La suerte le sonrió a Loren Krytzer cuando una manta que tenía arrumbada le dio una cuantiosa fortuna. Y es que tras venderla en una subasta, el hombre de California, Estados Unidos, se volvió millonario al recibir 1.5 millones de dólares, mismos que terminaron con las carencias que enfrentaba en ese momento.
Loren Krytzer se encontraba pasando una de las épocas más obscuras de su vida. Tras un accidente automovilístico que lo tuvo hospitalizado por casi un año, el carpintero perdió una pierna, situación que le impidió seguir haciendo su vida como hasta entonces.
Krytzer buscó ayuda del gobierno a través de una pensión por discapacidad; sin embargo, esta le fue negada. Los problemas económicos que ya enfrentaba, pues sobrevivía con solo $200 dólares al mes, y que estaban impactando a su familia lo hicieron tomar una difícil decisión: enviar a sus hijas a Luisiana para vivir con sus abuelos.
En una entrevista para CNBC, el carpintero de California aseguró que su dieta estaba basada en hot dogs, ramen, refresco y hasta vodka para sobrellevar los dolores del accidente.
Cuando su abuela murió, Krytzer “heredó” de ella lo que su hermana y madre no habían querido: unos libros y una manta que se utilizaba para cuando la gata paría. Sin saber el valor que ésta última tenía, el hombre la arrumbó por años en el armario.
Un día, mientras veía un episodio del programa de la BBC, “Antiques Roadshow”, en el cual especialistas se dedican a valuar antigüedades de las personas, descubrió que aquella manta podría ser de origen Navajo (nativos americanos) y valer miles de dólares.
Rápidamente corrió a su armario y confirmó que la que él tenía en su poder era muy parecida a la que se estaba valuando en el show.
A partir de ese descubrimiento y sabiendo que tenía una fortuna entre sus manos, Loren Krytzer llevó la manta a varias casas de antigüedades. Durante algún tiempo no tuvo la respuesta esperada, pero no fue sino hasta que llegó a la casa de subastas de John Moran cuando el panorama cambió.
Aquellos especialistas le confirmaron que efectivamente perteneció a un cacique Navajo y tenía más de 200 años de historia. Además, también le aseguraron que su valiosa manta podría alcanzar un valor de más de $200,000 dólares en una subasta.
El propio Moran intentó comprarle el tan especial objeto, pero Krytzer se negó y decidió jugarse todas las cartas en una subasta.
El día de la subasta llegó y el carpintero escuchaba ansioso las ofertas que se hacían sobre su preciada manta. Pero fue una simple llamada la que hizo que las apuestas subieran considerablemente, y de los casi $150,000 que estaba a punto de llevarse, la cifra se elevó al millón y medio de dólares.
Tras recibir el dinero y aconsejado por algunos expertos, Krytzer invirtió su dinero en propiedades, acciones y bonos. También destinó dinero en él y su familia, por un lado se pudo pagar una prótesis a la medida, y destinó parte de sus ganancias en vacaciones familiares.
A pesar de que su fortuna cambió por completo, el ahora millonario confesó que luego de recibir el dinero tuvo que enfrentar situaciones desagradables, especialmente relacionadas con la familia. Aseguró que cuando la historia se hizo pública, parientes lejanos que no había visto en años, intentaron volverse cercanos.
Sin embargo, el golpe más fuerte llegó por parte de su hermana cuando su hermana le reclamó dinero, incluso amenazándolo con llevar el tema a tribunales de ser necesario.
Pese a esto, Loren Krytzer y sus sabias decisiones, lograron que mejorara su calidad de vida y pasara de vivir en una pequeña choza, a tener una casa con alberca y una más para rentar.
