Falso: Anna Sorokin, la estafadora que inspiró la serie de Netflix, todavía no es deportada a Alemania
El caso de Anna Sorokin fue dramatizado en la serie limitada "Inventando a Anna" de la plataforma de streaming.
Esta semana corrieron rumores de que la falsa heredera multimillonaria Anna Sorokin sería deportada a Alemania. Sin embargo, de acuerdo a diversos medios, la estafadora permanece bajo custodia en Estados Unidos.
La agencia de Inmigración y Control de Aduanas de EU dijo que Anna “permanece bajo custodia de ICE pendiente de remoción”. Sus abogados dieron a conocer el martes que presentaron documentos el lunes para retrasar la deportación.
Anna Delvy, nombre falso con el que la mujer realizó sus fraudes, inspiró la exitosa serie “Inventando a Anna” de Netflix donde se cuenta cómo la joven engañó a la clase alta de Nueva York para poder vivir como millonaria.
Delvy se hizo famosa por engañar a miembros de la socialité de Nueva York entre 2013 y 2017 pretendiendo ser una emprendedora de arte. Pretendía ser la heredera de un rico magnate alemán para engañar amigos, bancos, hoteles e inversionistas para que pagaran sus cuentas o le dieran dinero.
La historia real de Anna Sorokin
Anna le hizo creer a la sociedad más acaudalada de Manhattan que heredaría 60 millones de dólares por parte de su padre, un supuesto diplomático y magnate del petróleo. Entonces, con carisma, encanto, mucha seguridad en sí misma y gran conocimiento de la moda, se estima que estafó alrededor de 275,000 dólares.
Ella nació en una familia humilde y trabajadora en las afueras de Moscú en 1991 y su progenitor era un excamionero que emigró a Alemania para dirigir un negocio de calefacción y refrigeración, mientras que su madre era ama de casa. En 2011, Anna se mudó a Londres para estudiar en la escuela de bellas artes y moda Central Saint Martins (la misma institución donde asistieron los diseñadores Stella McCartney y Alexander McQueen).
Pero dejó sus estudios regresó a Alemania, para después trabajar como becaria en la revista Purple. Allí es cuando cambió su apellido de Sorokin por Delvey.
La revista la envió a Nueva York en 2013 para la Semana de la Moda. Le gustó tanto la gran manzana que se trasladó a la oficina de Purple en la ciudad. Por su trabajo asistió a muchas fiestas y eventos de la élite del mundo de la moda. Sin embargo, dejó su empleo y se dedicó a construir su nuevo mundo.
Anna vestía prendas de Balenciaga, Alaïa y lentes de Céline, pronto se rodeó e hizo amistad con la élite de Nueva York. Frecuentaba costosos restaurantes y se hospedaba en hoteles de lujo, hasta que la corrían por pasar meses sin pagar las facturas. Allí era cuando acudía con sus acaudalados amigos para pedirles un préstamo temporal mientras “su tarjeta volviera a funcionar”.
Pero no solo estafó a sus ‘amigos’. También intentó crear la Fundación Anna Delvey, un club privado en Manhattan que tendría una colección de arte contemporáneo, un bar, restaurante y antro. Pero entonces las personas empezaron a sospechar, al falsificar documentos de ingresos y préstamos, además de las cuentas no pagadas en diferentes establecimientos.
Entre sus víctimas destacan Gabriel Calatrava, un ingeniero y arquitecto hijo de Santiago Calatrava; el magnate inmobiliario Aby Rosen, el chef Daniel Rose de Le CouCou y hasta el actor Macaulay Culkin. También figuran el empresario Roo Rogers y la periodista de Vanity Fair Rachel DeLoache Williams.
Su paso por la prisión… y Netflix
En 2017, Anna fue arrestada por fraude con una condena de 4 a 12 años en prisión. Fue acusada de seis delitos graves y uno menor por falsificar documentos del banco para la supuesta fundación. Además, tuvo que pagar una multa de 24 mil dólares y una restitución de 199 mil dólares y ser deportada a Alemania luego de cumplir la sentencia.
Sorokin salió en febrero de 2021 “por buena conducta”, pero poco le duró el gusto. Actualmente, la hábil estafadora está detenida y ahora pendiente de su deportación, pues se había quedado en Estados Unidos más tiempo de lo que su Visa le permitía. También está activa en Instagram donde cuenta con más de 200 mil seguidores.
¿Cómo llegó su historia a streaming? La miniserie está inspirada en un artículo de la revista New York, titulado ‘Maybe She Had So Much Money She Just Lost Track of it’, de la periodista Jessica Pressler.
Sorokin comentó en una entrevista en el programa Newsnight de la BBC: “Nunca le pedí a Netflix que comprara mi historia, simplemente sucedió”.
De acuerdo con el mismo medio, Netflix le pagó a Anna 320 mil dólares. Sin embargo, la joven no pudo quedarse con todo el dinero ya que en Nueva York existe una ley que impide que los delincuentes se beneficien de su fama derivada del delito. Así que, su cuenta fue congelada. Al menos 199 mil fueron destinados para pagar a los bancos, y 24 mil para liquidar su multa.
Con información de Mariel Otero