Buscador
FRANQUICIAS IDEAS DE NEGOCIO GUÍA DEL EMPRENDEDOR
Ver revista digital
05-05-2022, 7:00:00 AM

Las claves más importantes para ser mamá emprendedora

La maternidad y emprender son deportes extremos: están llenos de retos, incertidumbre y satisfacciones. Sin embargo, hay mujeres que combinan ambas actividades y luchan cada día para encontrar el equilibrio como mompreneurs.

¿Cómo ser una mamá emprendedora?
¿Cómo ser una mamá emprendedora? © Depositphotos.com

Queremos contarte la historia que te dará claves para ser mamá emprendedora.

En 2013, Heike Söns, comunicóloga de profesión, se enteró que estaba esperando un bebé. El anuncio de su embarazo a sus jefes, provocó que perdiera su trabajo.

Por eso, cuando nació su hija, Heike decidió comenzar su negocio propio para seguir trabajando, pero sin perderse esta etapa de su vida como madre. Se asoció con Olga Schiaffino, también comunicóloga y mamá de dos niños, quien operaba una agencia de coordinación de eventos corporativos.

Su primer producto fue un bazar de nombre Momzilla Fest ,- con el cual promocionan e impulsan el trabajo de otras mamás emprendedoras-, siendo el vínculo entre ellas y clientes potenciales. Lo promueven por medio de su página de Facebook y, al mismo tiempo, éste funciona como punto de encuentro para su comunidad de la red social. El bazar se realiza dos veces al año en la Ciudad de México.

En 2017, las emprendedoras abrieron Momzilla.com.mx , portal donde las mamás pueden encontrar un directorio de servicios (su segunda fuente de ingresos), un blog con contenido relacionado a la maternidad y, próximamente, una tienda en línea. Así, su modelo de negocios consiste en gestionar publicidad para que las mamás emprendedoras oferten productos o servicios, entre los que destacan limpieza de muebles, atención médica, alimentos para mujeres en lactancia y productos para bebés. “Actualmente tenemos una base de alrededor de 1,000 emprendedoras en toda la República”, afirma Heike.

Heike Söns y Olga Schiaffino / Foto: Emprendedor.com

Heike Söns y Olga Schiaffino / Foto: Emprendedor.com

El caso de Heike es muy común. “El 75% de mis 80,000 candidatas son mamás y la mayoría no trabaja por falta de apoyo al momento de tener a sus hijos, ya sea por la falta de credibilidad en el trabajo flexible o porque prevalece una cultura machista en ciertas organizaciones”, dice Ana Lucía Cepeda, fundadora de Bolsa Rosa –plataforma de headhunters virtuales y bolsa de trabajo flexible para mujeres–, quien se convirtió en madre hace cuatro meses.

Las mamás emprendedoras como Heike tienen, en su mayoría, entre 23 y 40 años. Sus negocios suelen ser más bien tradicionales (como coaching, terapias, actividades gourmet, redes de mercadeo y multinivel, gestorías, agencias de marketing, manejo de redes, etc.) por la flexibilidad inherente que les permite tener mayor control de sus negocios y familia, e incluso operar desde casa.

The Failure Institute señala al respecto que “las mujeres tienen necesidad de planificar una jornada donde además de atender su negocio compaginen las labores domésticas y el cuidado de los hijos. Por eso, desde un inicio eligen negocios que les permitan libertad de horarios y de movilidad”.

Victoria 147 –organización que busca inspirar a la futura generación de mujeres líderes por medio de capacitación y comunidad– señala que en su red de emprendedoras los cinco principales giros de negocios son servicios (27%), moda (12%), belleza y wellness (11%), arte y diseño (10%), y alimentos y bebidas (8%).

En cuanto a las razones por las que emprenden, están, en primer lugar, aumentar o mantener sus ingresos (15% de las mujeres son el principal sustento de sus familias), seguido por superación personal (66% desea iniciar un negocio por orgullo de sí misma), independencia y un reto intelectual, además de por la detección de una oportunidad o nicho desatendido.

Un dato interesante es que el 70% de sus ganancias las destinan a la comunidad y a su familia, y que el 100% considera importante el balance de vida-trabajo.

