Recientemente el mariscal de campo de los Delfines de Miami, Tua Tagovailoa, protagonizó una escalofriante escena al tener que ser atendido en el campo por una conmoción. Esta situación, que no es la primera en la historia de la NFL, ha revivido un debate en torno al uso de los polémicos cascos cuya capa externa adicional promete proteger a los deportistas.
Para los creadores de esta solución, la protección adicionada busca minimizar el daño que causan los fuertes golpes en la cabeza. Pero los detractores mencionan que se está modificando la esencia de la disciplina y que pronto se convertirá en fútbol bandera.
El estudio del impacto de los golpes en el futbol americano en la salud de los deportistas no es algo nuevo. Desde hace algunos años especialistas de organismos como el Centro de Encefalopatía Traumática Crónica, se han dedicado a analizar cómo es que los constantes choques que se producen en el juego pueden derivar en complicados padecimientos que, incluso, lleven a la muerte.
En 2015 Will Smith protagonizó la película Concussion (La verdad oculta) que narra la historia de Bennet Omalu, un reconocido médico patólogo forense.
El especialista fue el primero en relacionar la encefalopatía crónica traumática (CTE, por sus siglas en inglés) con el futbol americano. Esto a raíz del fallecimiento de Mike Webster, estrella de los Acereros. El centro de Pittsburgh que perdiera la vida en 2002, también se considera el primer jugador de la NFL diagnosticado con esta enfermedad neurodegenerativa progresiva.
Aunque los casos más sonados están relacionados con la NFL, no son exclusivos de ella. Hay estudios que muestran cómo desde las etapas colegiales los jóvenes comienzan a sufrir daños cerebrales, tal como sucedió con Tua Tagovailoa.
Al quaterback de Miami le han sido diagnosticadas cuatro conmociones cerebrales a lo largo de su carrera deportiva. Estoo es una mientras jugaba en Alabama y tres más ya siendo parte de la NFL.
Sin embargo, la misma Concussion Legacy Foundation (CLF) ha hecho públicos más diagnósticos a deportistas profesionales de otras disciplinas, como el hockey o rugby.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), recientemente lanzaron una campaña sobre las conmociones cerebrales. “Sospechar y proteger”, como fue nombrada, busca generar conciencia. Destaca la importancia de diagnosticar y actuar adecuadamente ante estas situaciones para proteger la integridad de los futbolistas.
Es precisamente por preocupantes cifras como la compartida por la CLF en la que aseguran 345 de 376 ex jugadores de la NFL estudiados fueron diagnosticados con CTE, que investigadores han puesto manos a la obra para encontrar más formas de proteger a los atletas.
Una de las soluciones a las que se ha llegado es la creación de una protección especial. Esta recubre los cascos que se utilizan en el futbol americano o el hockey. Empresas como Guardian Sports crearon los famosos Guardian Caps que incluso tienen el aval de la propia NFL para ser utilizados durante los juegos.
Esta cubierta acolchada que se puede colocar sobre un casco tradicional, aseguran, reduce el impacto de los golpes hasta en un 33%. Sus beneficios son tan atractivos y necesarios que en el futbol colegial se han popularizado, lo cual ha disminuido la tasa de lesiones.
A pesar de que en niveles colegiales su adopción ha sido alta, a nivel profesional no se puede contar la misma historia. Jugadores como Jabrill Peppers, defensor de los Patriotas de Nueva Inglaterra, u Owusu-Koramoah, linebacker de los Browns de Clevaland, son de los pocos que recurren a esta protección.
Es tal el rechazo ante esta solución, que aquellos jugadores que utilizan los Guardian Caps son noticia a nivel mediático o blanco de críticas por parte de los aficionados.
Entre los principales argumentos de los detractores se encuentran que esta y otras medidas de protección son un retroceso, uno que llevará a que el fútbol americano se convierta en el fútbol bandera, mejor conocido en México como “tocho”.
Aunque el uso de los nuevos cascos en la NFL aún está en pañales, es posible que en los siguientes años podamos ver a más jugadores utilizándolos y que escenas como la de Tua Tagovailoa se vayan erradicando.
