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06-01-2022, 4:41:55 PM

¿Eres tú Mauro, el millennial? 3 historias comunes de terror financiero

El dinero solo es una bendición si se sabe cómo administrarlo. De lo contrario, suele convertirse en una verdadera maldición. Esta es la TERCERA parte de esta serie.

© Depositphotos.com

Nota de la editora: Este artículo es un extracto del libro “Toma el Timón: ¿Por qué los ricos se hacen más ricos y tú sigues sin llegar a quincena?” de Francisco García Pimentel y Salvador Manzano.

Las dos semanas anteriores conocimos a Gerardo el Gerente y María la Lotería, dos casos comunes (y preocupantes) en nuestro mundo moderno. Gerardo vive la vida persiguiendo el aumento de sueldo… y María se da cuenta de que tener dinero no es lo mismo que ser rica.

Pero hay una historia tan común como las anteriores. Una historia de terror financiero que veo cada día en los pasillos de las escuelas y universidades. La historia de:

Mauro, el Millennial

Mauro tiene 23 años y acaba de terminar la carrera de Recursos Humanos en una universidad privada. De novia, nada. ¡Hay que aplicarse!

Mauro está buscando trabajo por todos lados. Seguramente hay un súper job esperando para un tipo como él, que siempre fue aplicado y además es buenísimo para las relaciones públicas. Tiene miles de amigos, entra a todos los antros y le encanta viajar. Es un tipazo, la verdad, en quien siempre se puede confiar.

Alguna vez escuchó que hay que vestirse para el puesto que quieres, no para el que tienes, así que frecuenta restaurantes de cortes los domingos y no se quita sus mocasines Ferragamo ni para dormir, ni sus lentes Ray-Ban aunque esté nublado. Viste para el éxito, sin lugar a duda, mientras busca trabajo. Reparte un par de currículums por aquí y por allá y les habla a sus tíos a ver si tienen algún puesto en su empresa.

Mientras tanto ¿para qué aburrirse? Aunque sus papás ya no le dan tanto dinero porque “es adulto”, tampoco es como que lo van a abandonar. Todo el mundo sabe que lo más importante es “aparecer” en todos lados, así no te sales de la foto. Si hay que estar en Tapalpa para la boda, en Valle para la fiesta o en Cancún para el bautizo, pues que así sea. La vida es una sola y hay que disfrutarla, piensa Mauro. Esto no es solo una idea, sino una filosofía de vida. De hecho, Mauro cambia su perfil de Facebook e Instagram. Ahora dice: Mauro: RRHH, CEO de la Vida, Traveler. En busca del gran plan.

Mientras encuentra trabajo, se reúne con sus amigos cada semana para pensar en un negocio (y una cervecita). Tiene algunos libros de Steve Jobs, que no ha leído, y su animal espiritual es Mark Zuckerberg. “Este tipo sí la hizo. Lo importante no es estudiar, sino ser inteligente”. Cada semana ideas de negocio geniales se discuten, una cerveza tras otra. No queda duda de que eventualmente le van a pegar al gordo. El plan de Mauro es lograr un negocio súper original y exitoso y retirarse joven para viajar por el mundo. Va a ser millonario a los 30. Después de todo, en el fondo, Mauro es un traveler.

Entre tanto, hay que encontrar un trabajito, para poder tener dinero. Si no ¿cómo?

Por fin algo aparece. A ver… “Se busca Project Manager para empresa internacional en crecimiento”. Suena prometedor. El trabajo consiste en coordinar proyectos varios de incubación y exportación a clientes de todo el mundo.
Sueldo: $7000.00 (brutos).

<< ¿Siete mil pesos? Ya ni la amuelan. Mi licenciatura costó…. Bueno, no sé cuánto costó porque no la pagué yo; pero seguro carísima. Mínimo unos 30 o 40 mil pesos necesito al mes. Así que espero>>.

“Distribuidor independiente”, “Asesor de inversiones”, “Coach de emprendimiento”, “Gerente Regional…”

Todos suenan elegantes, pero ninguno tiene un sueldo que valga la pena, o de plano ni sueldo tienen. “Puedo ganar todo lo que quiera”, o sea que son ventas. Y yo no soy vendedor: soy Licenciado en Administración y Recursos Humanos con especialidad en Procesos de Mejora Continua. Respeten mi título, por favor.
Cada semana la “reunión de negocios” o el “networking” no falla, pero por alguna razón no ha aparecido la idea genial que nos hará millonarios. Así que seguimos buscando…

Por fin, algo que promete

<< ¡Ahora sí! Gerente de contratación en World Computers Co. Es un trabajo de cubículo con un sueldo mediocre, pero es una empresa grande, así que se puede crecer. Además hay varios amigos allí, y tienen muchos bonos y así. Es buen lugar para empezar y en mi tarjeta se ve de lujo el título y el logotipo. Además, a los tres años puedo hacer un verano de coaching en Silicon Valley. Señores de Google, agárrense que ahí les voy>>.

