Como personas emprendedoras, a menudo nos encontramos en un viaje donde la única constante es el cambio. Una de las mayores fortalezas para estar en este mundo de innovadores, es mantener una mente abierta al aprendizaje para crecer, adaptarse y prosperar en cualquier situación. Todos los desafíos, las victorias y las lecciones aprendidas son parte del camino de desarrollo continuo personal y profesional.
Imagina que tu negocio enfrenta un reto y en lugar de sentirte derrotado te enfocas en el desafío con una mentalidad de aprendiz. ¿Qué sucede entonces? Descubres nuevas estrategias, adquieres habilidades adicionales y fortaleces tu resiliencia. Esta forma de pensar no solo te ayuda a superar obstáculos, sino también te transforma en una versión más fuerte y sabia de ti mismo.
Según estudios recientes del International Journal of Productivity and Performance Management, los rasgos de personalidad del emprendedor, el tener una mentalidad proactiva y la búsqueda de la excelencia son determinantes para el éxito y el desempeño de las empresas. Por lo que emprender requiere capacitarse continuamente para impulsar tu transformación personal y el éxito de tu negocio.
Cada obstáculo y cada logro puede moldearte en la persona que estás destinada a ser. Recuerda: “No se trata de lo que logras, sino de quién te conviertes mientras lo intentas”. Si vives cada experiencia con gratitud y aprendes de ella podrás convertirte en un líder más fuerte, más valiente e inspirador.
A menudo, nos centramos en los grandes logros y olvidamos el poder de los pequeños avances, es importante que recuerdes que para lograr un progreso consistente cada peldaño que asciendas, suma. Cuando construyes una casa, cada ladrillo que agregas contribuye a la magnífica estructura final. Del mismo modo, cada pequeño avance que das en tu negocio de manera constante te da la disciplina necesaria para acercarte más y más a tus metas.
Como coach profesional, he tenido el privilegio de acompañar a numerosos emprendedores en su camino hacia el éxito. Una de las lecciones más valiosas que me han enseñado estos innovadores es la de aprender a abrazar la diversidad de estilos de liderazgo. También he entendido que dichos estilos pueden influir en el rumbo que cada quiere dar a sus negocios. Es por ello que me gustaría que exploremos juntos algunos de los estilos de liderazgo presentes en las empresas para identificarlos y saber si reconoces algunos de sus rasgos en el modo de guíar a tu equipo. Recuerda tener en mente que en este camino tú puedes ir desarrollando tu propio estilo de liderazgo que reúne las características que son afines a tu personalidad única.
Hablemos del liderazgo dominante que implica tomar las riendas y liderar con determinación. Imagínate como el capitán de barco que guía a su tripulación a través de una tormenta, manteniendo el rumbo hacia el puerto seguro a pesar de las adversidades. Este estilo de liderazgo puede ser efectivo para tomar decisiones rápidas y audaces, pero es importante equilibrarlo con empatía y flexibilidad para mantener el compromiso y la motivación del equipo.
El liderazgo controlador implica tener un control estricto sobre todas las facetas del negocio, desde la planificación estratégica hasta la ejecución de tareas cotidianas. Piensa en un director de orquesta que dirige cada nota y cada movimiento de sus músicos para lograr una sinfonía perfecta. Si bien este enfoque puede garantizar la precisión y la eficiencia, también corre el riesgo de sofocar la creatividad y la independencia de los empleados. Reflexiona sobre en qué áreas de tu negocio el control puede ser un aliado y en cuáles no.
Quienes toman decisiones de manera independiente, sin consultar a su equipo son considerados líderes autocráticos. Son ellos quienes trazan el camino y esperan que otros lo sigan. Imagina a un chef que diseña el menú sin solicitar opiniones de su equipo de cocina, confiando en su propio instinto y experiencia. Este estilo puede ser efectivo en situaciones de emergencia o cuando se necesita una toma de decisiones rápida, sin embargo, en el día a día puede alienar a los empleados y limitar la diversidad de ideas.
Piensa en un comerciante que ofrece descuentos a sus clientes leales como recompensa por su fidelidad. Esta situación describe un tipo de liderazgo transaccional el cuál se centra en establecer expectativas claras y recompensar el desempeño de los empleados. Hay que tener en cuenta que este enfoque puede motivar en el corto plazo, pero puede no fomentar una cultura de compromiso y creatividad en el largo plazo.
El micromanaging es un estilo de liderazgo en donde la cabeza del proyecto supervisa de cerca minuciosamente el trabajo de sus empleados, a menudo involucrándose en los detalles más pequeños de las tareas. Imagina a un jardinero que poda cada hoja y cada rama de una planta. Este nivel de control puede garantizar la calidad y la precisión, aunque también puede desmotivar a los empleados y limitar su autonomía.
Después de conocer sobre las ventajas y desventajas algunos tipos de liderazgo me gustaría presentarte el liderazgo del “océano azul”, inspirado en el libro Las Claves de la Estrategia del Océano Azul de W. Chan Kim. Este enfoque se centra en las acciones concretas y en tener una estrecha conexión con la realidad del mercado. Además, distribuye el liderazgo en todos los niveles de la dirección y la gestión, fomentando la innovación y la colaboración en toda la organización. Recuerda, querido emprendedor, que tu estilo de liderazgo es único, va de la mano de tu desarrollo personal y puede moldear el destino de tu empresa. Encuentra el equilibrio adecuado entre control y flexibilidad, entre dirección y colaboración, y navegarás hacia el éxito en el vasto océano del emprendimiento.
Deseo que tengas presente que, al emprender, una de las estrategias más útiles es hacerlo con una actitud de aprendizaje que nos impulse a crecer y nos de las herramientas necesarias para superar los desafíos. Si además identificas qué tipo de personalidad y guía necesita tu empresa estarás del otro lado. Ser un líder extraordinario es abrazar cada desafío con osadía, recuerda que el mundo está esperando tus brillantes ideas y tu indomable espíritu emprendedor.
¡Adelante y conquista tus sueños!
