El mejor uso de tu aguinaldo dependerá de tu situación. Según tu orden financiero, este dinero deberá de destinarse a cosas distintas.
Constantemente me preguntan esto: ¿cuál es el mejor uso de mi aguinaldo? Inclusive hay consejos “sabios” de finanzas personales que tienen una regla porcentual, como: 30% de ahorro, 20% para regalos, 20% para pagar deudas, etc.
Pero en este artículo te diré de una vez por todas qué debes hacer con él. Sin embargo, según tu situación y orden financiero, tu aguinaldo deberá de destinarse a cosas distintas, y es por lo que en este artículo te doy la mejor opción según tu situación.
El mejor uso del aguinaldo
Situación 1: Vivo al día y no tengo fondo de contingencia
Deberás de destinar el 100% de tu aguinaldo para armar tu fondo de contingencia, que idealmente deberá de ser de entre 3 y 6 meses de tus gastos. Si ya empezaste tu fondo de contingencia, pero no lo tienes completo, utiliza tu aguinaldo para completarlo. Recuerda que el fondo de contingencia no se guarda en el frasco de galletas o debajo del colchón, porque el riesgo es demasiado. Deberás tenerlo invertido en instrumentos que tengas dos condiciones básicas:
- Que sean líquidos (pues lo quieres tener disponible en caso de alguna emergencia)
- Que sean seguros (pues inversiones especulativas para tu fondo de contingencia no son buena idea)
Si no sabes en qué invertirlo, está bien que lo mantengas en tu cuenta bancaria. Puede ser una cuenta que genere interés, en alguna otra cuenta de una entidad financiera similar, o en algún fondo de baja volatilidad (por ejemplo, alguno compuesto principalmente de deuda gubernamental).
Situación 2: Tengo mi fondo de contingencia, pero tengo deudas en mis tarjetas de crédito
Deberás de destinar el 100% de tu aguinaldo para reducir el monto de tu adeudo en tarjetas de crédito (u otras deudas caras, como créditos personales). Sé que puede ser tentador invertir parte de tu aguinaldo si ya tienes tu fondo de contingencia, pero si estás arrastrando deudas en tarjetas de crédito simplemente no conviene. Estarías apostando a “ganarle” en tus inversiones al altísimo interés de tus tarjetas de crédito, y no hay inversión con esos rendimientos que no tenga un nivel elevado de riesgo. La única manera “segura” de obtener ese valor por tu dinero, es justamente reduciendo tus deudas con alto interés.
Un ejemplo para entender
Pero para que me creas, te voy a poner un sencillo ejemplo. Supongamos el caso de Juan y Mari. Mari y Juan reciben $10 mil pesos aguinaldo, y ambos tiene un saldo de $20 mil pesos en su tarjeta de crédito en la que están pagando mínimos. Dicha tarjeta de crédito tiene una tasa de 40% anual (esta tasa es inclusive por debajo del promedio nacional, por si creen que estoy exagerando con la tasa).
Pero Juan, pensando que está tomando una decisión correcta para sus finanzas personales, decide invertir su aguinaldo en CETES a 28 días y continuar pagando mínimos en su tarjeta. Mari, por otro lado, es una persona más sabia y ha leído este artículo, así que decide utilizar el 100% de su aguinaldo para disminuir el saldo de su tarjeta de crédito en lugar de invertirlo.
Después del primer año, esta es la situación de Juan y Mari, respectivamente:
Es decir, a pesar de Mari y Juan estaban en la misma posición financiera, una diferencia en el uso del aguinaldo cambió drásticamente la posición de ambos en tan solo un año. Juan tuvo un cambio positivo al final del año de $3,653.33 con su aguinaldo de $10 mil, mientras que el de Mari fue de $6,314.04. Y es que la tasa de CETES en donde invirtió Juan (9.80%) es mucho menor a la tasa que cobra su tarjeta de crédito (40%); es decir, el rendimiento obtenido por la inversión es mucho menor al interés pagado por la deuda. Por esto, que el mejor uso de tu aguinaldo para tus finanzas personales cuando estás en esta situación es prepagar tus deudas caras (como tarjetas de crédito).
Situación 3: Tengo fondo de contingencia, y no tengo deudas en tarjetas de crédito
Ahora sí, estás preparado para empezarle a sacar jugo a tu aguinaldo invirtiéndole en sinnúmero de instrumentos financieros. Puedes invertir en diferentes sectores, validando que tus inversiones siempre estén diversificadas (recuerda que no hay inversión sin riesgo). Por ejemplo, invierte 20-30% en instrumentos de Instituciones de Financiamiento Colectivo de deuda, 20-30% en CETES, 20-30% en fondos de renta variable (acciones), y tal vez 10-20% en una o dos acciones que verdaderamente te gusten o hasta Instituciones de Financiamiento Colectivo de capital. Puedes modificar tus porcentajes según to propia aversión o afiliación al riesgo, pero recuerda que, entre mayor rendimiento potencial, mayor riesgo de perder parte o todo tu capital.