El Bazar de velas de Coyoacán, un ícono del arte en cera mexicano
Este bazar de velas es famoso desde hace seis décadas por iluminar hogares, negocios y hasta películas de Hollywood todo el año. Conócelo e inspírate.
Si has pasado por la avenida Río Churubusco, casi en la esquina con Gómez Farias, en la Ciudad de México, seguro has visto un pintoresco establecimiento que lleva décadas siendo referencia: el Bazar de Velas de Coyoacán.
Desde la entrada resulta un espacio fascinante, pues siempre está decorado conforme la temporada, ya sea Navidad, Día de Muertos, San Valentín o cualquier otra festividad. El espacio podría parecer pequeño, pero si miras con atención, cada centímetro cuadrado está bien aprovechado, repleto de velas en cientos de formas y colores.
Construyendo una empresa familiar
Fundado en 1960, el bazar ahora es dirigido por Guadalupe Ruvalcaba, hija de los fundadores, quienes empezaron haciendo velitas en la cocina de su hogar.
“Y seguimos siendo los hijos y nietos quienes llevamos el negocio por completo, ahora con las ideas y la creatividad que traen los jóvenes. Nos turnamos entre cuatro hermanos y cuatro sobrinos para atender la tienda y la fábrica”, cuenta la heredera de la tradición familiar para Emprendedor.com.
“Mis papás iniciaron este negocio de velas en México. Ellos estaban muy adelantados a su época. Mi papá vio que las velas solo se usaban para iglesias, Día de Muertos o entierros, así que se fue por el lado artesanal y para toda ocasión”, relató.
La familia Ruvalcaba comenzó el negocio en ese mismo local. “Una cuarta parte era la tienda y todo lo demás era nuestra casa. Y en la cocina, junto a la olla de los frijoles, estaba la olla de cera”. Ya que su padre trabajaba de día, él y su mamá hacían las velas en las noches, mientras sus diez hijos dormían.
Cuando el negocio despegó, el papá de Guadalupe dejó su empleo y pudo dedicarse 100% a su emprendimiento. Empezó a investigar técnicas y materiales para mejorar sus productos, echando mano de libros, revistas e intercambio de cartas con productores de velas de distintos países, principalmente de Europa.
Del taller a Hollywood y al mundo
Sus productos han llegado a Europa, India, China, Asia, Cuba, Canadá, Centroamérica y Sudamérica, Medio Oriente, Noruega, Dinamarca y hasta a un concurso de velas en la Patagonia, Argentina, donde resultaron ganadores.
En 1967, sus velas adornaron la boda de la hija de Lyndon Johnson, expresidente de Estados Unidos. Sin embargo, la joya de su corona es haber fabricado todas y cada una de las icónicas velas que aparecen en la película Romeo y Julieta de 1996, estelarizada por Leonardo DiCaprio y Claire Danes. La cinta fue rodada en locaciones de la Ciudad de México y las velas mexicanas se volvieron famosas a nivel mundial.
El siguiente paso es digitalizarse y abrir su propia tienda online, una labor nada sencilla. Jenny Sánchez, hija de doña Guadalupe y parte de la tercera generación que se encarga del negocio familiar, se está encargando de este proyecto.
“Es complicado vender en plataformas online, por las comisiones, a veces son muy altas para un producto como el nuestro. Además, subir el catálogo es una labor titánica, porque tenemos miles de modelos y cada uno es único”, relató Jenny.
Bazar de velas, ¿un negocio de temporada o para todo el año?
Tras 63 años de operación, la familia Ruvalcaba domina el negocio de las velas y doña Guadalupe asegura que “hay épocas en que se ponen más de moda”.
Por ejemplo, el bazar notó un aumento en sus ventas durante la pandemia. “La gente estaba encerrada en su casa, sin trabajo y buscando entretenerse. Ahí es cuando surgen compradores nuevos buscando velas de ‘relax’ y de terapia, para aliviar el estrés del encierro, la ansiedad o la depresión”.
Explican que este negocio “se mueve todo el año” y es muy estable, pues “la vela no es un artículo de primera necesidad, pero está en todas las casas: una velita para el bautizo, la primera comunión, una boda, cenas, la pedida de mano, renovación de votos, fiestas familiares, eventos, fiestas temáticas, souvenirs, decorativas, aromáticas, terapéuticas… Y claro, también para servicios funerarios y religiosos. Las velas están en todas partes, todo el tiempo”.
