Las 5 preguntas que te tienes que hacer si buscas trabajo y no encuentras
Cuando la economía está complicada, el mercado laboral se vuelve competitivo. No es sólo una sensación; es un hecho.
Cuando la economía está complicada, el mercado laboral se vuelve competitivo. No es sólo una sensación; es un hecho. A nivel mundial cada vez hay más gente sin trabajo y, por tanto, en busca de nuevas oportunidades.
Cuando esto sucede puede hacer que el proceso de búsqueda de empleo parezca una carrera contra el reloj. Hay muchas variables desconocidas. Sin embargo, una cosa es segura: por muy competitivo que sea el mercado laboral, siempre se puede conseguir un trabajo.
Hay muchas razones por las que no conseguir un trabajo es la excepción, no la regla. Más allá de las condiciones de tu mercado actual y el segmento profesional en el que te desempeñas, poder conseguir entrevistas y quedar en la selección para un puesto es parte del desafío del momento.
Si bien influyen muchos factores, entre ellos, el cambio de formas de búsquedas, hay uno esencial: las competencias que hoy demanda el mercado laboral.
Actualmente no alcanza con tener un magnífico currículum para que te elijan: eso quedó en el pasado. Aspectos que la mayoría relega, como la marca personal generando reputación sobre quien eres y cómo haces tu especialidad, y las habilidades blandas, son requisitos indispensables para obtener empleo.
No son una opción. Conozco el caso de cientos de personas que no logran su trabajo porque no saben cómo desarrollar estas competencias, o bien, se niegan a adaptarse a un mundo que cambia constantemente.
Las 5 preguntas que tienes que hacerte con honestidad brutal
Comprendo tu angustia y desesperación si estás dentro de este grupo de personas que buscan empleo y no lo están consiguiendo en el tiempo que les gustaría.
Solamente como una primera idea, ya que no soy experto en empleabilidad, aunque sí en el desarrollo del potencial humano en todas sus formas, aquí tienes las cinco principales preguntas que puedes formularte para poder diagnosticar mejor tu situación actual.
Estas preguntas te guiarán a las habilidades básicas e indispensables que se piden en cualquier trabajo.
Responde con honestidad: ¿Las tienes todas? ¿Estás actualizándolas permanentemente?
Piensa a consciencia: De 1 a 5, donde 1 es muy bajo y 5 es excelente, ¿Qué promedio tienes en cada habilidad detallada?
1 – ¿Sabes comunicarte con total claridad y absoluta efectividad
A medida que las empresas dependen más de la palabra escrita y de Internet para comunicarse, no se puede subestimar la importancia de una comunicación eficaz. Puedes ser la persona con más talento del mundo, pero si no eres capaz de comunicarte con tu jefe o líder de equipo, ni con tus clientes, te encontrarás constantemente en un punto muerto que podría comprometer tu trabajo.
La comunicación eficaz puede desglosarse en una serie de componentes, como la capacidad de:
- Escribir con claridad: Las habilidades de escritura son esenciales para cualquier trabajo. Hacerlo en forma prolija, ordenada, clara y consistente, sin faltas de ortografía ni de gramática, es fundamental para tu perfil profesional.
- Expresarse con claridad: Si tu capacidad de redacción es escasa, la capacidad de expresarse con claridad se verá ciertamente afectada. En cualquier puesto laboral actual participas de reuniones, compartes ideas y hasta puede ser que hagas presentaciones internas o externas.
- Asegúrate de no salirte del tema: No es raro que la gente se vaya por las ramas y se salga del tema. Esto es poco profesional y puede llevar a una mala comunicación. Enfoca tus ideas en orden de importancia, y aprende a compartirlas con absoluta certeza y claridad.
- Edita y corrige: La comunicación necesita ser concisa y precisa. Tómate tiempo de editar y corregir la comunicación, ya que te permitirá enviar un mensaje más claro y profesional.
- Recuerda que la comunicación es contextual: Cuando te comunicas con una persona, la comunicación puede ser apropiada, pero cuando cambias de interlocutores puede ser necesario crear contextos diferentes. Por ejemplo, si utilizas formas que estaban vigentes hace tan solo cinco años atrás, ya estás fuera de tiempo, porque todo ha cambiado completamente.
2 – ¿Muestras iniciativa propia y asumes al 100% las responsabilidades?
La gran mayoría de las personas no poseen el rasgo de personalidad de tener iniciativa, lo que significa que a menudo prefieren esperar a que otro asuma la responsabilidad. Por eso es que hay millones de personas que prefieren conformarse obedeciendo órdenes, en vez de aplicar su sentido común, conocimientos y experiencia, y proponer mejores alternativas a los problemas que se presentan en el trabajo.
Aunque esperar a que otros tomen la iniciativa y las decisiones puede haber funcionado en el pasado, hoy las empresas buscan empleados que tengan iniciativa y que puedan asumir la responsabilidad de sus propias tareas.
Para destacar entre la multitud, es fundamental asumir lo que te toca, hacerte cargo y además, no tenerle miedo a tomar decisiones.
