La Costeña: cómo pasó de ser una ‘tiendita’ a una empresa que exporta a más de 60 países
La empresa líder de alimentos en México, La Costeña, cumplirá un siglo de existencia.
¿Quién no tiene una lata de La Costeña en su alacena? Casi todos los mexicanos ubican la empresa de Conservas La Costeña, debido a su gran sabor y facilidad en la preparación de su gama de productos, ya que solamente basta abrir, calentar y servir.
En 2023, la marca líder en alimentos, Conservas La Costeña, cumplirá un siglo de existencia y su historia nos cuenta cómo pasó de ser una tiendita a una empresa que exporta a más de 60 países.
En entrevista exclusiva con ALTO NIVEL, Juan Carlos López Abad, Vicepresidente de Operaciones en Conservas La Costeña, relató los sucesos que han sido claves en su compañía, así como el valor de la constancia y el trabajo duro. Además, platicó algunos de los desafíos que han logrado enfrentar a lo largo de su extensa trayectoria.
La historia de La Costeña
La historia se remonta a 1923, año en el que Don Vicente López Resines trabajó en una tiendita de abarrotes ubicada en Calzada Guadalupe, en la Ciudad de México, llamada “La Costeña”, misma que se hizo popular por sus chiles serranos y largos en vinagre, que envasaba en vitroleros, productos que el dueño le permitía vender en dicho establecimiento.
Juan Carlos López Abad contó que su abuelo comenzó con la empresa para subsistir. No necesariamente tenía en mente iniciar una compañía de alimentos, pues ya había trabajado en Estados Unidos en una fábrica de comida, por lo que se le ocurrió hacer alimentos en frascos y los vendía por la mañana en la tienda de abarrotes.
Somos una empresa que empezó con chiles y aceitunas, hoy en día los chiles representan el 40% de nuestro mercado, antes eran el 100%, aunque eso no quiere decir que hayamos caído en chiles, sino que ahora sacamos otros productos
Dijo el ejecutivo
Hoy en día, con su amplia gama de productos como: chiles, frijoles, verdura, puré de tomate, pozole, entre otros, La Costeña ha logrado entrar a los hogares tanto mexicanos como extranjeros, con los sabores típicos de México.
Entre 1937 y 1948, siempre perseverante y con ánimo de crecer en la elaboración de sus productos, que en ese entonces eran realizados en el estacionamiento de una casa, Vicente López logró con mucho esfuerzo montar una pequeña fábrica situada en la calle Moctezuma, cerca de la Villa de Guadalupe, iniciando la consolidación de la compañía como fábrica de alimentos, para finalmente dar un gran salto a la actual nave industrial de Tulpetlac, Estado de México.
Otro momento relevante fue en 1986, cuando hubo una escasez del chile jalapeño y ellos ya contaban con el producto envasado previamente, a diferencia de la competencia, lo cual fue una oportunidad para que los consumidores lo probaran y degustaran, haciéndolos crecer exponencialmente.
Finalmente, los momentos de expansión a Sinaloa y a San Luis Potosí fueron claves en el crecimiento de la compañía
comentó López Abad
La Costeña tiene tres plantas: una en San Luis Potosí, otra en Sinaloa (muy dedicada a pasta de tomate y verduras) y la fábrica en el Estado de México (la más importante, porque cuenta con alrededor de cinco plantas dentro de la misma; planta de chiles; vinagre; tratamiento de agua; fabricación de bote y tapa).
Además, el gusto por la comida mexicana ha traspasado fronteras, porque actualmente tienen una planta cerca de Santiago de Chile y otras dos en Estados Unidos; una está en Tucson, Arizona; y la otra en Faribault, Minneapolis.
En México y Estados Unidos, La Costeña produce alrededor de 1,400 millones de envases de acero.
Los retos actuales
No obstante, han existido momentos complicados, como los últimos tres años, cuando se juntaron modificaciones en las normas del etiquetado con la aparición de los iconos con advertencias de altos niveles en sodio, grasas, azúcares, entre otros.
La introducción de esta norma de etiquetado coincidió con la temporada alta de producción y el brote de COVID-19; todo esto ocurrió en poco tiempo para aplicar los cambios necesarios, explicó el Ingeniero López Abad.
Por si fueran poco los factores anteriores, las perspectivas se agravaron con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, elevando los precios de las materias primas y provocando presiones inflacionarias.