Las herederas del icónico local detallaron que sus velas se venden “en enero por los rituales de Año Nuevo, en por febrero San Valentín, en marzo los sirios pascuales y velas religiosas para Semana Santa. Luego viene el Día del Niño, Día de las Madres, Día del Maestro, Día del Padre, la temporada de bodas en verano”.
“La temporada más fuerte es octubre, noviembre y diciembre, porque México es muy festivo. En especial desde el Día de Muertos hasta la temporada navideña”, agrega Jenny.
Cómo iniciar un negocio al estilo del bazar de velas de Coyoacán
De 2020 para acá, muchas personas vieron las velas como un buen negocio para ayudarse económicamente durante la crisis. “Y sí, empieza la creatividad y se vuelve a poner de moda la vela después de 15 años del último boom”, comentó Jenny.
Sin embargo, las expertas no recomiendan elaborar velas de forma casera. “Es mucha inversión para que, al final, sea solo un hobbie pasajero. No sabes cuántas personas vienen a dejarnos moldes, parafina, pabilos, colorantes y demás, porque se pusieron a hacer velas y no les funcionó o se aburrieron”, destaca doña Guadalupe.
Explica que, si bien los materiales para velas caseras son más económicos que los profesionales, también son de muy baja calidad. “Incluso huelen mal al encenderlas y pueden desprender toxinas que hacen daño al inhalarlas”, agregó.
Recomiendan que, si alguien quiere incursionar en la producción de velas, debe estudiar mucho y aprender sobre técnicas, materiales, calidades y todos los detalles que conlleva este producto.
“Esto no es cosa de ver un tutorial o tomar un taller. Nuestra familia lleva seis décadas perfeccionando este arte y seguimos aprendiendo. Lo hacemos desde niños, crecimos rodeados de velas y artesanos. Eso no se aprende en unas horas, por eso no damos cursos”, explica.
¿Cuánto necesitas invertir para empezar un negocio de velas?
Tomando en cuenta el grado de maestría que se requiere para elaborar velas artísticas de alta calidad, doña Guadalupe afirma que “lo de menos es el dinero, lo que más hay que invertirle es tiempo”.
Por ello, el bazar de velas de Coyoacán ofrece la opción de venta al mayoreo con un porcentaje de descuento. “Así pueden empezar a vender, poco a poco, en su pequeña boutique o miscelánea, en el tianguis, online o donde decidan”.
La tienda maneja un “medio mayoreo” que implica comprar un monto de 10,000 pesos en la tienda en el lapso de un mes. La otra modalidad es el “mayoreo completo”, que se aplica a partir de los 20,000 pesos de compra mensuales y es la inversión inicial recomendada, “para que tengas un buen surtido”.
En ambos casos, el porcentaje de descuento varía, dependiendo de los tipos de velas adquiridas. A diferencia de las tiendas de mayoreo, el bazar de velas no te condiciona a llevar varias piezas del mismo modelo, ni que la compra se realice en una sola exhibición para aplicar el descuento.
“Pueden comprar una parte un día, otra parte cuando se vendan las primeras. Las notas de compra parciales se suman durante el mes para juntar el monto de mayoreo o medio mayoreo”, detallan.
Sin rebajas ni descuentos para proteger a sus artesanos
Para el bazar de velas de Coyoacán siempre ha sido crucial darle el valor justo al trabajo de los artesanos que elaboran las piezas. “Nos enseñaron a ser honestos, respetuosos e íntegros con el cliente y con nosotros mismos”, sentenció la matriarca de la familia.
“Esto es artesanal, todas las figuras son pintadas a mano, con distintas técnicas y diseños únicos. Son piezas artísticas que no pasan de moda, así que no necesitamos poner promociones para ‘sacar la mercancía’. Mientras esté buen estado, cuidada y bien protegida, ¿por qué restarle valor a un producto de calidad hecho a mano? En todo caso, si se dañan o ‘pasan de moda’, los materiales se reciclan”.
Las Ruvalcaba señalan que no manejan rebajas ni descuentos porque las personas que colaboran con su fábrica de velas “son artesanos que viven de esto y quieren que aprecien su trabajo, y solo piden lo justo”.
Ahora, la familia heredera del Bazar de Velas busca mantener viva la tradición y las técnicas tradicionales, mientras siguen innovando y llevan este infaltable producto al terreno del ecommerce.