Estrés extremo por trabajo lleva a mujer de 38 años a mudarse a un asilo
Yang, una guionista de TV, cambió la vida acelerada de Beijing por la tranquilidad de un asilo y un proyecto de vida.
Una mujer de 38 años se enfermó por el estrés causado por su trabajo y decidió combatirlo de una manera inusual: entrando a un asilo de ancianos.
De acuerdo con el medio local 6Park News, una mujer china identificada como Yang enfermó debido al exceso de trabajo constante y decidió cambiar por completo su vida. Después de sufrir problemas de salud por el estrés y las largas jornadas laborales en Beijing, Yang, una ex guionista, tomó la decisión de mudarse a un asilo en Jilin. Lo que comenzó como una búsqueda de descanso, se ha convertido en un proyecto personal que involucra a los ancianos de la residencia.
Cansada del estrés de su trabajo, mujer de 38 años elige vivir en un asilo y crear un documental
Yang trabajó en Beijing durante 11 años como guionista, pero su ritmo de vida la llevó al agotamiento físico y mental. Después de una hospitalización, decidió hacer un cambio drástico en su vida. Con un presupuesto limitado, eligió una residencia para ancianos en una zona tranquila y con buen aire, en lugar de un hotel o una casa de retiro más costosa. En este asilo, Yang encontró el descanso que necesitaba, y además, comenzó a documentar las vidas de los residentes, un proyecto que ha resonado en las redes sociales.
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Un cambio de vida radical
La decisión de Yang no fue fácil, pero su deseo de una vida más lenta y saludable la llevó a vivir en este asilo, donde comparte su día a día con más de 500 ancianos. En sus videos, Yang muestra la realidad de la vida en un asilo, desmitificando la idea de que estos lugares son tristes o aburridos. Según Sydney Today, su objetivo es mostrar la vitalidad y las historias únicas de los residentes.
Documentando la vida en el asilo contra el estrés por trabajo
Inspirada por las historias que ha escuchado, Yang planea crear un documental que destaque las experiencias de 100 ancianos de la residencia. Hasta ahora, ha comenzado a grabar a algunos de ellos, capturando sus recuerdos y su cotidianidad. Para Yang, este proyecto es una forma de devolver algo a la comunidad que la ha acogido y de dar visibilidad a la realidad de muchos ancianos en China.
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La historia de Yang no solo es un reflejo del impacto del estrés laboral, sino también una muestra de cómo el cambio de entorno y el contacto con diferentes generaciones pueden transformar la vida. La mujer dijo para el diario Ifeng que su proyecto de documental promete ser una ventana al mundo de los ancianos y una herramienta para que la sociedad comprenda mejor las diferentes etapas de la vida.