Es común hacer una reflexión sobre las metas y objetivos logrados por una empresa que va hacia al éxito, en dónde estamos colocados y hacia dónde queremos llegar con nuestro proyecto. Esto es una oportunidad interesante de introspección, autoevaluación y planeación rumbo a un nuevo periodo de retos y oportunidades.
Al contar con propósitos específicos y medibles las compañías pueden alinear sus esfuerzos y recursos para el cumplimiento de metas. Este ejercicio facilita a los líderes la identificación de áreas de mejora. Esto para ajustar estrategias y responder proactivamente a las necesidades de la compañía, el entorno y los colaboradores.
Sin importar que tan grande sea el reto, o que tan complejo sea el entorno, te explico que hay cinco consejos que no pueden faltar en la planeación de ninguna compañía
Las emociones tienen un impacto significativo en los equipos de trabajo. Sin embargo, en algunas ocasiones son subestimadas o incluso ignoradas en el ambiente empresarial, lo cual afecta la productividad y merma las habilidades de los colaboradores.
Para que esto no influya de manera negativa en las compañías es imprescindible que los líderes aprendan acerca del debido manejo y gestión de la inteligencia emocional, a fin de que su liderazgo sea fuente de motivación e inspiración. Alguien capaz de gestionar sus emociones puede motivar a otros y mantener una actitud positiva.
Un líder con un mal manejo emocional o que se muestra poco asertivo ante las crisis puede llevar a un equipo a la ansiedad. Esto lejos de contribuir a generar una respuesta efectiva ante la situación, abona a complicarla más. Recordemos que hay estados de ánimo sumamente contagiosos, como, por ejemplo, el estrés. En consecuencia, un líder estresado, es obvio que va a tener un equipo igualmente estresado.
Tanto quienes aspiran a estar en una posición de liderazgo, como quienes ya se encuentran en una, deben estar dispuestos a recibir retroalimentación de manera constante. Esto permite ejercer liderazgos más conscientes de las necesidades del equipo y hacer una mejor gestión de recursos para el cumplimiento de los objetivos.
Este propósito es un gran reto, porque a pesar de los líderes comprenden la importancia de la retroalimentación muchas veces no existen mecanismos o espacios para tener este feedback. Esto implica desarrollar las condiciones para que los equipos se sientan en confianza y esta retroalimentación se dé en términos respetuosos y con el claro objetivo de mejorar.
Delegar es una habilidad esencial en el liderazgo empresarial, fundamental para asegurar tanto la salud organizativa como la personal. Un líder efectivo reconoce la importancia de no saturarse con demasiadas responsabilidades. De hecho, entiende que el exceso de carga puede llevar a un agotamiento para sí mismo y para la empresa.
Delegar no es simplemente asignar tareas, sino también asegurarse de que el equipo tenga la capacidad y los recursos para ejecutarlas eficientemente. Esta acción permite que las operaciones continúen sin interrupciones, lo que a su vez contribuye a la productividad y estabilidad de la organización.
Para algunos líderes, este acto puede representar un gran desafío debido a la falta de confianza en el equipo o la creencia de que el trabajo no será realizado correctamente sin su supervisión directa. Por ello la capacitación y el desarrollo de la confianza son fundamentales para superar este obstáculo.
Vivimos en una época en la que la capacidad de adaptarse y adoptar nuevas tecnologías es esencial para la competitividad empresarial. La clave como líder es tener una mentalidad abierta hacia la innovación y aprovechar todos los beneficios de estas herramientas para tener equipos más productivos.
La inteligencia artificial o el Machine Learning son algunas de tantas herramientas que han revolucionado la forma en cómo trabajamos. Esto es relevante para un líder y su empresa porque esta tecnología se está ocupando en todos los campos para optimizar procesos. Las compañías que la adoptan tienen una ventaja significativa no sólo para automatizar sus procesos; sino también para mejorar su seguridad o brindar una mejor experiencia a sus clientes.
Este propósito es vital para las compañías y puede parecer muy obvio; sin embargo, el 37% de las empresas del país no cuentan con una planeación financiera, de acuerdo con datos del Estudio de gestión financiera de las empresas en México, realizado por la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
Una buena planeación financiera implica: control de costos y gastos, facturación de ingresos, flujo de efectivo, impuestos, entre otros indicadores que ayudan a que los empresarios tengan claro el rumbo de su compañía.
Una de las principales razones por las que las empresas fracasan en el país está relacionada con la mala gestión de las finanzas. Cuando existe esta planeación, los empresarios son capaces de controlar su liquidez, tomar mejores decisiones, planificar y preparase ante eventos futuros, optimizar recursos e incluso tienen más posibilidades de obtener financiamiento.
