Todo fanático del chocolate gusta de la Nutella. Esta crema de avellanas funge como el mejor acompañante de los antojitos dulces. Se usa en crepas, panes, trufas, helados, pasteles, sándwiches, waffles y hot cakes.
Pese a que prácticamente todo el mundo conoce su sabor y su inconfundible aroma, pocos son los que conocen su origen, el cual se remonta a una época de crisis, guerra y escasez de alimentos. Te contamos.
La historia comienza en 1946 con Pietro Ferrero, un repostero de la pastelería Alba ubicada en el Piamonte (Italia). Después de la segunda guerra mundial, la nación atravesaba por la escasez de suministros de cacao.
En este sentido, Ferrero tuvo la creatividad y los conocimientos necesarios para crear una receta llamada Giandujot —nombre inspirado en un famoso personaje de la región— y así hacerle frente a la crisis del árbol.
Se trataba de una pasta dulce hecha a base de azúcar, una mínima cantidad de cacao y avellanas, entre otros condimentos. Inicialmente su presentación fue en forma de barra —como la mantequilla—, para que pudiera rebanarse y untarse en el pan.
En 1951, Pietro empezó a vender el producto con el nombre de SuperCrema Giandujot y a través de su empresa: Ferrero. En 1963, su hijo continuó con el negocio y decidió expandir la crema de avellanas hacia todo el continente europeo con un nuevo nombre: Nutella.
Michele Ferrero eligió la palabra inglesa Nut, que significa avellana, y el sufijo latino ella. También modificó la composición de la receta para que se comercializara en un frasco. Así fue como la famosa pasta se renovó y salió al mercado con un nuevo nombre el 20 de abril de 1964.
En 1966, el icónico frasco llegó a Francia y en 1978 a Australia, lo que detonó en la apertura de su primera planta fuera de Europa, en Lithgow, cerca de Sidney. El resto, es historia. Incluso, hay un día oficial de la Nutella desde 2007 y es el 5 de febrero.
