Para aumentar la capacidad de fabricación de semiconductores, necesarios para las industrias tecnológicas y automotrices principalmente, Intel Corporation invertirá 20 mil millones de dólares en construir la que podría ser la fábrica de chips más grande del mundo.
Con esta acción la empresa pretende posicionar a Intel como la principal fabricante ante la escasez de chips y lograr que Estados Unidos deje de depender de las empresas asiáticas, que hasta ahora habían controlado el mercado.
La empresa estima que al crear esta planta de producción de chips generará cerca de 3 mil empleos. Además espera crecer su inversión a 100 mil millones de dólares para aumentar su número de plantas a 8.
Este proyecto que es apodado el corazón del silicio, podría convertirse en “la ubicación de fabricación de semiconductores más grande del planeta”, según Pat Gelsinger, director ejecutivo de Intel.
Aún cuando Gelsinger esperaba que la escasez de chips continuara hasta 2023 y aunque la industria productora de chips se esfuerce por aumentar la producción, la escasez de chips durará más tiempo de lo estimado, pues las plantas fabricantes tardan años en construirse.
Por su parte, la administración Biden tiene como objetivo persuadir al Congreso para que apruebe $52 mil millones en subsidios.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promocionó la inversión de Intel el viernes en un evento en la Casa Blanca con Gelsinger y nuevamente defendió la acción del Congreso. “China está haciendo todo lo que puede para apoderarse del mercado global para poder competir con el resto de nosotros”, dijo Biden.
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, dijo en el evento que la actual cadena de suministro de semiconductores es “demasiado dependiente de las condiciones y países del otro lado del mundo”.
Gelsinger dijo que sin fondos del gobierno apenas podría iniciar la construcción de la planta en Ohio, pero no avanzará tan rápido.
Con información de Reuters
