Ernesto Reinares, un español que comenzó como una broma, ha convertido su oferta de sabotear bodas en un lucrativo negocio. Con una tarifa inicial de 500 euros (unos 11 pesos mexicanos o 530 dólares), el Destrozabodas se presenta en ceremonias nupciales para interrumpir el enlace y huir junto con el cliente, garantizando un caos que, para algunos, resulta liberador.
Este servicio se ha viralizado rápidamente, y Reinares ya tiene su agenda llena hasta noviembre. Aunque comenzó como una sátira en Internet, su anuncio atrajo a decenas de personas que buscan evitar comprometerse sin saber cómo decir que no.
Lo que comenzó como una broma en línea se convirtió rápidamente en un fenómeno en España. Reinares ofrece interrumpir ceremonias nupciales por 500 euros. Su estrategia consiste en aparecer en el momento crucial de la boda y fingir ser el amante del novio o la novia, causando así un caos absoluto.
El propósito detrás de este peculiar negocio es “liberar” a aquellos que, atrapados en un compromiso no deseado, no saben cómo decir que no. Según Reinares, muchos de sus clientes lo ven como una oportunidad para evitar una boda que no desean, mientras otros lo contratan por pura diversión.
Según Reinares explicó en entrevista con Antena 3, el paquete básico de 500 euros garantiza la intervención en la boda. Sin embargo, hay un extra interesante: por cada golpe que reciba de los invitados enfurecidos, Reinares aumenta su tarifa en 50 euros.
“Intento correr, pero soy consciente de que cada vez que me pegan cobro más, entonces voy un poco más lento”, confesó en una entrevista.
El ‘destrozabodas’ asegura que su servicio no discrimina por género ni tipo de ceremonia: ya sea religiosa o civil, él garantiza que la arruinará. Aunque empezó como una idea satírica, la cantidad de personas que solicitan sus servicios ha crecido exponencialmente, y Reinares tiene bodas agendadas hasta finales de este año.
La popularidad del servicio se disparó cuando el anuncio se volvió viral en redes sociales, atrayendo la atención tanto de medios locales como internacionales. Las solicitudes no tardaron en llegar, y Reinares pronto pasó de tener una agenda vacía a estar completamente ocupado con peticiones de parejas que buscan su intervención.
A pesar de lo inusual de su negocio, Reinares asegura que muchas parejas lo agradecen. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta tendencia. Algunas personas critican que su servicio pueda desvirtuar la seriedad de una ceremonia nupcial, mientras que otros lo ven como una opción creativa para escapar de compromisos no deseados.
El ‘destrozabodas’ ha demostrado que, en tiempos donde la viralidad puede convertir cualquier idea en un negocio, hay nichos inesperados que pueden florecer. Aunque polémico, su servicio sigue siendo solicitado por aquellos que buscan una salida drástica a sus compromisos.
