En ocasiones, estar en casa nos provoca antojos de comida, desde la extranjera hasta las más tradicional, así fue como nació el concepto de “La Chilakleta“. Alfredo Sánchez se encontraba en su hogar y deseaba comer unos chilaquiles, pero no quería salir a un restaurante y fue entonces cuando se le ocurrió que podría llevar este alimento en una bicicleta.
“La idea surgió desde nuestra casa, de un gusto por los chilaquiles, de un antojo de quererlos en el momento de una manera práctica”, dice Sánchez, cofundador de La Chilakleta.
Pero, Sánchez quien ya se desarrollaba como emprendedor en el área de organización de eventos no tenía ni idea sobre cómo podría empezar con un negocio cuyo giro fuera la comida, y ahí fue cuando conoció a Mariano Ortiz, el socio que lo ayudaría a armar La Chilakleta.
“Ya tenía muchas ideas de poner algo de comida, pero la verdad es que yo no me dedicaba al giro restaurantero, yo soy creador de ideas, necesitaba esa mancuerna y justamente llego Mariano. Cuando lo conocí el llego a materializar la idea, y así fue como surgió”, explica.
Junto a su esposa Valeria y otro de sus socios llamado Luis Anaya concretó la idea de servir chilaquiles desde un carrito/bicicleta, donde mantienen los ingredientes en compartimientos separados y a una temperatura adecuada.
Cortesía de Shark Tank México
Los chilaquiles clásicos son un platillo mexicano que se prepara con totopos de maíz bañados o sumergidos en las tradicionales salsas roja y verde que pueden acompañarse con proteína ya sea carne o pollo deshebrado. Además, llevan frijoles, cebolla, queso y crema de leche.
La Chilakleta vía Facebook
Lo que surgió como un antojo para este emprendedor se convirtió en la materialización de cinco sucursales de chilakletas, que hasta ahora se ubican en León, Guanajuato. Y un pase a Shark Tank México.
¿Alguna vez has pedido unos chilaquiles a domicilio? Los empaques de estos suelen ser de unicel o plástico de una forma llana y en ocasiones muy poco prácticos para comerlos en un lugar que no sea una mesa.
La Chilakleta quiere llevarnos a nuestras hogares chilaquiles de buen sabor y de una manera muy fácil de comer, ya que su envase se asemeja a los empaques de comida china para llevar, los cuales resultan fáciles de usar a la hora de comer y evitar derrames de alimentos.
Cortesía de Shark Tank México
“Surgió la idea de hacer todo de una forma más práctica, más sencilla de comer… antes si tu querías comer unos chilaquiles tenías que ir a un restaurante o pedirlos para llevar, pero el empaque no es nada práctico. Entonces el hecho de que existiera esa falta de practicidad evitaba que yo fuera a comer chilaquiles o que no pudiera comerlos. Por ese antojo y esa necesidad que surgió dije: hay que hacerlo”, comenta Sánchez.
Alfredo y dos de sus socios llegaron a Shark Tank México, que se transmite todos los viernes a las 22:00 horas por Canal Sony a mostrar la experiencia de su emprendimiento, donde tuvieron la oportunidad de que los tiburones probaran su producto e incluso, además de la idea, juzgaran el sabor del platillo mexicano.
Cortesía de Shark Tank México
Los emprendedores pidieron 420 pesos mexicanos por el 5% de su empresa, lo cual sorprendió mucho a los inversionistas, finalmente Arturo Elías Ayub y Carlos Bremer les hicieron la oferta de 420 mil pesos por el 20% de su emprendimiento, opción que no rechazaron.
Aunque aún se encuentran desarrollando el proceso y la idea de La Chilakleta, Alfredo comenta que los más importante para ellos en este momento es crecer y llevar el concepto a todo México y el mundo, “donde exista alguien que quiera comer chilaquiles”.
Asimismo, dice que la situación coyuntural actual ha demostrado que todos los negocios pueden compartir problemas similares por lo que “todos somos uno y debemos buscar las maneras de apoyarnos y renovarnos”.
De acuerdo con el emprendedor, la clave para enfrentar la crisis actual es renovarse y mantener una actitud positiva “debemos reconocer nuestros pensamientos, no hay que estar dispuestos a entregarse o a rendirse, si luchas lo que obtienes es simplemente ganancia y una vez que lo ves así el mundo te abre las puertas para que suceda”, culmina.
