En un movimiento pionero para abordar el creciente problema de la basura espacial, investigadores japoneses construyeron el primer satélite de madera del mundo, llamado LignoSat.
Este innovador proyecto, programado para su lanzamiento en septiembre, tiene como objetivo revolucionar el diseño de satélites utilizando madera de magnolia. La madera es un material que se quema por completo al reingresar a la atmósfera, reduciendo significativamente los desechos en la órbita terrestre, de acuerdo con información de nuestro sitio hermano Alto Nivel.
LignoSat es un esfuerzo conjunto entre la Universidad de Kyoto y la empresa maderera Sumitomo Forestry. El pequeño satélite en forma de cubo de 10 centímetros está hecho de madera de magnolia cuidadosamente seleccionada, elegida por su resistencia y trabajabilidad después de extensas pruebas con diferentes tipos de madera. La madera se obtuvo de forma sostenible del bosque de la empresa Sumitomo Forestry.
Convencionalmente, los satélites se construyen con metal, lo que representa una amenaza significativa cuando se queman en la atmósfera. Los desechos resultantes suponen un gran riesgo para los satélites y las naves espaciales en funcionamiento, lo que pone de relieve la necesidad de soluciones sustentables.
Los satélites que no están hechos de metal deberían convertirse en los más adoptados”,
dijo Takao Doi, astronauta y profesor especial de la Universidad de Kyoto, enfatizando el potencial de LignoSat.
El satélite se lanzará en un cohete de la empresa SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy en septiembre. Será desplegado en la Estación Espacial Internacional (EEI) para una serie de pruebas que evalúen su rendimiento en el espacio y su capacidad para soportar fluctuaciones extremas de temperatura.
SpaceX es una empresa de Elon Musk, cuyo objetivo es el desarrollo de cohetes avanzados, y busca revolucionar la tecnología espacial. La empresa ofrece el servicio SmallSat Rideshare, con el que coloca en órbita satélites de hasta 50 kilogramos por 300,000 dólares.
Este proyecto pionero marca un paso significativo en la lucha contra la basura espacial. Si tiene éxito, LignoSat podría abrir el camino para una nueva generación de satélites respetuosos con el medio ambiente, contribuyendo a un entorno espacial más limpio y sustentable.
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