La Espiga en la colonia Condesa es una de las panaderías más icónicas de la Ciudad de México. Sin embargo, esta semana anunció que cerraría sus puertas tras 70 años de servicio.
El personal de la tienda colocó letreros en la entrada de la puerta donde se anuncia que el último día de operación de La Espiga será el 16 de diciembre.
De momento se desconoce la verdadera razón de la clausura de este comercio que se inauguró en 1945 por Antonio Ordóñez Ríos con un modelo de autoservicio.
Según dice el sitio web de la panificadora, Antonio Ordóñez Ríos vivió 100 años y fue uno de los fundadores de la Cámara de Panaderos de México (Canainpa).
Nació el 4 de septiembre de 1919 en México, pero fue enviado a estudiar a León, España. Mientras estaba pasando su formación, estalló la Guerra Civil lo que lo obligó a volver a México, viajando primero a Francia, luego a Nueva York para finalmente entrar al país por Veracruz.
Al regresar a la nación azteca, Ordóñez Ríos tuvo la opción de ser futbolista o panadero, ya que jugaba en la primera división con el equipo Asturias.
Decidió decantarse por la panadería abriendo el famoso local e instaurando el autoservicio con charola que hoy todos usamos en las panificadoras.
El empresario continuó activo en su panadería hasta los 99 años de edad siguiendo su frase célebre: “seguir adelante y con más bríos”.
Usuarios de Twitter y TikTok lamentaron el cierre de este icónico comercio de la colonia Condesa que era famoso por su amabilidad. Por ejemplo, tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 su personal salió a regalar bolillos “pa’l susto” a la gente que pasaba por la calle.
También recordaron las largas filas que se solían formar en el local para comprar la baguete de navidad al cierre de año.
De momento no hay noticias sobre un posible cierre de las demás sucursales de La Espiga en el Estado de México, donde se encuentra la matriz, y en el resto de la Ciudad de México.