Otro aspecto que comparten es que generalmente tienen pocos descansos, pues ocupan el tiempo libre para atender sus negocios. “Mientras sus hijos están en la escuela o guardería, visitan clientes, producen, cierran ventas, hacen juntas, ven proveedores y resuelven problemas porque después de las 3:00 p.m. cambian de rol y son mamás de tiempo completo”, dice Blanca Sánchez, directora de Spacioss Coworking , un espacio de trabajo colaborativo enfocado en mujeres, ubicado en la colonia Narvarte de la Ciudad de México.

Además de la discriminación, las mamás que emprenden enfrentan otros obstáculos como la falta de capacitación y de acceso al financiamiento, tiempo escaso y menor acceso a oportunidades.

Claves para ser mamá emprendedora

Si eres mamá y estás por emprender o ya tienes tu propio negocio, seguro que te has enfrentado también a estas condiciones adversas. Por eso, de la mano de historias de mompreneurs exitosas, aquí te damos algunas claves para triunfar como madre y como empresaria.

1. LLEVA TU NEGOCIO POR OBJETIVOS

Sea cual sea su horario de mamá emprendedora, la realidad es que vivir esta fusión les da una especie de superpoderes, como el multitasking, la improvisación y la solución rápida de problemas. “Ahora aprovecho mejor mi tiempo”, asegura Ana Lucía Cepeda, de Bolsa “Hoy soy más estratégica en discernir qué hago y qué dejo de lado para que todo en lo que invierta mi esfuerzo le aporte valor al negocio y valga la pena no estar con mi familia.”

Esta emprendedora revela su as bajo la manga: orientar su negocio por objetivos, no por las horas que pasas en él. “Trabajar así contribuye a mejorar la productividad porque sabes lo que tienes que cumplir y no importa dónde estés o cuándo lo hagas, sino que lo entregues completo cuando debes”, asegura.

Esta forma de trabajo permitió que su empresa atrajera a las mejores candidatas a sus filas, la mayoría también madres y con altos perfiles directivos, ex empleadas de grandes corporaciones. “Todas regimos nuestros tiempos según necesitemos porque trabajamos por resultados. Y nos ayudamos de la tecnología, haciendo juntas virtuales una vez a la semana para revisar cómo vamos y cómo podemos apoyarnos.”

Gracias a este enfoque, a que supo delegar y coordinarse con su socia y equipo a tiempo, la mamá emprendedora pudo tomarse varios meses de maternidad para disfrutar la llegada de su primogénito, Diego. “Quería poder irme tranquila de que no sucediera nada malo y de que el negocio siguiera fluyendo”, dice. “Y si se presentaba algo, simplemente me conectaba o hacía una videoconferencia.”

Ana Lucía Cepeda / Foto: Emprendedor.com

Ana Lucía Cepeda / Foto: Emprendedor.com

2. IDENTIFICA OPORTUNIDADES DONDE OTROS NO LAS VEN

Otro de los poderes especiales que adquieren las momprenenurs es una visión más fina para detectar oportunidades donde antes no las veían. ¿La razón? “Los hijos son su principal fuente de inspiración: ven algo en ellos o en su comportamiento que les genera una idea o una mejoría”, destaca Victoria 147.

Tal es el caso de Betsy Eslava, quien decidió iniciar “un negocio para mi hija” al no encontrar escuelas que impartieran ballet para bebés. “La única opción estaba a cuatro horas de distancia de mi casa y era muy cara”, recuerda. Así nació en 2003 Baby Ballet Marbet, un lugar de iniciación a la danza para pequeños desde el año y medio de edad, que también enseña disciplinas deportivas como gimnasia y Tae Kwon Do.

Luego de 15 años, Betsy ha roto dos grandes clichés con su negocio: el ballet como una disciplina estricta y rígida que es sólo para niñas, pues el 10% de sus alumnos son hombres, y la creencia de que para bailar requieres cierto tipo de cuerpo, al recibir a todo tipo de estudiantes, aunque no tengan la típica complexión de un bailarín. “Buscamos que los niños se enamoren de la cultura, la música y vivan el arte haciendo al ballet accesible y quitándole lo acartonado”, dice.

