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El CEO de 55 años que se dejó el cabello largo y dijo groserías

John Legere tomó el mando de T-Mobile cuando tenía 55 años. Para transformar la empresa, cambió su forma de pensar y de hablarle a su equipo.

John Legere, antes y después.
John Legere, antes y después. © John Legere vía Instagram.

Cuando John Legere tenía 55 años, su vida se transformó por completo. Él estaba acostumbrado a ser un ejecutivo de traje y corbata y acababa de vender su empresa Global Crossing Limited por tres millones de dólares. En aquel 2011, Legere se reunió con René Obermann, director ejecutivo de Deutsche Telekom, para discutir la posibilidad de dirigir la débil rama de la compañía en Estados Unidos, T-Mobile.

La reunión fue fructífera y Legere tomó la dirección de la rama en 2012 con la encomienda de posicionarla entre los tres carriers más utilizados en la Unión Americana.

La tarea no sería fácil. Legere se dio cuenta de que para poder competir en el mercado donde destacaba un líder como Richard Branson, debía transformar la cultura corporativa de T-Mobile. Y tenía que empezar por él mismo.

Legere venía de un entorno ejecutivo tradicional: trabajó en telecomunicaciones en New England Telephone, luego pasó casi 20 años en AT&T y luego fue presidente y director de operaciones de las operaciones de Dell en Europa, Medio Oriente y África.

Se dio cuenta de que el líder de la compañía tenía que dejar de lado los trajes y pasar más tiempo con los empleados para lograr que éstos se volvieran los principales “porristas” de la marca.

John Legere y el cambio de ADN de la empresa

Legere fue mucho más allá de quitarse el traje. Se dejó crecer el cabello y cambió su estilo de habla a algo más casual, incluso diciendo groserías. Sin embargo, estos cambios “superficiales” solo eran un síntoma de una transformación más profunda que el CEO tenía para la empresa.

El mismo día que tomó el cargo como director ejecutivo de T-Mobile Legere ofreció entrevistas a los medios de comunicación para decir que su compañía sería el “Un–carrier” (el anti carrier), para diferenciarse de las otras marcas de operadores móviles del mercado.

Para ello, Legere cambió el ADN de la marca para hacerla más “startupera” y cuando se presentó con su nuevo look en el Consumer Electronics Show (CES) de 2013 aseguró que él venía a “arreglar la industria”.
Se empezó a vestir con playeras con el logo de la marca, usar jeans y a ser brutalmente honesto, lo que en un principio le ocasionó problemas con sus jefes.

“Desde ese día me di cuenta de que tenía que ser mi marca y ahora uso material de T-Mobile las 24 horas del día, los siete días de la semana”, dijo en una entrevista.

Después Legere comenzaría a tener una fuerte presencia en redes sociales para poder interactuar directamente con los usuarios de la empresa.

Según recuerda Business Insider, la estrategia dio frutos porque T- Mobile se convirtió en la empresa de telefonía celular que más ha crecido en el mercado estadounidense, sólo por detrás de las mismísimas AT&T y Verizon. No solo eso, en solo cinco años dobló el número de sus consumidores y expandió su red inalámbrica.

El nuevo camnio de Legere

Legere anunció la adquisición de Sprint en abril de 2018 y pasó gran parte de sus últimos dos años como director ejecutivo presionando a la administración Trump para que aprobara la fusión. T-Mobile le pagó 137.2 millones de dólares a Legere, quien se retiró de la compañía el día en que completó la compra de Sprint por parte de la operadora móvil, el 1 de abril de 2020.

Legere decidió retirarse de la compañía “para buscar otras opciones”. Hoy es un speaker, inversionista de NFT y celebridad en redes sociales.

CEO Historias de emprendedores John Legere liderazgo
autor El equipo editorial de EMPRENDEDOR.com, que por más de 27 años ha trabajado en impulsar el emprendimiento.