La mejor manera de hacerlo es establecer objetivos más pequeños y cumplirlos. Ayuda a hacer crecer el equipo dirigiendo las discusiones y practicando, por ejemplo, haciendo que los miembros de tu equipo escuchen de tu propia voz tu postura y decisiones, y guiando alrededor para conseguir esos objetivos.
3 – ¿Eres fácil de tratar y te integras bien con todo tipo de personas, especialmente las que son totalmente opuestas a ti?
La mayoría de los empleos requieren del trabajo en equipo, incluso los que parece que te permitiesen trabajar en soledad. Por ejemplo, tendrás un proveedor con el que formas un vínculo laboral; o un cliente, que compra tus servicios. Es decir que la interacción con tus habilidades sociales es ineludible.
Una persona en su puesto laboral con alta colaboración es aquella a la se le da bien trabajar con los demás. Los equipos con una cultura de colaboración tienen más probabilidades de tener éxito que los equipos que sólo están interesados en hacer su trabajo. Como condición, en cualquier empleo, se pide que puedas adaptarte e integrarte a perfiles muy diferentes al tuyo, y hacerlo con agilidad, velocidad y buena predisposición.
La mejor manera de conseguir estas cualidades es que practiques diariamente tus habilidades de colaboración. Si tienes dificultades para trabajar con otras personas, practica la lluvia de ideas con amigos y familiares, la cooperación en la familia, la comunicación asertiva y el espíritu conjunto, y luego lo llevas a tu búsqueda laboral o trabajo.
4 – ¿Tienes buen criterio propio?
El demostrar buen juicio es otra de las competencias necesarias actualmente; de hecho, muchos de los test y conversaciones en las entrevistas laborales tienden a medir este aspecto en particular.
Como seres humanos, siempre vamos a cometer errores, pero las organizaciones empleadoras buscan gente que tenga un buen manejo de las situaciones por más complejas que se presenten.
Cuando te enfrentas a una situación que no sabes cómo manejar, es esencial que tomes la decisión apropiada. No siempre se trata de acertar o equivocarse, sino de tomar la decisión que mejor funcione en una situación determinada teniendo en cuenta tu criterio propio y con enfoque en la solución: no en generar más problemas.
Para la toma de decisiones debes utilizar tus parámetros de tener buen juicio. Se trata de la capacidad de determinar el curso de acción correcto en una situación determinada utilizando tu experiencia, tus conocimientos y tu personalidad, y cruzando las diversas variables particulares del asunto.
Aunque pueda parecer que los empresarios buscan empleados que tengan un conjunto de habilidades completo, lo que realmente buscan es alguien que pueda poner estas habilidades en práctica de forma eficaz.
5 – ¿Tienes empatía y automotivación?
Por favor, no confundas empatía con simpatía, ya que son cosas totalmente distintas.
Como posiblemente sabes, la empatía es la capacidad humana de ponerse en los zapatos de los demás, de interpretar sus sentimientos y de sostener una escucha activa, con total presencia y ánimo de contribución al compartir con las otras personas.
Para desarrollarla, puedes empezar a practicar escuchar sin interrumpir, mirar a los ojos mientras te hablan y silenciar tu mente para aprender a estar completamente presente y en disposición con quien tienes enfrente. A su vez, no des consejos si no los piden y enfócate en abordar los aspectos centrales de cualquier cuestión yendo al punto, en vez de dar vueltas, siempre con respeto y total consciencia.
En cuanto a la auto motivación, muchos candidatos laborales esperan ser motivados desde afuera: por la empresa y por sus líderes, por ejemplo. A esto le llamamos motivación extrínseca, y es cuando pones expectativa de entusiasmo y optimismo que viene de afuera.
En cambio, existe el mejor combustible interno que puedas tener y se llama motivación intrínseca. Es la que nace de ti, y nadie puede extinguir, ni aún los momentos más complejos. No se trata de ser optimistas todo el tiempo, sino de sostener una postura optimista-realista frente a las circunstancias.
Al hacerlo de esta forma, permites contribuir sin resistencia a que lo mejor que pueda pasar, ocurra. Mientras que en el modo resistencia te opones, tienes tu mente rígida y por eso es posible que no obtengas el resultado que anhelas.
Medir el resultado
Ahora que llegaste hasta aquí, quiero compartir este indicador sencillo con el que puedes medir un resultado aproximado: Si estás en 3 en una o más habilidades, debo comentarte que te encuadras por debajo de la media. Si llegas a 4, estás un poco por encima del promedio; en este caso, piensa: ¿Qué es lo que puedo hacer para llegar al nivel siguiente? Si estás en 5 en ciertas habilidades, aunque te consideres excelente, quizás hay otras que debas mejorar para elevar el resultado general de este tipo de competencias que van más allá de tu técnica o experiencia.
Para concluir, dado que el mercado laboral es tan competitivo, es importante que hagas todo lo posible para destacar entre la multitud.
Los empleadores buscan personas con habilidades blandas tanto por dentro como por fuera.
Más que blandas, les llamo “power skills”, verdaderas capacidades poderosas, que son las que te llevarán a conectar mejor con las oportunidades laborales. ¿Te animas?