<< La mejor época de la vida es ésta. Estoy soltero, no pago renta, ni tengo hijos… pero sí tengo dinero. Es como ser millonario. Tengo absoluta libertad. Si quiero, por ejemplo, puedo irme de fin de semana a la playa sin pedir permiso –ni dinero- a nadie. Y me puedo dar mis lujitos; ir a cenar, a conciertos. Por fin puedo comprarme la ropa que quiero. Esto sí es vida >>.

Así pasan uno, dos años. Mauro es el as de las fiestas y las reuniones; ya conoce medio planeta. Sigue en su mismo trabajo, que le permite darse sus “lujitos”. Ya le llegan tarjetas de crédito plateadas y doradas y platino, que le permiten ahorrar millas y puntos. Eso es ser inteligente .

Mauro tiene veinticinco ya. Veintiséis y veintisiete. Todos sus amigos empiezan a tener novias “serias” y algunos hasta ya se casaron. Otros tienen negocios, despachos, inversiones. Mauro sigue clavado en disfrutar la vida, pero al parecer está atrapado en su puesto…

Así que intensifica las reuniones de negocios. Ahora sí: hay que trabajar. El negocio del siglo está a la vuelta de la esquina. ¿Masajes a domicilio? ¿Una App para vender helados? ¿Un servicio de choferes VIP? Todo eso está bien… ¿quizás? Pero se necesita dinero y la realidad es clara:

Mauro no tiene un peso.

Se acerca a los 30, tiene un trabajo que no le emociona ni le paga bien, no tiene negocios ni prospectos reales, y no tiene un peso.

Está quebrado y con las tarjetas a tope, mientras sus conocidos están casados, con hijos, casas, coches y negocios. ¿Qué diablos pasó?

<< Bueno, a los 30 no seré millonario – Piensa Mauro – Quizás a los 40. Le voy a pegar al negocio un día de estos. De eso no hay duda.

Entre tanto, me quedo en el mismo trabajo. Ya llevo cuatro años, sería una locura salirme ahora. Pero es mejor que el mundo no sepa mi realidad. Mis amigos ya tienen negocios, casas y coches. Será mejor que yo también tenga aunque sea un Audi… no vayan a pensar que soy un “Godínez”…
Eso sí. Cualquier día de estos encuentro el negocio del siglo. ¡Y retirado a los 40! >>

Siempre en espera de la “gran idea”

Mauro es el gran ganador de nuestra era. Es un caso INMENSAMENTE común entre jóvenes de 20 a 40 años.

No importa si estudió en universidad privada o pública, o si tiene trabajo con mucho o poco sueldo. El problema de la inmensa mayoría de los millennial es que tienen una mentalidad pobre, similar a la de María la Lotería: creen que “algo” va a pasar que los va a sacar de pobres. Para María es el “cachito”, para Mauro es “el negocio”. Pero ambos son imaginarios.

Mauro sufre de “la Ilusión de Zuckerberg” y sus 30 años, ha firmado su condena.  A menos que despierte ahora mismo y comience a construir su libertad financiera, quedará atrapado en el mismo lugar y trabajo para siempre. Cuando decida casarse, solo se habrá convertido en Gerardo el Gerente y estará sumido en la carrera de la rata hasta su muerte.

Algunas características suicidas de Mauro son:

  • Gana dinero, pero nunca ahorra un peso. Si nivel de vida es exactamente igual (o superior) a sus ingresos por salario.
  • Si lo despiden mañana, queda en la calle.
  • Habla de hacer negocios, pero nunca empieza uno. Sigue esperando al “negocio genial” que resolverá sus problemas.
  • Eleva su nivel de vida artificialmente cuando sus amigos y conocidos lo hacen.
  • Está seguro de que tarde o temprano tendrá su “super idea de negocio que lo sacará de pobre”.
  • No sabe de finanzas, ni de inversiones, ni de negocios. Su única esperanza real es que no lo despidan… o ganarse la lotería.

Lo he dicho antes y lo digo de nuevo: no importa si ganas poco dinero o mucho. No importa la cantidad, sino los hábitos. Si eres Gerardo, Mauro o María ¡Despierta! Estás en un camino que no lleva a ninguna parte .  Es más importante administrar lo que tienes hoy que esperar lo que vendrá mañana. De hecho, si administras lo que tienes hoy… llegará mucho más mañana.

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autor Dircom en Universidad Panamericana Aguascalientes. Oratoria, comunicación estratégica, storytelling. Creador de @Dibujomentarios. Socio en DiezLetras Comunicación. Autor de la saga de El Delegado Francés y algunos otros títulos, como Todos Hablan, Pocos Conectan y Como Pez en el Agua. Abogado y Doctorando en Comunicación. Sigue su podcast "Todos Hablan, Pocos Conectan" en Spotify y consigue sus libros en Amazon.