



Una de las noticias que ningún medio de comunicación de la Ciudad de México hubiera querido dar jamás llegó: el boleto del Metro de papel y magneto dejará de servir para acceder a este transporte.
Esto luego de 55 años de funcionamiento. Con su cancelación se da paso a la tarjeta de Movilidad Integral (MI), como único elemento para entrar al llamado popularmente como “gusano naranja” y usar sus 12 líneas. Ahora las ventanillas atendidas por personas también serán centros de recarga, junto a los automáticos.
Para cerrar este ciclo y rendir un homenaje al boleto magnético, el Sistema de Transporte Colectivo Metro lanzará una última edición especial, que lanzará solo 14 millones de piezas que se venderán en las taquillas de las estaciones 2 y 3, por ser éstas las únicas que aún reciben el cartoncillo.
Esta edición especial hará alusión al primero boleto magnético que tuvo este transporte en su año de inauguración, es decir, 1969. Portarán la leyenda: LF-I 1969-2023. El Metro, a través de un comunicado, mostró cómo se están imprimiendo estos boletos en sus talleres.
Aprovechamos para dar una pequeña reseña histórica del boleto del Metro: el primer boleto fue naranja, su precio rondó en los primeros años 1.00 a 1.20 pesos por viaje, el doble del costo de los del tranvía o trolebús.
Primero fueron hechos de cartulina, luego se crearon los blancos cuyo material era el cartoncillo, pero eso solo duró unos meses, pues después se volvió al uso de la cartulina.
En 1972 el Metro entró a la conmemoración del “Año de Juárez”, lanzando un boleto blanco con el rostro del personaje en cuestión, con el tiempo los coleccionistas llamarían a este boleto el “Juárez blanco”, siendo el más buscado por los aficionados.
Fue en 2005 cuando se lanzaron las primeras tarjetas con chip. Se creyó que ese sería el fin de los boletos, sin embargo su desplazamiento se postergó 19 años, como podemos ver.
Sabiendo todo esto, ahora sí: en sus marcas, listos… corran por sus boletos del Metro el próximo lunes.