor presupuesto y en un horario más estelar. Sin embargo, ya era demasiado tarde para recuperar el mercado perdido. Una escena de Barney en un jacuzzi con una estrella local demuestra que su negocio ahora es un éxito.

Desesperado, Homero pone en riesgo a su amigo Barney al hacerse pasar por un cliente y pidiendo un servicio en un lugar lejano lo cual le quita el tiempo a Barney dejando los clientes para Homero. Sin embargo, en el último momento Homero recapacita y va en ayuda de su amigo. Después de una reconciliación, acuerdan el unir fuerzas para que juntos, Don Barredora y el Rey de las Barredoras, puedan atender todo el mercado –algo así como un joint venture-. Sin embargo, la temporada de nieve termina y ambos pierden sus negocios.

La lección: Cualquier negocio exitoso y con gran participación en el mercado enfrentará competencia. Si es un negocio nuevo enfrentará a los famosos fast followers, que con mayor inversión y basándose en el éxito analizado, pueden entrar con mayor fuerza a tomar gran parte del mercado que ahora ya está desarrollado. Y una segunda lección que nos deja es la de los negocios de temporada, los cuales pueden tener una demanda muy alta debido a cierto contexto (lo cual invita a invertir mucho) y luego desaparecer por completo.

Imagen obtenida del episodio 137 “Bart vende su alma” de la temporada 7 de Los Simpsons.

Comedor Familiar del Tío Moe o cómo la cultura mata la estrategia

La Taberna de Moe ha sufrido un par de transformaciones a lo largo de su historia, siendo una de las más importantes en la que se transforma en un restaurante familiar. En el episodio de “Bart Pierde su Alma” en la temporada siete, una segunda línea de historia es la de Moe quien en su búsqueda de atraer un nuevo mercado decide invertir para transformar la Taberna de Moe en el Comedor Familiar del Tío Moe.

En un momento de lucidez, Moe menciona que hay una tendencia en la cual las familias buscan un lugar donde pasar el domingo para convivir. Entonces decide que es tiempo de cambiar y crear un nuevo concepto. Una de las inversiones más claras que decide hacer es la transformación del espacio, cambiando el diseño interior, con una nueva decoración y mobiliario, lo que le va a permitir recibir a más clientes, y con la configuración que buscan para que puedan convivir las familias (antes la única mesa que tenía era la de billar).

Otra inversión es la de la publicidad, pagando anuncios de televisión para dar a conocer su nuevo concepto y la oferta única que éste ofrece. También invierte en instalar una cocina con equipo que le ayude a la productividad de la demanda que espera con una freidora del ejército que puede freir un búfalo en 40 segundos. Y por último, la experiencia que decide diseñar, empezando por el nombre de El Comedor Familiar del Tío Moe, el cual decide en una sesión de brainstorming con Homero y Barney, e incluyéndose a él mismo (el tío Moe) cómo personaje principal de la experiencia (te canta una canción mientras te ofrece las papas especiales Moe y sonríe mientras las disfrutas). Este último componente es parte de la garantía del lugar: Si el tío Moe no sonríe al llevarte la cuenta, entonces tu comida es gratis.

El Comedor Familiar del Tío Moe es un éxito, lo que se demuestra en un par de escenas posteriores al ver que el lugar está lleno. Pero lamentablemente toda la experiencia que había diseñado y logrado implementar, no estaba alineada con la cultura (ni experiencia) de Moe. Esto hace que un día Moe estalle ante sus clientes y la reputación de restaurante familiar se desplome.

Aunque la visión de Moe de crear una experiencia familiar, en la cual invirtió hasta el más mínimo detalle, fue exitosa al atraer nuevos clientes y al tener el lugar lleno, la misma se vio derrumbada por no poder mantener las expectativas que creo para sus comensales.

La lección: Si vas a emprender necesitas no sólo diseñar una gran experiencia sino también tener los procesos y la capacidad de mantenerla. Al final Moe regresa a su concepto de Taberna, con los mismos clientes de siempre que, cabe mencionar, son clientes regulares.

Así cómo estás lecciones que comparto, en Los Simpsons hay muchas otras que pueden servir para quienes estamos emprendiendo y dar al menos un vistazo de las oportunidades, los riesgos, los procesos o bien las tendencias, que debemos de considerar –o no- para manejar nuestros emprendimientos.

Aprovecha las lecciones que los escritores de Los Simpsons han investigado y explicado, de manera graciosa y entretenida, para seguir avanzando con tu emprendimiento.

Customer centric Lecciones de negocios Los Simpson
autor Mario Romero es Managing Director de Impact Hub Ciudad de México