Una demanda reciente interpuesta en Estados Unidos por un grupo bipartidista de 42 fiscales generales contra Meta alega que las herramientas y funciones de Facebook e Instagram están dirigidas a crear adicción a estas redes sociales entre niños y adolescentes.
Esta acción legal conjunta no tiene precedentes en el mundo y pone el foco sobre un tema espinoso que preocupa a padres, educadores y autoridades: el uso y efecto de las redes sociales en los menores.
Según la demanda, Meta utiliza tácticas para mantener adictos a los niños y jóvenes a las redes sociales que incluyen herramientas como algoritmos, alertas y notificaciones constantes. Pero también funciones como contenido efímero (Stories), que solo se muestran durante 24 horas, o el desplazamiento infinito (scrolling) en los feeds de Instagram que sigue cargando contenido nuevo mientras el usuario está activo en la aplicación.
El objetivo: fomentar que niños y jóvenes sientan que deben conectarse constantemente para no perderse las novedades, o lo que en argot de internet se conoce como FOMO (Fear of missing out).
Según la demanda, al final del día este conjunto de tácticas y herramientas tiene implicaciones que impactan negativamente la salud mental de los adolescentes a través de la comparación social, el deseo de aceptación a través del “me gusta” o la promoción de la dismorfia corporal con sus filtros de fotografías.
Meta es la plataforma más grande y con mayor cuota de mercado a nivel mundial, pero otras también tienen como objetivo incrementar el tiempo en pantalla de sus usuarios, entre ellos, los niños y adolescentes.
Según una encuesta de Gallup, los adolescentes en Estados Unidos pasan en promedio 4.8 horas al día en las redes sociales. Esto significa una batalla entre las diferentes plataformas sociales por la atención y el tiempo que los niños y adolescentes pasan en ellas.
Aunque en principio los menores de 13 años tendrían restricciones para acceder a las redes sociales, según la demanda federal reciente no hay una vigilancia seria y los niños pueden saltar fácilmente este impedimento. Con esto, Meta estaría violando la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea, o COPPA, al recopilar datos personales de usuarios menores de 13 años sin el consentimiento de los padres.
Por su parte, es sabido que las empresas matrices de las principales redes sociales han rechazado endurecer los filtros.
Las redes sociales son un negocio muy lucrativo que mueve miles de millones de dólares al año en todo el mundo.
Para los jóvenes, no es solo una forma de entretenimiento y contacto social sino también una posibilidad profesional a futuro.
Es común que actualmente los jóvenes se vean en el futuro siendo YouTubers, streamers o vloggers antes que médicos, ingenieros o abogados. En este sentido el marketing de influencers, que ha duplicado su valor duplicado desde 2019 y estaba valorado en 16.400 millones de dólares, juega un papel fundamental por el poder de prescripción atribuido a los influencers.
Las acusaciones contenidas en la demanda federal se remiten exclusivamente a Meta; sin embargo, éstas también aplican a otras plataformas de redes sociales que también priorizan incrementar el tiempo en pantalla de sus usuarios y aplican diversas tácticas para lograrlo.
En mi opinión, esta demanda, por su magnitud, crea un precedente sumamente importante para todo el sector y si bien es cierto que no sabemos cómo se va a desarrollar, este deseo por proteger a los niños en línea es parte de una batalla mucho más amplia para controlar el futuro de las redes sociales ya que enfrenta a grupos de poder que dominan el espacio de internet con activistas y políticos.
Quizás a corto plazo, las redes sociales hagan cambios superficiales para mostrar su compromiso con la seguridad de los usuarios, pero no perdamos de vista que el gran problema subyacente de retener a los usuarios y mantenerlos activos en la plataforma seguirá siendo una prioridad.
La verdadera solución a este problema requiere una colaboración más amplia en la sociedad para promover un uso seguro y saludable de las redes sociales. Y en esa tarea, todos tenemos algo que aportar.