Betsy Eslava / Foto: Emprendedor.com

Betsy Eslava / Foto: Emprendedor.com

Además, Betsy ofrece la oportunidad para que otras mamás emprendan y, al mismo tiempo, disfruten a sus hijos, por medio de la franquicia de Baby Ballet. “La mayoría de mis franquiciatarias cuentan con una carrera y son madres”, explica Betsy. “Quiero que ellas crezcan y vayan de la mano con sus hijos dentro de la cultura empresarial”, comenta.

A la fecha, la marca atiende a 10,000 alumnos mensuales en sus 75 sucursales en el país, cinco propias y el resto bajo el formato de franquicias. Además, el negocio traspasó fronteras y cuenta con nueve sucursales internacionales ubicadas en Colombia, Costa Rica y Chile. Y tien, entre sus planes conquistar Estados Unidos, Canadá y Europa.

Estos logros no los ha conseguido sola, pues ha formado equipo con su esposo Mario Loaiza, quien se encarga de la planeación a corto y largo plazos y de los aspectos relevantes de las franquicias. Además, se ha rodeado de consultores externos y profesionistas millennials, entre los que destacan una diseñadora de modas, un ingeniero de producción, mercadólogos, economistas y pedagogos, que se encargan de identificar las tendencias en el mercado.

3. BUSCA Y CREA REDES DE APOYO

El que una mamá emprendededora pueda compartir con su pareja y familiares la responsabilidad del cuidado de sus hijos y de la casa puede marcar la diferencia en la supervivencia o fracaso de un negocio. Los sistemas de apoyo se extienden fuera de la casa y se trasladan también al plano empresarial. Una de las formas de hacerlo es de la mano de un socio que lleve, junto con la mamá emprendedora, la administración u operación del negocio. Según reporta Victoria 147, el 56% de su comunidad emprendió junto con un socio.

Por otro lado, hay organizaciones que reúnen a mujeres emprendedoras que ofrecen espacios de vinculación con mentores y aliados, como la antes mencionada Victoria 147, la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMMJE), Spacioss Coworking (40% de sus usuarias son mamás), Bolsa Rosa (que ha vinculado a unas 5,000 mujeres en puestos de trabajo flexibles) y Momzilla.

Hace poco, Heike y Olga, de Momzilla, junto a Mónica Martínez (también mamá), fondearon mediante Kickstarter el proyecto El encanto del caos, un scrap-book de actividades que busca empoderar e inspirar a otras mamás en la crianza de sus hijos. La campaña rebasó la meta de fondeo y cerró con un 108% de la cuota prevista.

El crecimiento de Momzilla ha sido orgánico gracias al apoyo de su comunidad que ha tejido, con su inteligencia y creatividad, ideas en pro de la plataforma. “Eso, no solo ha hecho que el camino haya sido más fácil, sino muy emotivo”, explican sus fundadoras. Ambas consideran que aunque ha habido retos y momentos difíciles, una de las grandes satisfacciones que les ha dado esta etapa es ver crecer no sólo a sus hijos y a su empresa, sino también a los negocios de cada mamá emprendedora que deposita su confianza en ellas.

Dentro de sus planes a futuro, las socias buscan que Momzilla se consolide como la comunidad de madres más grande de México, además de expandir el Momzilla Fest a ciudades como Querétaro, Mérida y Cuernavaca.

“Los hijos demandan muchas atenciones, pero las empresas también porque son como un hijo más que debe de alimentarse de manera constante”, dice Heike.

4. CAPACÍTATE DE FORMA CONSTANTE

Mejorar las condiciones en que emprenden es sin duda una de las responsabilidades del ecosistema para las mujeres, quienes representan al 51.4% de la población nacional y al 37.8% de la fuerza laboral. Así lo resalta el Emprendecálogo de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM). Además de crear empleos y contribuir con el crecimiento económico del país, el emprendimiento femenino les permite tener independencia laboral y económica, más aún si se trata de negocios con mamás a la cabeza.

