Científicos de la Universidad de Southampton han desarrollado una tecnología revolucionaria que permite almacenar el genoma humano completo en “cristales de eternidad” con memoria 5D, capaces de durar miles de millones de años sin deteriorarse. Este avance abre nuevas posibilidades para la preservación de la información genética en el futuro.
Estos “cristales pueden almacenar hasta 360 terabytes de datos y soportar condiciones extremas, como temperaturas de hasta 1,000 °C y radiación cósmica. Este avance tecnológico es visto como una solución para preservar la información genética de la humanidad, incluso ante una posible extinción.
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Los cristales de memoria 5D son estructuras de sílice nanoestructuradas que permiten almacenar información en cinco dimensiones: tres coordenadas espaciales y dos ópticas. A través de esta tecnología, los científicos han logrado almacenar el genoma humano completo, compuesto por más de 3,000 millones de pares de bases, en un cristal del tamaño de una moneda.
A diferencia de otros métodos de almacenamiento, que con el tiempo se degradan o fallan, estos cristales son virtualmente indestructibles. Pueden resistir temperaturas de hasta 1,000 grados Celsius, impactos masivos, y no se ven afectados por la radiación cósmica. Este nivel de resistencia garantiza que los datos almacenados podrían sobrevivir por miles de millones de años, lo que los convierte en una opción ideal para preservar información vital.
El almacenamiento del ADN humano en estos cristales podría tener aplicaciones en la preservación genética, así como en la biología sintética. Aunque actualmente no es posible “revivir” organismos a partir de este material, la biología sintética está avanzando rápidamente, lo que podría permitir, en el futuro, restaurar especies en peligro de extinción o incluso recrear seres humanos a partir de este ADN.
El cristal que contiene el genoma humano ha sido guardado en una cápsula del tiempo en Hallstatt, Austria, como parte del proyecto de la Memoria de la Humanidad. Este archivo tiene como objetivo preservar la información esencial de la civilización humana para generaciones futuras o incluso para especies que puedan habitar la Tierra en millones de años.
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La capacidad de almacenar el ADN humano en cristales que pueden durar tanto como el universo mismo es un avance monumental en la ciencia. Aunque la tecnología aún está en desarrollo, este avance abre una puerta a la preservación de nuestra especie y otros organismos, asegurando que, en caso de una catástrofe global, la información genética vital pueda perdurar.