“La guerra es lo que más nos ha pegado en 2022, hemos tenido inflación en todo, en los materiales de empaque. El acero ha subido más de un 100%, todos los insumos del campo han ascendido muchísimo. Por ejemplo, hablando específicamente del jalapeño, de un año atrás hasta ahora, está del 30% al 35% más caro. Todo ha subido muy fuerte. Nos ha pegado un poco al margen, pero nosotros tenemos que ajustar los precios”, añadió.
Una ‘tiendita’ que emplea a 4,000 personas
La Costeña genera alrededor de 4,000 empleos directos, y también contribuye a una enorme cantidad de empleos indirectos.
Tenemos un trato muy directo con la gente que trabaja con nosotros. Siempre queremos que las personas estén bien. Tenemos la idea de que si la gente viene a trabajar contenta, trabaja mejor, que si no le gusta, no va a hacer bien las cosas. Una empresa la conforman las personas que trabajan en ella, puedes tener máquinas, pero si la gente no está a gusto trabajando, nada de eso va a funcionar
López Abad
En el caso de los consumidores, la lealtad se logra con muchos años. El valor de una marca lo hace la gente que consume los productos. Esto se debe a la calidad, al sabor y a que esté disponible en el mercado, porque el servicio es muy importante. “Tener un buen servicio y que siempre puedas encontrar el producto, aunque no hayan cosechas, que nosotros manejamos determinados productos con inventarios muy altos”, explicó el experto.
Estar en más cocinas en el mundo, el futuro
La presencia de esta firma es importante dentro del mercado de alimentos perecederos. Actualmente, La Costeña exporta a más de 60 países y el volumen más alto es en Estados Unidos (alrededor del 75% y 80% de exportación), le siguen Centroamérica, Australia y Europa, mismos que también cobran mucha fuerza para ellos.
La Costeña es líder en la categoría de “ingredientes de cocina y comida” en México, con una participación del 14.2% del mercado, en 2021, según datos de Euromonitor International.
Mientras que en el mercado de “salsas, aderezos y condimentos”, La Costeña tiene una cuarta parte del mercado (24.9%), seguido de otra compañía mexicana, Herdez, con 11.9% y McCormick, con 7.8%, según información de la firma de investigación con sede en Londres.
Al situarse La Costeña a la cabeza de las mesas mexicanas, la meta de la compañía es llegar a más cocinas alrededor del mundo.
“Estos son apenas los primeros 100 años. Nuestra visión es ser una empresa internacional de alimentos, queremos estar presentes no solamente en los anaqueles, sino tal vez en fabricación de varios lugares del mundo, adaptarnos un poco al paladar de las diferentes regiones, estar siempre basados en comida mexicana, pero insisto, en siempre tener la adaptación del gusto de los diferentes países en los que queremos estar”,
añadió el alto ejecutivo.
Entre sus futuros planes, buscan siempre una variedad de productos para muchas familias, pueden ser orgánicos o adicionados con vitaminas. Asimismo, promover el cuidado ecológico. Además, de ayudar a mujeres y hombres en la cocina, conservando la calidad que manejan y el sabor que los caracteriza.
“En México siempre estamos invirtiendo en nuevas tecnologías, viene un proyecto de abre fácil, estamos arrancando un almacén automático dedicado a hacer pedidos, planeamos iniciar en octubre. En la segunda fase de ese proyecto, del almacén, será entrando al siguiente año, incluso hay una tercera fase para un cuarto almacén automático, esto es aquí en México, en la planta de Ecatepec”, platicó.
Diversificación de sus productos
La Costeña ha seguido esa línea de diversificación en el mismo mercado de los alimentos, han incursionado en botanas con Totis y en galletas con Marián.
“Nosotros siempre queremos tener los mejores productos, en cuanto a calidad y sabor. Siempre a precios competitivos y razonables”,
dijo.
Deseos para México
El Ingeniero Juan Carlos López Abad finalizó expresando los deseos que tiene para la población mexicana.
“Queremos que el país esté bien. Nosotros somos una empresa mexicana y nuestra prioridad es México. El principal deseo es que la economía mejore. Otro anhelo es enfocarnos en la educación, y no solamente me refiero a la académica, sino a la educación civil, a ser siempre respetuosos con los demás, un poco del lado de la moral y de ser responsables; no echando culpas a nadie, sino asumiendo todos la responsabilidad, buscar un cambio de perspectiva y educación, que el país crezca. De igual forma, desearía que fuera un país más seguro, porque la inseguridad es un problema”
pidió.