Juana Ramírez, cofundadora de la ASEM y también emprendedora (fundadora de Sohin ), señala tres factores que detienen el emprendimiento femenino: el acceso igualitario al financiamiento, no contar con un terreno más parejo en labores familiares y domésticas, y la falta de entrenamiento y capacitación para reducir la aversión al riesgo y enfrentarse a dirigir sus propias empresas.

Blanca Sánchez, de Spacioss Coworking, coincide. “Las mujeres tienen que capacitarse para contribuir mejor a la familia y al negocio, y hoy ya hay una infinidad de herramientas para hacerlo. La capacitación es una inversión, es empoderamiento de conocimiento y esto significa más ventas, negocios, clientes y prospectos.”

Cecilia Valdés sabía que capacitándose podría ampliar sus horizontes y emprender en un giro que le atraía como consumidora. Cuando se mudó con su esposo a Canadá en 2009, se interesó por el negocio de los spas, pero como no tenía claro cómo operaba, decidió estudiar Cosmiatría y un diplomado especializado en este servicio, invirtiendo 12 meses en ello. Durante este periodo conoció a Michael Beresford, fundador de la marca de cremas naturales Moor Spa, y la conquistaron sus productos, pues no contenían químicos, colorantes ni aromas artificiales.

De vuelta en México en 2011, Cecilia decidió emprender con un concepto que fusionara la comercialización de estas cremas con la experiencia que había adquirido en el giro de spas. Reunió un millón de pesos entre ahorros propios y préstamos de amigos para que naciera su “primer hijo”: Moor Spa + Nails, ubicado en Las Lomas, al poniente de la Ciudad de México. Un mes después abrió una segunda ubicación en Plaza Carso, en la misma zona de la capital mexicana.

Cecilia Valdés / Foto: Emprendedor.com

Cecilia Valdés / Foto: Emprendedor.com

5. BUSCA SIEMPRE EL EQUILIBRIO ENTRE FAMILIA Y NEGOCIO

Para 2014, Cecilia y su esposo y socio buscaban abrir una sucursal más en Santa Fe cuando un hecho vino a ponerla a prueba: su primer embarazo. Fueron meses complicados que resultaron en el nacimiento prematuro de su hija Alejandra. Sin embargo, gracias a su fortaleza y al equipo que había formado en su negocio, tanto su maternidad como su empresa salieron adelante.

Hoy Moor Spa + Nails ofrece servicios de belleza bajo el modelo de hotelería, brindando un servicio de “hospedaje” en el que unas 2,000 huéspedes son atendidas cada mes por cosmiatras certificadas, con altos estándares de higiene. Además, maneja la venta de unos 100 productos de marca y una línea de esmaltes premium.

Su menú de servicios, tanto para hombres como mujeres, incluye manicure, pedicure, faciales, depilación, maquinaria y aparatología, bronceado, pestañas, gel y barniz. Y ofrece un concepto de spa para niñas.

En la actualidad, con sus tres hijos (uno recién nacido) y ocho unidades (tres propias, una en sociedad y cuatro franquicias), Cecilia se enfrenta al reto constante de encontrar el equilibrio entre el manejo del negocio y el cuidado de sus pequeños. “Ser mamá emprendedora es quitarte el miedo y aprendes a confiar en tu instinto. Y con hijos ya no hay manera de darse por vencida”, asegura.

Este último desafío es como “la criptonita” de la mamá emprendedora. Pues si priorizan su atención a la familia podrían tener bajas ventas en su negocio o falta de estructura. Y si ponderan a la empresa, los hijos y la casa lo resienten. También está el sentimiento de culpabilidad, por no estar lo suficientemente presente con su familia o con su trabajo. ¿Cuál es la cura? Heike lanza una posible respuesta: “Ser mamá emprendedora es trabajar sin un horario fijo y debes aprender a reconocer tus errores, crecer, perdonarte y empezar de nuevo si es necesario.”

Por Beatriz Salazar e Ilse Maubert

Mamás emprendedoras mompreneurs
autor El equipo editorial de EMPRENDEDOR.com, que por más de 27 años ha trabajado en impulsar el emprendimiento.