Tras el fallecimiento de Elena Larrea, fundadora del santuario de caballos “Cuacolandia”, fueron muchas las personas y empresas que se sumaron para proteger e impulsar el legado de la activista, entre ellos estuvo Piales.
Hace un par de meses la marca lanzó una gorra en colaboración con Cuacolandia, y debido al interés de la comunidad en apoyar a los equinos, esta edición especial se agotó en cuestión de horas. Tras el éxito, recientemente la compañía tapatía anunció que se reabasteció el inventario.
Piales asegura que Elena estuvo involucrada en el diseño de la prenda, la cual tiene el logo del santuario, así como los colores elegidos por ella misma. La compañía afirma que del 65% al 70% de las ganancias son donadas a Cuacolandia. Con esto se busca que el organismo pueda continuar rescatando a los equinos maltratados o abandonados.
Además, con esta iniciativa quieren crear conciencia sobre la importancia del cuidado animal. También pretenden impulsar la cultura mexicana, en la que los caballos tienen un rol protagónico.
Piales nació en Jalisco en 2016 para conjuntar moda y tradición campestre en un producto que se adapte a todos los estilos. Su enfoque es para las nuevas generaciones.
Los fundadores eligieron plasmar la rica cultura de la charrería en diversas colecciones de gorras. El objetivo es que esta emblemática tradición pueda acompañar a los amantes del también llamado “deporte nacional”.
Su catálogo está compuesto por gorras con diferentes diseños que destacan diversos aspectos de la cultura charra de México. Sus productos pueden ser adquiridos en su tienda en línea, así como en su local ubicado en Zapopan.
Conscientes de que la charrería también debe incluir el cuidado y respeto por los animales, realizaron la colaboración con Cuacolandia,
Este santuario fue fundado en 2019 por Elena Larrea, una campeona de equitación en su adolescencia. Precisamente esta experiencia la motivó a fundar Cuacolandia, que se dedicaría a rescatar caballos retirados o a aquellos que son víctimas de maltrato.
A lo largo de sus casi cinco años de operaciones, Cuacolandia le ha dado una nueva oportunidad de vida a estos animalitos. A muchos de ellos la indiferencia los llevó al abandono o aquellos que han sido explotados para trabajar en calandrias o ferias bajo condiciones deplorables.
Y no es solo por su labor de rescate que Cuacolandia y Elena Larrea se ganaron el cariño de miles de personas en México y otros países. La activista también fue una incansable voz para proteger los derechos de los animales; fue ella quien empujó una iniciativa para tipificar la zoofilia como un delito en Puebla, misma que se aprobó a principios de año.
Ante polémicas de maltrato a caballos durante la práctica de la charrería, Larrea creó espacios educativos para sensibilizar a los involucrados sobre la necesidad de priorizar el bienestar de los animales.
Una de las alternativas es la compra de la gorra producto de la colaboración entre Piales y Cuacolandia, misma que se puede adquirir por esta vía. Aunque por el momento se encuentra agotada, en sus respectivas redes se anuncia constantemente el reabastecimiento del producto.
En la página oficial del santuario también se pueden hacer donaciones que van desde los $150 hasta los $1,050 pesos. Otra de las alternativas es visitar el propio refugio ubicado en Puebla. La entrada tiene un costo de $200 pesos, los niños no pagan, y es necesario sacar cita al número: 222-206-23-59.
Cuacolandia también tiene un programa de equinoterapia y psicoterapia. Las sesiones tienen costos desde $250 a $1,400. Todos estos ingresos ayudan a mantener en pie el refugio. El brillante legado de Larrea a través de Cuacolandia necesita el apoyo de todos, afortunadamente son muchos, como Piales, los interesados en que los caballos, burritos o mulas tengan un lugar donde puedan recibir una vida digna.
